Torneos continentales 2021 (XV) • Concluye la etapa de grupos en la Eurocopa
"…un resultado inesperado y otro muy reñido…”
En esta quincuagésima entrega de los certámenes en Europa y América concluye la etapa de grupos en el primero y continúan
EUROCOPA (XV)
En los siguientes dos partidos de los octavos, un resultado inesperado y otro muy disputado, entre dos contendientes.
Checa la sorpresa
Países Bajos pasó lista pronto en el arco de la República Checa, contestando la cortesía de inmediato con disparo desviado. Control paulatino de los de naranja para incrementar la presión en zona comprometida, en tanto los de blanco lograban llegar por primera vez con cierta prestancia pasados los veinte minutos, situación que los motivó para animarse a ir un poco más hacia delante como si se dieran cuenta que eran capaces de afectar el mecanismo neerlandés, perdiendo funcionalidad al frente. Tras un episodio obtuso, el partido revivió en los minutos finales, en los que ambos equipos recuperaron memoria y produjeron cierto desasosiego en las porterías rivales, sin alcanzar la profundidad de los hexágonos, en particular los habitantes de Chequia, un poco más cerca que sus rivales.
Salieron bien enchufados los checos a la segunda parte, en tanto los neerlandeses tuvieron una gran oportunidad robada de los pies por el portero Vaclík, disipando las dudas mostradas en la primera parte. En la siguiente jugada, un resbalón seguido de una mano cometida por de Ligt en emergencia, le costó la tarjeta roja tras revisión del VAR, y los restantes 35 minutos verían un partido distinto. Tuvieron de inmediato una opción los checos, salvada con elasticidad por Dumfries y el ambiente anunciaba próxima anotación, que llegó vía par de cabezazos en el área, como se esperaba, al fin empujada por Holeš al 68’. El destino parecía escrito y se confirmó con el tanto de Schick, apareciendo otra vez en el tablero. El marcador ya no se movió en Budapest y la primera sorpresa de la fase quedó consumada. Gran oportunidad de aprendizaje para los jóvenes de naranja.
El rey (lusitano) ha muerto
Los estelares de ambos equipos listos para uno de los duelos más esperados de la fase de octavos. Portugal con su uniforme de visitante empezó a desplegarse por el campo y con la consigna inicial de no prestarle la pelota a Bélgica, con el clásico uniforme rojo. Mientras los atractivos duelos individuales se iban dibujando, los lusitanos tuvieron la primera aproximación y los belgas empezaban a apostar por largas posesiones, imitados después por sus contrincantes. Prevalecía el respeto entre ambos conjuntos, así como las estructuras defensivas sobre los intentos de agredir la meta contraria, hasta que hacia el término de la primera parte, el encuentro se abrió un poco y justo el arquero Courtois inició una jugada en el fondo con quiebre a Cristiano que terminó en el gol de T. Hazard, vía disparo desde fuera del área que tomó una trayectoria impredecible para Patricio.
La segunda mitad empezó con la mala noticia de la salida del brillante De Bruyne, quien ya no pudo continuar, generando cierto momento de indecisión entre su equipo, obligado a reconfigurarse ante la pérdida de un jugador de tales dimensiones. Los portugueses parecieron aprovechar esta situación y empezaron a posicionarse en campo alto para poner a prueba el arco del gigantón guardavallas belga, incluso generando dos o tres alternativas para emparejar el tanteador. Después de un pasaje ríspido y de intensa lucha en medio campo, las áreas se iluminaron a partir del 80’, cuando los de la península ibérica avisaron con un remate de cabeza y un remate al poste, mientras los Diablos Rojos se inclinaban por el contragolpe: la ansiedad crecía y se instalaba en cada jugada hasta el final, sin que los portugueses lograran emparejar y se despidieran del certamen con la búsqueda como motivo principal. El rey ha muerto.
COPA AMÉRICA (IX)
Se definió el primer grupo del certamen, por alguna razón nombrado con la B, en donde los anfitriones dominaron sin problemas y los peruanos los secundaron.
Entre fallas y llegadas
Perú enfrentó a un muy necesitado equipo de Venezuela, jugándose la última oportunidad para no ser de los dos conjuntos que quedarían fuera de la competencia. Y la competencia empezó para veri quién de los dos fallaba la más clara: un disparo que se va por encima del poste y un cabezazo que se escurre por un lado, ambos en inmejorable posición y plena soledad para ejecutar sin problema. El partido continuó con una tendencia ligeramente favorable hacia los peruanos, quienes más se anunciaban en la portería del otro lado a través de algunos remates que se extraviaban en la línea meta; ya cerca del final, también la Vinotinto se acercó en una ocasión, sin consecuencias, en ese momento clasificada por la derrota temporal de los ecuatorianos.
Pero cerca del inicio de la segunda mitad, los peruanos se fueron al frente en el score gracias al remate a bocajarro de Carrillo, tras encontrarse con un rebote derivado de un tiro de esquina. El gol le hizo mucho bien al partido, sobre todo porque en el otro encuentro el marcador se empató y los venezolanos necesitaban irse al frente para buscar darle la vuelta. Las jugadas en ambas puertas se presentaron con fluidez, inmediatamente por parte de los incas y a partir del 60’ de los venezolanos, que exigieron al portero Gallese en dos o tres ocasiones. Se respiraba un ambiente de ruptura en medio campo, dejando que las acciones en las dos áreas se desarrollaran con peligro, aunque al final marcadas por el error y la incapacidad de la concreción.
Empate clasificador
El equipo de Ecuador enfrentó a los poderosos anfitriones sin tener la calificación asegurada. Una derrota combinada con el logro de puntos por parte de los venezolanos, lo dejaría fuera de la competencia. Así empezó un encuentro en el que Brasil, ya calificado y con algunas modificaciones, empezó a controlar movimientos y espacios, como cabría esperar, aunque los de azul alcanzaban a mandar algún aviso, en particular durante los primeros minutos. Y fue en el 37’ cuando Everton cobró una falta directa al corazón del área que fue respondida por Militão con cabezazo alto y cruzado, inalcanzable para el guardameta. Sin mucha alharaca, los de casa se iban al descanso con el marcador a su favor.
A sabiendas de su situación, los ecuatorianos salieron a la segunda parte con la clara consigna de lanzarse rumbo a la igualada o, al menos, morir por algo. Empezaron mejor y el esfuerzo tuvo fruto pronto cuando Mena emparejó el marcador, aprovechando una pelota a modo para insertarla en la portería. Además de su valor cuantitativo, el gol le infundió ánimos a Ecuador y se asumió como igual a su contrincante, jugando con mayor soltura y confianza, en tanto los cariocas no parecían modificar mucho la postura, más allá de las modificaciones mandadas por el técnico. Todavía se presentaron un par de arribos pero el empate se mantuvo, dejando a la Verdeamarela como líderes del grupo y a la también conocida como Banana Mecánica en el cuarto puesto, suficiente para clasificar.