viernes. 19.04.2024
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Chispitas de lenguaje • El punto y coma • Enrique R. Soriano Valencia

"Es un signo de puntuación mal comprendido..."
Chispitas de lenguaje
Chispitas de lenguaje • El punto y coma
Chispitas de lenguaje • El punto y coma • Enrique R. Soriano Valencia

Es un signo de puntuación mal comprendido. En las escuelas solo lo definen como el punto intermedio entre la coma y el punto: lo limitan a una pausa mayor que la coma y menor que el punto. Sin embargo, no queda clara su aplicación entre la mayoría de los que deben redactar textos. Los abogados lo usan como sustituto de punto y seguido y los demás profesionistas por lo regular lo ignoran. 

El punto y coma se introdujo al español por influencia del italiano. A España llegó en el siglo xvi a través de la curia influida por la decisión del papa Pío IV interesado en los trabajos del impresor Aldo Mancio, también inventor de la cursiva.

El Diccionario panhispánico de dudas señala que el punto y coma sirve: «Para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones complejas que incluyen comas: Cada grupo irá por un lado diferente: el primero, por la izquierda; el segundo, por la derecha; el tercero, de frente». 

En lo personal, no me gusta mucho el término separar en la explicación porque me deja la idea de que independiza elementos. Cierto que permite reconocer que los conceptos no se mezclan y queda clara la intención de cada uno. Sin embargo, debe notarse que cada sección se vinculada: las secciones forman parte de la oración. Por tanto, por separación no debe interpretarse independencia. Me refiero a que el punto y seguido sí separa los enunciados, los hace independientes; el punto y coma, no. 

La observación la hago porque en las leyes cada fracción en un artículo finaliza con un punto y coma. Y como cada fracción tiene enunciados gramaticalmente completos (con su propio verbo), hace suponer a los abogados que el punto y coma es un sustituto del punto y seguido. Por ello, en actas recurren al punto y coma en vez de aplicar punto y seguido. Eso complica la comprensión del documento y propicia la interpretación del lector. 

La lógica de recurrir al punto y coma al final de cada fracción en artículos de la ley es que no abandona cada parte lo que enuncia la entrada del artículo. Entonces, el punto y coma ha seccionado (prefiero este vocablo que la palabra separar) los distintos aspectos, matices o alternativas que pudieran existir, propiciar o surgir de lo enunciado en la entrada. Ejemplifico lo arriba señalado con unas partes de un artículo de la Ley federal del trabajo:

«Artículo 25. El escrito en que consten las condiciones de trabajo deberá contener: 

»II. Si la relación de trabajo es para obra o tiempo determinado, por temporada, de capacitación inicial o por tiempo indeterminado y, en su caso, si está sujeta a un periodo de prueba; 

»III. El servicio o servicios que deban prestarse, los que se determinarán con la mayor precisión posible;

…»

Cada fracción es una oración gramatical (tienen verbos conjugados), pero está sujeta a lo señalado en la entrada. Cada fracción está subordinada al inicio del artículo. Entonces, el punto y coma secciona dentro de un concepto mayor. Por eso, en textos con párrafos es preferible el punto y seguido. Es cierto que en un párrafo el tema es el mismo y cada oración aporta un dato a la idea general; pero cada oración es una aseveración independiente, no subordinada a otras.