viernes. 19.04.2024
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La Champions 2022 [V]: La ida de semifinales, para los ingleses

"... los dos equipos de la Premier derrotaron a los de La Liga y se llevaron sendas ventajas, una más segura que la otra aunque ninguna con carácter definitorio..."
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La Champions 2022 [V]: La ida de semifinales, para los ingleses

Iniciaron los encuentros para definir a los finalistas del certamen y los triunfos fueron para los de casa si bien pudieron ser más amplios: los dos equipos de la Premier derrotaron a los de La Liga y se llevaron sendas ventajas, una más segura que la otra aunque ninguna con carácter definitorio. Los dos representantes del fútbol inglés mostraron porqué su torneo local es hoy el mejor y más espectacular del mundo, apostando por ir al frente no solo por su condición de local, sino por la forma en la que entienden el juego.

Victoria insuficiente

El partido de ida de la semifinal en el Etihad respondió con creces a las expectativas generadas y a pesar de lo visto en el campo, la eliminatoria sigue viva gracias a la acostumbrada capacidad de sobrevivencia del Real Madrid aún en las horas más oscuras, ahora combinándose con la falta de luz en el toque final del Manchester City, poderoso generador de alternativas que rebasaron a la concreción, no obstante ser basta, sobre todo en los primeros tramos de ambos tiempos: en el banco, Guardiola explotaba más ante las pelotas desperdiciadas que frente a las que terminaron dentro de la puerta, en tanto Ancelotti ocultaba el desasosiego inicial como para mantener el ánimo frente al vendaval.

Cual inmediata marea azul e imponiendo la ciudadanía apenas se escuchó el silbatazo, De Bruyne remató de cabeza preciso centro de Mahrez para romper el cero apenas cuando corría el segundo minuto de actividades y todavía resonaba el beatlesco Hey Jude. Para rematar, el propio jugador belga le puso la pelota a Gabriel Jesús, quien de espaldas al marco controló, se quitó de encima al defensor y colocó la segunda estocada en el arco de Courtois. Apenas pasaba la decena de minutos. Pasada la media hora, Benzema remató un servicio que no parecía viable y puso en la pelea a su alicaído equipo, reaccionando de la nada como marca el reciente sello de la casa. Antes, los anfitriones tuvieron un par de opciones mano a mano que dejaron ir de manera lamentable.

Mahrez dejó una pelota en el poste que Foden contrarremató pero Carvajal salvó en emergencia, aunque poco después, el propio jugador inglés remató a plenitud con la cabeza un servicio de Fernandinho, aprovechando una falla en la salida de conjunto madridista, cuando todavía no corrían ni diez minutos de la parte complementaria. Inmediatamente y como para no darnos respiro, Vinícius arrancó de manera inesperada dejando desde medio campo, dejando atrás justamente a Fernandinho, para plantarse frente a Ederson y anotar el segundo para los suyos: entre brasileños te veas. El tanto le insufló nueva vida al equipo de la capital española, que buscó el milagroso empate, aprovechando el mejor en el mejor lapso vivido en un partido en el que fueron superados: no llegó, pero al menos dieron fuertes señales de vida.

El espectáculo debía continuar. Silva aprovechó una ley de la ventaja, nunca mejor dicho, y tomó el balón para ponerlo en el ángulo, sumando el cuarto gol para su equipo y colocándolo a dos de distancia. Pero vino una desafortunada mano de Laporte en el área que le dio un penal al visitante, cobrado al estilo Panenka por Benzemá, que venía de fallar un par en la liga: confianza en sí mismo, le llaman. Los diez minutos restantes todavía atestiguaron a los de casa buscando el quinto como para poner el marcador a tono con lo visto en el campo: no fue así y el cuadro merengue ganó perdiendo, para variar, en tanto que el inglés tendrá que mantener el alto listón autoimpuesto para asegurar el pase, ahora en casa ajena y frente a un rival que lo que no lo mata, lo fortalece, tendiendo a resucitar las veces que haga falta. Un partido muy grande.

Victoria solvente

Con todas las precauciones posibles, el equipo del Villarreal, revelación del torneo más allá de su destino en estas instancias, se presentó frente al Liverpool, uno de los candidatos al título. Con la animosa grada en Anfield, los de rojo se lanzaron con plena convicción y paciencia a picar lámina en la zona defensiva del submarino amarillo, como para ir minando poco a poco la coraza enviada por el técnico Emery. Durante la primera parte, lograron aguantar el cero pero con muchas dificultades y presagiando la caída del arco en cualquier momento: Mané ya mandaba algún aviso de cabeza y con disparo cercano, mientras que Salah hacía lo propio con tiros amenazantes y Thiago dejó la pelota en la unión del poste y el travesaño a través de un espectacular obús desde fuera del área. La pelota fue totalmente controlada por el cuadro del puerto y la visita no podía ni salir a respirar con alguna idea de combinación más allá de la media cancha.

Los torpedos que al final tuvieron buen destino para zarandear al submarino aparecieron pronto en la segunda parte. Tras un desvío peligroso en propia puerta y un gol anulado, Henderson envió un centro que fue desviado por Estupiñán para colarse en el arco del conjunto español, al fin cayendo después de toda una crónica anunciada y confirmada un par de minutos después gracias a una combinación africana: Salah el egipcio filtró pase a Mané el senegalés para que, estirando la pierna, lograra anticipar la salida del arquero y anotar el segundo para su equipo, ya reflejando en el marcador el amplísimo dominio del cotejo en todos los criterios posibles. Con más de media hora por delante, se presentaron llegadas de Díaz, un disparo de media distancia y otro tanto anulado: el tercero flotaba en el ambiente pero al final no se presentó. El submarino nunca emergió y no logró disparar una sola vez al arco de enfrente, quizá exagerando en su postura ultradefensiva, entendible pero autolimitativa.