Opinión • Disyuntivas • Arturo Mora
No renunciaré jamás a mi fatalidad de tejedor de espumas y de fantasías, que defenderé contra cualquier presión por bien intencionada que sea, puesto que no creo en una humanidad privada de sueños y de juegos.
Julio Cortázar
Si te acuerdas de mí, entonces no me importa si todas las demás personas me olvidan.
Haruki Murakami
La vida es tan incierta, que la felicidad debe aprovecharse en el momento en que se presenta.
Alejandro Dumas
La vida sería tan maravillosa si supiéramos qué hacer con ella.
Greta Garbo
La vida de cada quién está inscrita en un contexto cultural y en un tiempo social e histórico determinado. La libertad humana es la posibilidad de tomar decisiones, es decir, de elegir. Somos de una u otra manera la suma de todas y cada una de nuestras decisiones, que al fin de cuentas son la suma de nuestros miedos y deseos.
Y vaya que la consciencia y el inconsciente nos juegan cada trastada, cada dilema, cada equivoco, cada palabra, cada acción, y nos llevan con la dirección del viento, cual papalote que por elaborado y colorido que sea, es agitadopor las corrientes de aire en un vaivén que divierte y alegra el corazón y, hay que decirlo, muchas veces cuesta mucho elevarlo y mantenerlo volando.
El cometa tiene un cordel que lo ata a un carrete, y a un “alguien” que lo sujeta, que en esta metáfora es uno mismo,y la conciencia de uno mismo sería la fortaleza del material que lo sujeta, que debe ser ligero, flexible, resistente y con una buena cantidad de metros de extensión. Mientras flota en el aire, la fantasía y la ilusión aparecen, el autoengaño nos puede hacer creer que podemos volar libres y crear mundos ideales. Llegamos a hacer una narrativa que busca justificar lo que somos. Cuando no hay un buen cordel, éste se puede romper. Si no nos movemos con los cambios de dirección del viento, podremos ir en picada para caer a tierra e intentar volver a surcar el cielo. O bien podemos terminar enredados entre ramas o cables, o destruirnos por completo, y entonceslo real se hace presente.
En la vida vamos optando todo el tiempo, desde lo más nimio o banal, hasta aquello cuyas implicaciones y resultados harán cambios en nuestra vida y en las de otras personas. Pensar y sentir, al mismo tiempo, o al menos considerar la razón y sentimiento, nlleva a valorar cadadisyuntiva de manera seria, diríamos que de manera reflexiva, y hasta filosófica.
Tomar disyuntivas como un tema importante en nuestras vidas podría ser un ejercicio crítico necesario, ya que somos en último término la suma las decisiones que tomamos. Con ello seríamos, en el ideal ético, los responsables de lasconsecuencias, resultados, los logros y fracasos que se derivan de esa elección. En el mismo sentido ético, la decisión se tendría que realizar desde lo que se “quiere”profundamente y reflexivamente y no, ni únicamente, desde una moral del deber, que desnaturaliza el ejercicio de la libertad humana.
En internet* encontré una lista de disyuntivas que, me parece, pueden ayudar a un proceso de pensamiento individual, y ponernos en la disyuntiva de conocernos, a partir de la elección de alguna de estas disyuntivas. No son todas las que encontré; quite varias y agregué otras. Cada quién tiene que plantearse de forma honesta las disyuntivas sobre las que quiera optar, además de estas:
¿Prefieres arriesgarte o quedarte en tu zona de confort?
¿Quieres seguir tus sueños o conformarte con lo que tienes?
¿Decides perdonar o guardar rencor?
¿Optas por ser valiente o rendirte ante el miedo?
¿Prefieres aprender de tus errores o repetirlos una y otra vez?
¿Prefieres amar incondicionalmente o cerrar tu corazón al amor?
¿Decides ser auténtico o conformarte con ser alguien que no eres?
¿Prefieres escuchar la voz de tu corazón o dejarte llevar por la razón?
¿Optas por ser generoso o egoísta?
¿Decides luchar por tus sueños o abandonarlos?
¿Prefieres creer en ti mismo o dejar que las dudas te dominen?
¿Quieres vivir en el presente o anclarte en el pasado?
¿Decides ser una víctima de las circunstancias o tomar el control de tu vida?
¿Decides solo darte cuenta o te haces cargo ti?
¿Decides vivir con pasión o simplemente sobrevivir?
¿Prefieres enfrentar tus miedos o huir de ellos?
¿Prefieres tomar el camino fácil o desafiar tus límites?
¿Decides ser responsable de tus acciones o culpar a los demás?
¿Prefieres vivir con gratitud o con resentimiento?
¿Quieres vivir en armonía o en conflicto con los demás?
¿Prefieres ser flexible o terco en tus opiniones?
¿Decides ser empático o indiferente hacia los demás?
¿Eliges vivir con pasión o con apatía?
¿Quieres ser abierto a nuevas ideas o cerrarte a ellas?
¿Decides ser resiliente o dejarte vencer por los obstáculos?
¿Prefieres ser honesto o mentir para obtener beneficios?
¿Quieres ser paciente en la espera o impaciente por obtener resultados?
¿Prefieres aprender de tus fracasos o dejar que te definan?
¿Socializas y convives por miedo a estar solo o asumes tu soledad conquistada?
¿Dejas que el dolor se apodere de ti o estas dispuesto a tomar consciencia de ti?
¿Prefieres no tener miedo a la muerte o no tener miedo a la vida?
¿Prefieres amar con intensidad o reprimirte por los convencionalismos morales?
¿Quieres sólo envejecer o saber vivir con dignidad?
¿Quieres permanecer y transcurrir o quieres trascender?
Habrá que seguir es a lo que las palabras de Ida Vitale invitan:
Solo acepto este mundo iluminado
cierto, inconstante, mío.
Sólo exalto su eterno laberinto
y su segura luz, aunque se esconda...
Y a lo que Rosa Montero nos dice:
La verdadera nobleza es caminar toda la vida con pasos que salen del corazón; que tus actos estén de acuerdo con tus ideas, aunque el precio sea alto.