lunes. 17.02.2025
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Tigres de Papel • Calibre 50 • Francisco Javier Mares

Una sociedad exhausta […] espera acciones concretas en su defensa. Nomás no las encuentra…

Tigres de Papel • Calibre 50 • Francisco Javier Mares


Los gendarmes de León, algunos con rifles de asalto ‘R-15’ en las manos, recién llegadas las ‘Uzzi’, allá en los primeros meses de 1985, me decía el Capitán primero de caballería del Ejército Mexicano en retiro, Jesús Antonio Almada Félix (+), entonces director de la policía de la ciudad: “No, Paquito, no voy a abrirles el mecanismo de ráfaga a los policías. Es tiro por tiro. A los delincuentes no les importa quién muera. Los nuestros matan a un niño y la policía se acaba…”

Cuarenta años después, todavía caminamos en círculo.

¿De qué calibre han de ser las armas que portan las fuerzas oficiales? Discrepan la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y la gobernadora de Guanajuato, Libia Dennise García Muñoz Ledo.  

En realidad es un falso debate el que propuso la primera mandataria, que hábilmente esquivó la jefa del Poder Ejecutivo guanajuatense.

Vamos por partes.

-“Es una lucha desigual” la de los policías de Guanajuato con el crimen organizado”, dijo Libia Dennise tras la muerte de cuatro agentes de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, FSPE, caídos el 16 de diciembre del año anterior en un tiroteo en Uriangato. Les llamó ‘héroes’ que cumplieron con su deber hasta caer abatidos. 

El 6 de enero de este 2025, en lo que algunos consideraron una franca revancha, en Yuriria las fuerzas estatales se enfrentaron a presuntos integrantes del ‘Cártel Santa Rosa de Lima’. Mataron a 10 de ellos. “¡Se acabaron los abrazos!”, festinó días después el secretario de Gobierno, Jorge Jiménez Lona, mientras su jefa inauguraba la Feria de León. “La fuerza del Estado se tiene que aplicar”, sentenció él.

Anunció ahí que la Secretaría de la Defensa Nacional, había autorizado el uso de calibres mayores a las fuerzas estatales de Guanajuato. Que realizarían los procedimientos debidos para comprar esas armas y, en tanto, la Sedena prestaría el armamento a los uniformados estatales y a las policías de algunos municipios.

Entonces vino el desencuentro. 

En la semana que acaba, en su ‘Mañanera’ del martes 13, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que “las policías tienen que estar formadas, tienen que ser profesionales, sí tienen que estar con los equipos necesarios, pero no por tener calibres mayores se va a resolver el problema de la violencia en Guanajuato.”

Más: “Nosotros no creemos en los estados de excepción. Eso fue lo que ocurrió con la guerra contra el narco (de Felipe Calderón), que todo era un estado de excepción y era el permiso para matar. Guerra quiere decir eso, ‘permiso para matar,’ en un estado de excepción donde no haya juicios.”

Luego regresó al discurso ‘4T’ de “la atención a las causas y la cero impunidad”.

Sí pero no

A diferencia de lo que hacía su antecesor Diego Rodríguez, la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo mostró reflejos sin engancharse en el discurso presidencial. Coincidió con Claudia Sheinbaum en que el mero uso de armas de un calibre alto no es suficiente para acabar con la violencia. ‘Cier-ta-men-te’, diría el clásico, ella no había dicho eso.

Con firmeza subrayó que es necesario ejercer la fuerza del Estado –y ‘con guante blanco’ reviró casi en ‘palabras morenas’ que “en la atención a las causas y la prevención, mientras logramos esta construcción del tejido social, hay que tener una respuesta eficaz a la demanda de la gente, de devolver la paz y la tranquilidad a Guanajuato.”

De las armas de alto calibre, diría que no son la solución, pero sí “una herramienta que permite combatir de manera más eficaz a los que buscan generar inestabilidad.” Que en Guanajuato no hay guerra, es Estado de derecho.

Libia, pues, ha sorteado con buenaventura su primer diferendo público –que ni siquiera lo había sido- con la presidenta Sheinbaum. Importante sin duda, no es lo más. El compromiso –y urgencia- es la reconversión de las fuerzas policiales todas, su coordinación y las tareas de inteligencia.

La gobernadora acierta. A los policías de medio uniforme, cachucha y tolete como los hay en no pocos pueblos de Guanajuato en las cuatro esquinas del estado, es absurdo pedirles que vayan e enfrentar al crimen organizado. Del verbo olivista de ‘blindar las fronteras’ de la entidad para evitar que ‘las cucarachas’ llegaran de Michoacán o Jalisco, al glamour del ‘Planet Youth’ de Diego Rodríguez que hasta su cancelación sirvió para maldita la cosa –en medio el señuelo de los exámenes ‘de control y confianza’ y la prédica de ‘el pleito es entre ellos’ que hacía Miguel Márquez-, los municipales apenas fueron carne de cañón del discurso de los tres gobernadores.

Una sociedad exhausta, espoliada por las extorsiones; los robos a transeúnte, en casa o negocio; el narcomenudeo; el saqueo de combustible en los ductos federales; la corrupción gubernamental; los asaltos carreteros; las personas desaparecidas; los homicidios a mujeres y menores; los asesinatos en masa, todavía espera acciones concretas en su defensa. Nomás no las encuentra…  

En septiembre de 2013, ‘el capi’ Almada Félix (fallecido en noviembre de 2018), me respondió en entrevista en su residencia: 

-“Una ciudad crece con lo bueno y con lo malo. Hay más armas. Y no tenemos que acostumbrarnos a eso: la autoridad está para poner orden ¿El Ejército? El Ejército tiene otra misión… Y ese vicio de los políticos que se creen policías”.

Por cierto. A propósito del grupo musical ‘Calibre 50’ y demás. La gobernadora Libia García dejó en Salvatierra su veto y se retiró lentamente. A ver, aquí no se trata de libertad de expresión o ‘gustos musicales’. Si los músicos hacen apología del delito, cometen un delito. Punto. No más contrataciones desde el gobierno o los privados a esas loas. A la moción se sumó ‘ipso facto’ Alejandra Gutiérrez. Nada menos que la alcaldesa que llevó a Santa Fe Klan a la velaria de la feria de León, donde el muchacho se puso a repartir ‘probetes’ de mariguana. Todo es parte de lo mismo –ayno. 

(A)La Jaula

Tres de nueve

Los diputados al Congreso de Guanajuato enviaron a la gobernadora todos los nombres que se les ocurrieron como relevo del exfiscal Carlos Zamarripa. Nueve. Les dijeron que al menos cinco. Ellos decidieron: todos. Si alguien hubiese dicho: ¡‘Paquita la del barrio’!, ese mismo habrían puesto en la mesa de Libia García. En fin, son, 1, Juan Manuel Álvarez González (PRI); 2, Gerardo Vázquez Alatriste (PRI, PVEM, PT); 3, Zucé Anastacia Hernández Martínez (PRD); 4, Carlos Díaz Abrego (MC); 5, Julio César Maldonado Ledesma (PAN); 6, Antonio Mendoza Chávez (Morena); 7, Dalia Ramírez Delgado (Morena); 8, Israel Aguado Silva (PAN) y 9, Ricardo Vilchis Contreras (PAN). Emocionan a nadie. Libia tiene 10 días para regresar una terna: ¿Julio César Maldonado, Antonio Mendoza Chávez y Gerardo Vázquez Alatriste le suenan? Luego los diputados se toman otros 10 días para la designación ¿Maldonado o Vázquez Alatriste? Hay quienes vaticinan que Zucé Anastacia irá de provisional a ratificada. Juéguele, juéguele. Como los diputados, pues.

Correspondencia: [email protected]

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