Última semana y el 2023 • Arturo Mora

“Tengamos el coraje de soñar y crear…”

Última semana y el 2023 • Arturo Mora

Las cosas mejores y más bellas del mundo no se pueden ver ni tocar, se deben sentir con el corazón.
Hellen Keller

En estos días en que termina el año 2022, y sumergidos en las dinámicas de interacción social a través de las redes y del internet, las posibilidades para compartir ideas, propósitos y buenos deseos ha crecido exponencialmente. En estos días, siguiendo nuestra necesidad de contar el tiempo y en la espera de iniciar un año nuevo más, aparece de alguna manera la demanda social y personal de hacer un corte de caja, un balance, y reflexionar un poco sobre nosotros y la vida que hemos tenido en este 2022. 

Esto no es fácil, porque el olvido selectivo y la frustración, muchas veces por lo no logrado, por las decepciones ante expectativas altas, o los deseos inconmensurables, la auto rendición de cuentas, ejerciendo una autocrítica, se queda en números rojos las más de las veces. Por otra parte, en esta cultura nacional, que es casi un deporte olímpico pero no oficial, nos damos a la tarea de no aceptar los logros, nos cuesta dar valor a las metas cumplidas, no sabemos aceptar halagos y elogios por lo conseguido. Pareciera que nos da pena saber que lo alcanzado es un tema de disciplina, constancia, perseverancia. Es también un mérito y un esfuerzo personal que es importante reconocer y aceptar para tener algo de paz y tranquilidad desde un autoconcepto y desde un necesario amor propio indispensable para estar en el mundo de la mejor manera posible.

Sabemos que alcanzar el desarrollo personal, contar los satisfactores económicos y materiales para vivir una vida digna, no pasan solo por el esfuerzo individual, ni por un falso optimismo, aceptando que el capitalismo ha instalado como ideología del éxito la auto explotación y asumirnos como consumidores para ser dominados desde la lógica del capitalismo de mercado como una opción de existencia válida y que es necesario, por tanto, crear una conciencia social, colectiva y de clase, que empiece a transformar la realidad ante la desigualdad absurda y abismal que prevalece. 

Sin embargo, y bajo las posibilidades que nos vamos dando como personas, entre la conciencia y la rebeldía, entre el conocer y el actuar ante la injusticia, entre la esperanza hecha utopía y los sueños de un mundo mejor, también nos damos a la tarea de al menos declarar lo que desearíamos que sucediera en el 2023. Habrá que darnos la oportunidad, hacerlo y tejer desde ese deseo, crear las condiciones necesarias y construir las oportunidades para intentar seguir siendo uno mismo y ser junto con otros y otras las mejores personas, los mejores ciudadanos y seres humanos que podamos llegar a ser.

Transcribo una serie de pensamientos que comparto con el mejor ánimo de hacer de esta reflexión personal de fin de año algo renovado, y que nos demos el permiso para poner la vida como importante, prioritaria y urgente. Una vida digna, que se pueda vivir para explorar y expandir la naturaleza y la condición humana con sus mejores propósitos y con los fines del bien común como principio universal. Se trata de darnos la oportunidad de vivir con pasión, con plenitud, con coraje, con rebeldía y desde la libertad. 

Se trata de vivir, de apasionarse…
Se trata de querer y de quererse…
Se trata de intentarlo, de atreverse…
Se trata de caerse y levantarse…
Importa más sentir que equivocarse…
Importa más que somos dueños de nuestros pasos…
Y de nuestras decepciones y alegrías…
Importa más juntar ganas que días…
Y más que cumplir años.
 ...CUMPLIR SUEÑOS!!
Yeray Rodríguez

A veces solo necesitamos un tiempo
Un espacio a solas
Poder respirar
Cerrar los ojos y solo olvidar...
Olvidar lo que tanto pesa.
Soltar y dejar que el viento se lleve nuestras decepciones y no sentir nada mas que el vaivén de las olas.
Abandonarse en ese mágico momento y dejar que nos invada una sonrisa.
Después de esto renovar los pensamientos
Encontrar la luz que ilumine el camino de vuelta.
La llave de la serenidad.
Creer en uno mismo y proteger lo que somos y por encima de todo no dejar de inventar imposibles.
Ser niña de nuevo.
Pensamientos desordenados Facebook

Las ilusiones son peligrosas, no tienen defectos.
Billy Wilder, Sabrina

Nos perdemos
esperando
a ver
cuándo será
que el otro
por fin
se vuelva
otro.
Guido Messina

Nobleza, dignidad, constancia y cierto risueño coraje. Todo lo que constituye la grandeza sigue siendo esencialmente lo mismo a través de los siglos.
Hannah Arendt

El camino está siempre marcado, pero no en un sentido fatalista. Cada instante, con la respiración, con la mirada, y con los días que se repiten, uno tras otro, se va decidiendo espontáneamente.
Banana Yoshimoto

Reír es arriesgarnos a parecer tontos. Llorar es arriesgarnos a parecer sentimentales. Presentar nuestras ideas es arriesgarnos a ser traicionados. Amar es arriesgarnos a no ser amados. Tener esperanza es arriesgarnos al fracaso. Pero debemos arriesgar, porque el mayor peligro en la vida es no arriesgar nada.
Richard Bach

Prohibido prohibir
Las alas.
Las palabras.
Los silencios.
Las miradas.
Los abrazos.
Las lágrimas.
Las ideas.
La sonrisa.
El beso.
Los sueños.
La esperanza.
La libertad.
Los mañanas.
La inocencia.
La tolerancia.
El perdón.
La niñez.
Prohibido prohibir
Diego López

Uno viene al mundo a perderlo todo.
Mientras más vive uno, más pierde.
Vas perdiendo primero a tus padres,
A gente a veces muy querida a tu alrededor,
Tus mascotas, los lugares y tus propias
Facultades también.
No se puede vivir con temor,
Porque te hace imaginar lo que todavía no ha pasado y sufres el doble.
Hay que relajarse un poco, tratar de gozar lo que tenemos y vivir en el presente.
Isabel Allende

Tengamos un buen año 2023. Tengamos el coraje de soñar y pensar en cosas nuevas, buenas y lindas. Tengamos la ilusión de que podemos hacer caso al corazón y a la razón, para sentir pensando y pensar sintiendo como camino de reflexión y discernimiento para tomar las mejores decisiones de vida y actuar en consecuencia. Tengamos claro que vivir y actuar desde la culpa solo crea rencor, soledad, dolor y autocastigo. La culpa no ayuda en nada. La responsabilidad siempre ha dado mejores resultados. Tengamos buenos propósitos, pero mejores compromisos con uno mismo y con los demás. Tengamos el coraje de soñar y crear. Tengamos el coraje de arriesgarnos a ser uno mismo y de amar con sus responsabilidades y consecuencias. 

Tengamos todas y todos un feliz Año Nuevo 2023.