Opinión • Preguntar, hacer, ser • Arturo Mora Alva

“El reto es ser, el desafío es preguntar, el compromiso es hacer. Mente, corazón y manos…”

 

Opinión • Preguntar, hacer, ser • Arturo Mora Alva

Interrogar lo habitual. Pero, justamente, es a eso a lo que estamos habituados. No lo interrogamos, no nos interroga, parece no constituir un problema, lo vivimos sin pensar en ello, como si no transmitiera ninguna pregunta ni respuesta, como si no fuera portador de ninguna información. Ni siquiera es condicionamiento, es anestesia. Dormimos nuestra vida con un sueño sin sueños. ¿Pero dónde está́ nuestra vida? ¿Dónde está́ nuestro cuerpo? ¿Dónde está́ nuestro espacio?
Georges Perec

Si antes de cada acción pudiésemos prever todas sus consecuencias, primero en las consecuencias inmediatas, después, las probables, más tarde las posibles, luego las imaginables, no llegaríamos siquiera a movernos...
José Saramago

Sé gentil. No dejes que el mundo te endurezca. No dejes que el dolor te haga odiar. No dejes que la amargura te robe la dulzura. Siéntete orgulloso de que, aunque el resto del mundo esté en desacuerdo, todavía crees que es un lugar hermoso.

Kurt Vonnegut

Dudar de todo, fue lo que René Descartes afirmó y cambió en unas cuantas palabras la forma de mirar el mundo, pasar del dogma a la ciencia, renunciar a la obediencia por la rebeldía, pensar en otras cosmovisiones y dejar atrás las explicaciones únicas de la realidad. Descartes escribió: “Para investigar la verdad es preciso dudar, en cuanto sea posible, de todas las cosas”, y de ahí el pensamiento se revolucionó y dio paso a las diversas y múltiples posibilidades que tenemos de pensar y de dar una interpretación subjetiva al mundo, que no es más la única realidad posible desde la condición humana.

Hoy más que nunca dudar, preguntar, es lo relevante en todos los ámbitos. Por ejemplo, en lo educativo se trata de formular buenas preguntas que animen la curiosidad, que despierten el interés por conocer más, que provoquen que se investigue, se indague y se pueda uno seguir preguntando, antes de ofrecer respuestas buenas y adecuadas. Lascreencias sin reflexión, y las certezas dichas desde la autoridad en el aula o desde lo libros, matan el pensamiento crítico y apuntan a la estandarización de saberes, a la normalización de una ciencia estática, y eso hoy, en la sociedad del conocimiento y en la era del conocimiento, va en sentido contrario a las capacidades humanas y a la inteligencia que nos define como únicos como especie en el planeta.

Cada realidad social y cultural marca un devenir específico, con las contradicciones de las restricciones de las cosmovisiones, que se fincan en supuestos estrictamente subjetivos y muchas veces lejanos del respeto de la dignidad humana. Hoy la discriminación por raza, edad, género, religión, condición social y económica, nacionalidad  y etnia, son realidades cotidianas que degradan a quien discrimina y lastiman a las víctimas de esos prejuicios y estereotipos, que están en relación con lógicas de poder, conideas que se sustentan en cánones ideológicos acríticos y en posturas que buscan sostener y reproducir estructuras sociales y económicas que benefician a muy pocas personas, si vemos los datos sobre la distribución del ingreso y la acumulación de la riqueza.

Dudar, preguntar, revisar la información dentro de la vorágine de noticias, los comentarios y la avalancha de opiniones que se vierten en medios de comunicación como la radio, la TV, los canales en las diversas plataformas de streaming y en las redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram y Tiktok, nos pone ante un desafío inaudito y a la vez casi irresoluble, que complica el poder “ver”, “oír”, “diferenciar”, “comprender”, “entender”, “seleccionar” y “elegir” la mejor información, que implicaría tener referentes de veracidad, de credibilidad y de responsabilidad ante la información que avasalla, que desconcierta y lleva a emitir opiniones simples o juicios de valor a la ligera y que distorsionan nuestra mirada y evitan desarrollar una pertinente y contextualizada comprensión de lo “real”, de sus “representaciones” y de sus “interpretaciones” del sistema mundo que nos ha tocado vivir.

El conflicto es inherente a la condición humana. Los hechos lo demuestran con nuestra terrible capacidad destructiva hacia la naturaleza y para con la propia especie. Nuestra forma de sentir el mundo trae los dados cargados hacia las emociones displacenteras, que son más que la idea de calificarlas como negativas -ira, asco, miedo y tristeza- y todas las que derivadas de éstas. Por otra parte, aceptar que solamente dos de las emociones sustantivas son placenteras y que van también más allá de clasificarlas como positivas -sorpresa y felicidad- junto con las que se desprenden de estas emociones básicas y que en conjunto son literalmente una ruleta de emociones. 

Lo que hemos aprendido hasta ahora es que el identificar lo que se siente en la vida cotidiana y pensar y reconocer que lo implícito, latente y en lo real de las emociones, que nos lleva a la necesidad de aprender su manejo y su expresión adecuada, a la vez que a sentir y ubicar todas esas respuestas instintivas que tenemos dentro de una dimensión afectiva, sentimental, racional, espiritual, estética, histórica y social,para poder maniobrar con la destreza que da la experiencia, junto con la necesaria condición humana de pensar en los otros y los demás y en uno mismo para actuar en consecuencia, con responsabilidad emocional y afectiva. 

“Incluso en tiempos veloces como un Cadillac sin frenos”,como canta Joaquín Sabina, se requiere tener al menos un minuto para pensar, para serenar las ideas y las emociones. Se necesita hacer un espacio personal para ordenar lospensamientos, clarificar las emociones y reconocer los sentimientos que nos producen. Se necesita reconocer a su vez, que en las más de las veces se necesita ayuda de profesionales de la salud mental -psicólogos, psiquiatras, analistas, psicoterapeutas y psicoanalistas- para desarrollar un proceso que permita desarrollar esa capacidad e integrarla a la vida personal.

Pero también se necesita pensar lo real, su representación y lo imaginario que conlleva, esto es, hacer filosofía. La filosofía en una de sus expresiones más importantes es preguntar, dudar, cuestionar, es poner a jugar la capacidad crítica del ser humano con principio y valor social. Hacernospreguntas desde la vida existencial que cada quiénexperimenta, a la vez que interrogar, revisar y deconstruir los porqués de nuestras acciones y cuestionar los elementos, factores, contextos, creencias e ideas con las que vamos tomando decisiones e intentando explicarnos nuestro mundo y nuestra presencia en él, y dar sentido a todo lo que hacemos en la vida cotidiana.  Diderot señaló que “El primer paso hacia la filosofía es la incredulidad”. Ortega y Gasset escribió que "Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender." Para Descartes “Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás”.

Las posibilidades de lo humano están en conocernos, personal y socialmente. Las oportunidades para transformar la realidad y su subjetividad están en la capacidad propia de la inteligencia y de la sensibilidad humana, ésta a su vez en las habilidades y destrezas que la razón y la emoción nos aportan para llegar a “ser” en sociedad -desde, por, para, con los otros-. El mito del éxito del individualismo a ultranza que se magnifica en la sociedad capitalista de mercado, se agota en el egoísmo hedonista y en una falsa ataraxia, y se agota en la alexitimia y la ignorancia, tragedia humana que se expresa en una anomia personal y social.

El reto es ser, el desafío es preguntar, el compromiso es hacer. Mente, corazón y manos.