Te reto a que vivas con el sueldo de mi papá (De la moralina a la ética)
"Perfección de medios y confusión de fines, nos dice Einstein."
La frase que da origen al título de este artículo se leía en la cartulina rosa que sostuvo un muchachito como de quince años, mientras Enrique Peña Nieto izaba nuestra preciosa bandera tricolor en León. Otra pancarta, sostenida por una joven de la misma edad, proponía: “EPN ve y privatiza a tu madre, PEMEX no se vende…analfabeta. El tercer cartel: “EPN eres un criminal vendepatrias, corrupto, asesino y pendejo” y en el cuarto, el verde, se leía: “Gastar 7 MDP a lo pendejo en una bandera cuando el país está en crisis. Antipendejos EPN”.
Por esta acción, que se desarrolló hace unos días en el distribuidor vial Juan Pablo II, seis estudiantes del CECYTEG fueron sancionados por su directora.
Los argumentos exhibidos pata justificar la suspensión son: a) Por faltas de respeto al cargo del Presidente…que es como si le faltaran el respeto a la propia Directora, según el propio dicho de la docente, y b) Por las palabras altisonantes que escribieron mientras portaban el uniforme escolar durante su manifestación.
La sanción no procedía, entre otras razones, porque la acción se desarrolló fuera de la jurisdicción de la directora y por tanto, si se cometió alguna infracción, no era ella la responsable de juzgarla. Si no hubiesen tenido el uniforme escolar o el acto fuera en la colonia donde viven ¿también serían merecedores de la sanción? ¿Hasta dónde llega la autoridad escolar en la vida pública del alumnado?
Desde el punto de vista pedagógico el castigo no se sostiene, pues la sanción no tiene que ver con la causa que la origina. Si lo que molestó fueron las groserías ¿qué tiene que ver el encargo de reflexionar sobre las propuestas para lograr un mejor país?
En el fondo, lo que subyace en estos juglares juveniles, es la inconformidad por un régimen que es incapaz de dar oportunidad para un florecimiento humano justo –Boltvinik dixit- o un buen vivir, términos que se usan cada día más para no hacer referencia al desgastado concepto de desarrollo. La frase “te reto a que vivas con el sueldo de mi papá” es la más densa, desde el punto de vista ético, y a la que moralmente podríamos hacerle más caso. Sin embargo, la moralina no deja luz para que la ética se visibilice. La juventud señala el sol y vemos el dedo. Perfección de medios y confusión de fines, nos dice Einstein.
Se pueden discutir o censurar las formas verbales utilizadas por las y los muchachos – por cierto, soy más amigo del argumento que del insulto-, pero lo que está latente en sus expresiones es un deseo legítimo de exponer su inconformidad respecto a un país que lleva posponiendo permanentemente el goce efectivo de los derechos humanos.
En el caso remoto de que Adrián, Fernanda, Vania, Valeria o Eduardo se enteraran de este artículo, si desean, aquí ando para asesorarlos en su tarea de presentar propuestas. A eso me dedico. Aparezco en el fb.