Los Continentales de futbol 2021 [XVII]: Entre cautelas de la Eurocopa y tumultos en Copa América • Fernando Cuevas
“El futbol da revanchas. Casi siempre.”
Llegamos al decimoséptimo capítulo de esta serie sobre los torneos futboleros en un martes nebuloso que anticipa el pronto final de junio y, en consecuencia, de la primera mitad del año.
EUROCOPA [XVII]: CAMPOS BRITÁNICOS
Los últimos dos partidos de octavos tenían como gran referencia emocional los que se disputaron un día antes, con las angustias desbordadas. Pero cada quien a lo suyo, parecían pensar los seleccionados que jugaron hoy, y en general se mostraron cautos y concentrados, regalando emociones a su manera.
Never surrender
Inglaterra se presentó en su campo sagrado para recibir a Alemania, par de potencias históricas en todo sentido: además de los grandes duelos que han tenido estas dos selecciones, el Brexit y la Comunidad Europea revoloteaban en Wembley, la catedral. Dejaron dudas en la primera fase, sobre todo los teutones que calificaron en situación de angustia, y llegaba el momento de confirmarlas o disiparlas en definitiva. Primero fueron los de distinguido negro quienes cooptaron la salida de los locales y generaron llegada al frente, en particular una del incansable Goretzka. Sterling despertó a los suyos con buen disparo distante, oportunamente desviado por Neuer, en elegante lance y los Tres Leones empezaron a rugir sobre su terruño, si bien Havertz sirvió gran pase a Werner que no pudo concretar, a la media hora de juego. Se escurrió la primera parte con una ligera ventaja emocional para los británicos, animados por su gente, mayoría de los 40 mil asistentes.
El revelador arquero Pickford desvió un disparo del inquieto Havertz, para mantener su puerta intacta como en el resto del certamen, en un segundo tiempo que arrancó otra vez con posesión alemana pero escasa cuota de peligro. Sosteniéndose con el corazón de león, poco a poco los de blanco fueron inclinando la balanza, de manera casi inadvertida, hasta que a quince del final, Sterling provocó el estallido del respetable, incluyendo a los famosos de rigor, culminando una jugada de esencia clásica, con pivoteo, apertura y conclusión. No se iban a rendir los germanos, desde luego: apareció otra vez el talento de Havertz para ponerle a Müller una pelota con total ventaja en el mano a mano con el arquero, pero su disparo se fue por un lado.
El error de uno de los jugadores más experimentados del equipo teutón se convirtió en rápida respuesta inglesa, como para evitar cualquier otro susto de tal dimensión: Grealish intervino de nuevo, como en el tanto anterior, para centrar a la tierra donde usualmente debe habitar Kane, quien por fin anotó el certamen con elástico remate de cabeza y finiquitar el partido, la presencia de la Mannschaft en el torneo, quedando a deber, y la estancia de Löw en la dirección técnica, tras 16 años de importantes logros, mientras que Southgate, el entrenador inglés, fue quien falló el penal decisivo en 1996, cuando Inglaterra quedó eliminada ante Alemania en la Eurocopa de 1996. El futbol da revanchas. Casi siempre.
Batalla campal
Con atractiva combinación de amarillo y azul en Glasgow, suecos y ucranianos se vieron las caras en uno de los enfrentamientos que menos atraían los reflectores más allá de sus fronteras. Suecia dominó los primeros veinte minutos aunque quien tuvo el par de oportunidades más claras fue Ucrania. Sofisticado servicio de tres dedos de lado a lado del área por parte de Yarmolenko, para que Zinchenko le pegara como venía con depurada técnica individual, acomodando el cuerpo en posición exacta, y vencer el lance del portero, cerca de contener el obús: festejó el jugador del Manchester City haciendo efusivamente la señal de silencio. Los nórdicos no perdieron el estilo y siguieron tratando de rebasar esa cada vez más marcada línea de cinco al medio y tres al fondo, mientras que los ex soviéticos parecían respirar cómodos en el contexto generado. Siguió tocando la puerta el cuadro sueco con la virtud de la paciencia pero no pasaba del porche, justo desde donde Forsberg se animó a disparar y, apoyado en una desviada, concretó el empate momentáneo.
Los de amarillo salieron a la segunda mitad con la firma intención de darle la vuelta al marcador, con el impulso de haber conseguido el empate justo a tiempo; los de azul parecían dispuestos a volver a tomar la ventaja y sin decir agua va, cada equipo puso la pelota en el poste rival. Tras un pasaje más reposado, de pronto otra llegada sueca con disparo desde el pico del área y posterior contragolpe ucraniano: desarrollo episódico cargado hacia los escandinavos, quienes dejaron otro balón en el travesaño, segundo de Forsberg, que pareció ser desviado por el arquero con penetrante mirada. Se entabló una lucha de estilos, entre la pausa congelante y la presión insistente. Predominó el primero en los veinte minutos finales, mientras la sombra del alargue cubría más el campo escocés.
Ucrania empezó unos accidentados tiempos extra, en los que hubo más lastimados que tiros a gol, teniendo la pelota sin trastocar su estilo de pase lateral, parsimonia y desenfado. A los seis minutos, triple cambio por parte de los suecos para fortalecer y refrescar la ofensiva, de tal forma que se pudieran evitar los azarosos –aunque muy futboleros- penales, intención que cambió de inmediato por la expulsión de Danielson, obligando a otra modificación de cada bando, ya sea por estrategia o por lesión. Como cabría pensarse y entre varios hombres caídos, los veinte minutos restantes fueron de resistencia sueca ante un previsible dominio ucraniano sin mucha imaginación, teniendo la pelota pero sin saber qué hacer con ella, hasta que supieron, una vez: centro preciso y Dvobyk remata de cabeza al filo de la tanda de tiros de castigo. Suecia se despide con la sensación de retirarse antes de tiempo de la fiesta.
COPA AMÉRICA [XI]: PRIMERA FASE
Con el tumulto de equipos con posibilidad de calificar, ocho de diez, el análisis del desempeño de cada uno tiene que ver con el cálculo para no quedar en último lugar y tratar de evitar enfrentarse a Brasil, el equipo con más goles anotados y menos recibidos, o a Argentina, con mayor número de remates a portería, claramente superiores en sus respectivos pelotones, alcanzando 10 puntos. Uruguay respondió a la expectativa y Perú sorprendió para bien, mientras que Paraguay y Ecuador cumplieron, Chile y Colombia decepcionaron. Venezuela luchó pero no le alcanzó a pesar de obtener un par de puntos, y Bolivia se fue con las manos vacías. Las eliminatorias mundialistas están atravesadas en esta Copa, por lo que quizá algunas selecciones guardan armas para aquellos enfrentamientos.
Se anotó un promedio de 2.3 goles por partido, siendo los que menos recibieron Argentina, Brasil y Uruguay, con dos cada uno; se vieron partidos equilibrados en su mayoría, con la acostumbrada lucha sudamericana (26 faltas por partido) y que en determinados momentos se desequilibraban: hubo seis empates entre los veinte juegos disputados y todos los equipo anotaron gol, en tanto Bolivia terminó con la defensa más vulnerada. Un elemento ausente que hizo mucha falta fue el público, a diferencia de los partidos en Europa: dadas las condiciones, se decidió atinadamente realizar los juegos con tribunas vacías, situación que impacta en el tenor emocional de la competencia. Messi fue quien más goles metió (3) y más disparó al arco (12); junto con Neymar, fue también el que más asistencias tuvo. El peruano Yotún fue el máximo recuperador y el paraguayo Espínola el que más interceptó pelotas.