Opinión • ¿Quieren extinguir el qué? • David Herrerías
En las últimas semanas ha resonado en la prensa la propuesta de extinción del FIDESSEG que hizo, sorpresivamente, la mayoría panista en el Congreso del Estado. Pero pocos leoneses saben bien a bien de qué se trata el asunto, ni qué supone la desaparición de ese fidecomiso. No hay espacio aquí para hablar mucho del FIDESSEG, pero lo importante es que es un fondo que se creó, con un aumento del impuesto sobre nóminas, en un acuerdo con las cámaras empresariales, para el apoyo a organizaciones de la sociedad civil (OSC) que trabajan con grupos vulnerables o en temas de seguridad. Lo verdaderamente importante no es cómo se llegó a su creación, sino el hecho inédito en nuestro estado de contar con un fondo tan importante para apoyar a las asociaciones civiles.
Al crearse con dinero proveniente de un impuesto que pagamos todos los empleadores, es dinero público, y por tanto, debe ser manejado con absoluta transparencia y eficacia. Y es legítima también la pregunta sobre las razones que existen para que ese dinero público sea entregado a organizaciones sociales no públicas. ¿Se duplica el trabajo de las OSC con el que hace el gobierno? ¿Si ese dinero lo aplicara el gobierno directamente a programas sociales se obtendrían los mismos beneficios?
Las OSC no son entes públicos pero atienden problemas públicos. Si los fondos del FIDESSEG fueran entregados a una dependencia pública, no podría abordar esos problemas como lo hacen las OSC, no porque éstas sean necesariamente mejores, sino porque su propia naturaleza les da herramientas que no se tienen en el sector público.
Las OSC alcanzan una alta especialización en temas muy diversos, a través de muchos años de insistir en ellos, y su permanencia no está sujeta a los vaivenes de las administraciones. Esa permanencia permite lograr cambios en las personas que sólo se logran en procesos largos de acompañamiento. La flexibilidad de las OSC les permite responder mejor a las necesidades sentidas de las personas, a desarrollar procesos comunitarios más profundos y moverse con más agilidad, lo que ayuda a detectar áreas de oportunidad o desarrollar proyectos piloto que los gobiernos no pueden lograr tan fácilmente. Finalmente, las OSC multiplican los recursos, porque está en su naturaleza la posibilidad de sumar a más colaboradores independientes, voluntarios y donantes, que no se sumarían a un proyecto gubernamental.
La discusión sobre la extinción del FIDESSEG no debe ser vista como un alarde de fuerzas entre empresarios y gobierno, sino como un asunto mayor, que afecta a cientos de organizaciones de la sociedad civil preocupadas por los asuntos públicos, y miles de usuarios atendidos por estas asociaciones y que se verán afectados por su desaparición. Visto así, es un problema que nos afecta a todos, aunque no sepamos lo que significa ese acrónimo.