“Semana mala echarla fuera”, dicen en el barrio cuando los días no han ido bien; el panismo guanajuatense se pronuncia por la afirmativa.
Vaya semanita la de las estructuras azules, partidarias y de gobierno, a las que desbordaron las evidencias de corrupción transexenales; estremecieron de nuevo la violencia criminal; asomaron el oscurantismo y amagan con desgajar al partido.
Justo en el lapso en el que mejor retratan las expectativas de combate al crimen organizado en el estado con índices delictivos en una baja sostenida y una coordinación manifiesta en los hechos con las fuerzas federales, una masacre, otra, intimida a Guanajuato y lo confirma en el centro de las miradas de la nación. 
La fiesta patronal del 24 de junio, Día de San Juan, fue asaltada por sicarios que dispararon contra el vecindario que bailaba a mitad de la calle en Barrio Nuevo, en Irapuato. Mataron a 10 allí, otros dos murieron en el hospital y unas veinte personas están heridas. La fiscalía confirma la muerte de un joven de 17 años. El vecindario denuncia que un niño perdió un ojo, herido por las esquirlas. La ‘Banda San Cristóbal’ transmitía el jolgorio en redes sociales.
David Saucedo, analista en seguridad, sugiere que el Cártel Santa Rosa de Lima cometió el crimen para atraer a las fuerzas policiales a una plaza que controla el Cártel Jalisco Nueva Generación. El resultado es el mismo. 
La gobernadora Libia García condenó los hechos desde las redes sociales, expresó sus condolencias y se fue a la ‘Mesa de Seguridad’, donde seguro escuchó mil versiones encontradas. Hasta ahora, nada más. El estruendo de la tragedia alcanzó a ‘La Mañanera’ de la presidenta Claudia Sheinbaum. Lo mismo. La calificó como lamentable. Dijo que ya hay una investigación en curso. Y la Fiscalía estatal escribió en ‘negritas’ su compromiso de “no dejar estos crímenes impunes.” 
Mientras, en el Congreso del Estado predomina una circunstancia que advertimos desde que Juan Carlos Romero y Jorge Espadas ‘disputaban’ la presidencia de la Legislatura. El segundo se quedó con el empleo. Nada sería diferente. Juegan ‘las contras’ a la gobernadora Libia García y su agenda de respeto a los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBTTTIQ+.
La más reciente ‘puntada’ de pretender imponer una consulta a las personas con discapacidad, y posponer así la discusión del derecho al matrimonio igualitario y la prohibición de las ‘terapias de conversión’ –que es donde aplicaría el ardid-, de tan hilarante raya en la angustia. 
Al tiempo que la gobernadora echa a andar una subsecretaría para la Diversidad Sexual y sde Género, Espadas se resiste a inscribir como ‘matrimonio’, en el Código Civil a la unión entre parejas del mismo sexo. "Yo tengo mi punto de vista y eso se refleja en las políticas públicas que tiene mi gobierno", dijo Libia García a los reporteros.
En el antecedente inmediato la mayoría panista en el Pleno, con el voto de una diputada (muy) ‘Verde’ que ‘cambió de opinión’, ajá, mandó a la basura del archivo definitivo las Iniciativas que empujan la despenalización del aborto, diga lo que diga la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Si aprobaron la reforma que reconoce la identidad de género es porque el Congreso local fue obligado por un mandato judicial. Además, los panistas se abstuvieron de votar, con excepción del jefe estatal de su partido, Aldo Márquez, diputado por acción afirmativa.
‘Se hunde Espadas’, diríamos…
Mi casa es tu casa
Y de pronto el secreto a voces hizo eco. La plataforma ‘POPLab’ ubicó las coordenadas de la residencia del exgobernador Diego Rodríguez y familia en una zona dorada de Houston, Texas. Un millón de dólares cuesta la vivienda -de difícil aceso con un crédito del Fovissste. 
¿Y qué tiene?¿Y qué tiene? Pues nada, que el propietario legal de la finca es Daniel Esquenazi, lobista de Seguritech, la empresa que vendió las cámaras de seguridad con las que se creó el programa ‘Escudo’, un fracaso rotundo, y que recibió –y recibe- contratos de mantenimiento por más de 3 mil millones de pesos a cargo del erario estatal. Inexpugnables, dicho sea de paso.
Un par de días después, Diego Rodríguez se ‘defendió' en el diario ‘Reforma’, donde publicó una ‘nota aclaratoria’ en la que sostiene que “Es falso que yo sea propietario de una casa en el vecino país. Quienes radican en EUA son mi esposa y mis hijas ya que ellas se encuentran estudiando. Durante su estadía han vivido en casas rentadas..” -¿De plano no encontró quién le echara la mano para ‘argumentar’ una argucia medianamente creíble?
En lo alto del pastel la cereza siempre es disfrutable. El ‘Affaire Oliva’. Juan Manuel Oliva Ramírez, líder de Acción Nacional en el estado; diputado; secretario de Gobierno; senador; gobernador de Guanajuato, o’ra sí se les fue. Después de 37 años de militancia en el PAN, a donde ‘se tiró de cuernos’ de tiempo completo luego de que el alcalde leonés Carlos Medina lo echó de su jefatura de prensa, dijo adiós. Se va a dar cuerpo al partido “México Republicano.”
Conforme a lo calculado, su ida disparó un alboroto en los grupos de negocios de la política panista en Guanajuato. Oliva fue reportero, no muy bueno pero fue, así que algo entiende del trasiego de la información en los medios.
Dos perlas iluminaron la marcha: la primera, que ‘hasta gente de Libia’ hace fila a las puertas de Juan Manuel y su nuevo membrete; la segunda, que pone en un predicamento la incipiente carrera política del secretario de Gobierno, Jorge Jiménez, en razón de su relación familiar de suegro/yerno.
En realidad ninguna de las teorías tiene ni pies ni cabeza: Libia Denisse lidera un gobierno que ganó en las urnas. Bastantes pendientes carga como para adentrarse ahorita ‘en las tripas del partido’. Ni frío ni calor ha de sentir por la salida.
Respecto al secretario de Gobierno, en la línea de arranque de una vida pública prometedora –tras una breve pero lucidora aparición como interino de la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez, con quien fue secretario del Ayuntamiento-, bastarían la discreción y la reserva familiar para separar lo uno de lo otro. Los tropiezos en el arranque de un gobierno son explicables. Paso a paso parece tomar con mayor firmeza las riendas del cargo. A menos que se nos distraiga con tentaciones políticas, claro.
De Juan Manuel, bueno, México Republicano es una organización política que se asocia al partido de Donald Trump. Concursa por la identidad de partido político nacional, aunque eso no interese a demasiados. Él dice que “desde cualquier trinchera –esa expresión le gusta mucho- seguirá la lucha por impulsar el humanismo político”. Oliva siendo Oliva. Lo bueno es que ya es finde.
(A)La Jaula
La Dulce Celaya
En la mismísima “Mañanera”, la Gobernadora Libia García firmó la Carta de Intención para levantar un ‘Polo de Desarrollo Económico para el Bienestar’. Integra el proyecto de la Puerta Logística del Bajío a esa estrategia nacional de la presidenta Sheinbaum. Nerviosona, Libia describió el “puerto seco” a construir en Celaya. Se almacenan y distribuyen mercancías en trenes y carreteras, sin mar a la mano. Va en alianza entre el gobierno de Guanajuato y el grupo español AZVI. Participan Ferromex y CPKC. La primera etapa ocupará 51 hectáreas, con miras a 200. Terminales ferroviarias, zonas de carga y descarga, aduana, servicios de última milla, conexión para exportar e importar. Va a catapultar a Celaya, a la región Laja-Bajío como uno de los principales centros logísticos del país. En Celaya cruzan Ferromex y Canadian Pacific Kansas City (CPKC). Por ahí ya pasa el 23% de la carga ferroviaria de México. A tiro de piedra las armadoras Mazda, Honda y Toyota. A León nomás le quedan los celos…
Correspondencia: tigresdepapel001
‘X’: TigresDePapel