lunes. 23.06.2025
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Corona Capital 2017 [I]

Una breve revisión de algunos de los invitados ilustres a este festival, que aprovecha bien los recursos y patrocinadores para incluir en su cartel a diversos artistas que están presentes en la agenda del rock y anexas.

Corona Capital 2017 [I]

Ellas marcan tendencia

La inglesa PJ Harvey lleva 25 años convertida en una de las mujeres clave de la escena roquera, por su constante capacidad para tejer letras descarnadas, expulsadas con vocalizaciones intimidantes, y lanzarlas a sugerentes redes armónicas que van de la intensidad femenina, con todo y perspectiva histórica, a la explosión sentimental apenas contenida, entre cuerdas de diverso acento. Sentó sus bases en la primera mitad de la década de los noventa con tres álbumes esenciales al hilo, como si se tratara de una interminable cascada creativa: Dry (1992), Rid of Me (1993) y To Bring You My Love (1995) mostraron a una artista integral con necesidad de compartir sus preocupaciones vitales, más allá de requerimientos mediáticos.

Presentó después, tras grabar una canción con Nick Cave, Dance Hall at Louse Point (1996), junto con el guitarrista John Parish, con quien también concibió A Woman a Man Walked By (2009). Cerró el siglo con el cuestionador Is This Desire? (1998) y el pegador Stories from the City, Stories from the Sea (2000), marcando rumbo hacia el nuevo milenio, en el que ha mantenido un sorprendentemente alto nivel de energía, con álbumes como el personal Uh Huh Her (2004), White Chalk (2007) –donde destaca la presencia del piano-, y Let England Shake (2011), obra mayor de miras políticas que la ubicó en la tesitura de la música de protesta, retomada en The Hope Six Demolition Project (2016), mostrando que la madurez no implica ablandamiento ideológico.

Por su parte, Angel Olsen es una heredera y transformadora de tradiciones estilísticas. Oriunda de San Luis Misuri, se mudó a Chicago y empezó a cosechar su vena alternativa a través de los surcos del folk y el indie rock. Tras colaborar con Bonnie “Prince” Billy, lanzó desde la absoluta confección casera Strange Cacti (2011), en el que levantaba la mano para participar en la escena del movimiento folkrock, recibiendo la palabra con Half Way Home (2012). Vendrían después dos discos excepcionales: Burn Your Fire for No Witness (2013) y My Woman (2016), de alcance directo sin concesiones, dándole la bienvenida a un acento roquero bien integrado  a la contagiante sensibilidad folk.

Y ellos también

Elbow es uno de los grupos esenciales del siglo XX. Comandados por Guy Garvey, vocalista con profunda sensibilidad melódica e influencia directa y sin intermediarios de Peter Gabriel, los originarios de Manchester han construido un rockpop vital e inteligente, plagado de instrumentaciones entre orquestales y esencialmente guitarreras, que viajan de la abundancia roquera a la intimidad catártica, atravesando sutilmente por las fronteras estilísticas del progrock intervenido con dosis de actualidad, que plantea miradas a los tiempos en que las relaciones están marcadas por la incertidumbre.

Asleep in the Back (2001) y Cast of Thousands (2004) sirvieron para poner el pie firme, y con Leaders of the Free World (2005) ganaron total reconocimiento, con todo y el enfoque deliberativo. El brillante The Seldom Seen Kid (2008) mostró el rango de sensibilidad de lo que eran capaces, y Build a Rocket Boys! (2011) acabó por resultar confirmatorio de la compenetración del concepto estético de la banda. Para confirmar el estatus y la capacidad para hacer un rock adulto (no en el sentido conformista), ahí están The Take Off and Landing of Everything (2014), pleno de sensibilidad melódica, y Little Fictions (2017), apostando por las esperanzas de las realidades paralelas; entre ambos, Garvey grabó en solitario Courting the Squall (2015), de mirada introspectiva.