sábado. 14.12.2024
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Tigres de Papel • Desfiles • Francisco Javier Mares

Uno mira semejante despliegue de armas y gallardía, y no se explica tantos miles de asesinatos impunes…
Tigres de Papel • Desfiles • Francisco Javier Mares

Uno mira semejante despliegue de armas y gallardía, y no se explica tantos miles de asesinatos impunes.

Porque a espaldas de los bonitos desfiles federales, estatales y municipales, con polìticos y funcionarios dispuestos para la foto en balcones y graderías, impera la violencia criminal sin días patrios que le impongan un alto.

En Ciudad de México, el 16 de septiembre, efeméride del inicio de la guerra de independencia fue pretexto para oootra de las despedidas cálidas que ofrecen al presidente Andrés Manuel López Obrador, en los últimos días de su gobierno. Allí encabezó el desfile militar, el último de su administración. Al mandatario, en estos nuevos modos, lo acompañó la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo. Es la primera ocasión que dos mandarios presiden la ceremonia.

Luego, lo de siempre. Pase de revista a las tropas, que fueron del Zócalo y recorrieron el Paseo de la Reforma hasta el Campo Marte. Participaron alrededor de 15 mil 590 militares, el 22 por ciento mujeres de la Sedena y Semar.

Fueron tres horas de ver desfilar a esos miles de elementos de la Guardia Nacional y de las Secretarías de la Defensa Nacional y de la Marina-Armada de México, con vehículos y armas que invitan al asombro de los adultos, fantasías de las infancias y la más absoluta indiferencia del crimen organizado.

En su escala debida, la estampa se replicó en cada rincón del país. Bueno, no: estados y municipios hubo en los que de plano se suspendieron los actos cìvicos por miedo a los delincuentes, como en Sinaloa. En Guanajuato, en el pequeño municipio de Comonfort, por ejemplo.

Como sea, acá, en la ciudad capital sí hubo desfile, que tuvo como protagonistas a contingentes robustos del Ejército y la Guardia Nacional.

Esta vez, a las autoridades les dio flojera hacer el recorrido tradicional en las calles de la zona centro, y se quedaron en el balcón del Museo de los Tres Poderes, cual desfile de la toma de la Alhóndiga de Granaditas. El presidente municipal Alejandro Navarro ni se paró.

Para entender cuánto intimida a la delincuencia la ostentaciòn de las armas oficiales, basta repasar el episodio en la comunidad de La Tinaja del Coyote, en el municipio de Yuriria, en pleno 16 de septiembre: cinco ejecutados a tiros en una sola embestida. Dos más quedaron heridos.

La masacre, a 48 horas de que la gobernadora electa, Libia Dennise García Muñoz Ledo, presente al gabinete que le acompañaría en su sexenio 2024–2030, y se conozca el relevo de Alvar Cabeza de Vaca, secretario de Seguridad Pública; como lo prometido es deuda, se iría también el fiscal, Carlos Zamarripa Aguirre, aunque eso debe resolverlo el Congreso del Estado.

Balas y fotos

Y tampoco es cosa de ir a las esquinas de la entidad para topar con la violencia en Guanajuato: su corredor industrial, de los pueblos del Rincón a los apaseos, va para dos décadas que está convertido en la alfombra roja del crimen organizado.

En recuento que hace el diario Milenio, en León, la ciudad más poblada del estado y tercera en el país, los asesinatos aumentaron en 14% entre la segunda e ingrata administración de Héctor Germán René y la primera de Alejandra Gutiérrez Campos, que está a nada de concluir para dar paso a su segundo turno. De octubre del 2018 a septiembre del 2021, la ciudad sumó mil 706 homicidios. De octubre de 2021 y hasta junio del 2024, otros mil 945, según el secretariado de seguridad federal. Todo lo demás es rollo.

O desfile…

Desde la administración de la (entonces) priista María Bárbara Botello Santibáñez, cuando comenzaron, advertíamos que los paseos militares de fin de semana servían para ‘dos nadas’, más allá del arresto de bebedores en las esquinas o borrachines que orinaban en la vía pública.

Bien, pues eso no ha cambiado demasiado. Los militares y la Guardia Nacional, como los gendarmes municipales, llegan justo después de los asesinatos, apenas a tiempo para ‘resguardar’ la escena del crimen, mientras los pistoleros escapan tan campantes.

De cuaquier manera, la conmemoraciòn el lunes estuvo ‘muy padre’.

El recorrido fue del Parque Hidalgo,  4.5 kilómetros, hasta las instalaciones de la feria del pueblo. A la cabeza, militares y la guardia nacional, las fuerzas policiales locales y cuerpos de servicio. Aplausos entusiastas al personal de limpia, que vaya que se los merecen.

Los municipios de Guanajuato, el país, sangran mientras sus gobernantes se toman fotos.

(A)La Jaula

El Grito

En una pausa de la Banda MS, y luego de seis años de un baile polìtico a la oposición, el presidente AMLO se regocijó en su último Grito de Independencia desde el balcón presidencial en Palacio Nacional. Cosa de los usos y costumbres, el zócalo a reventar. Llegaron de todo el país y extranjeros que nacieron mexicanos porque les dio su ingada gana. ¡Viva México!, gritaron en el 214 Aniversario de la lucha que inició en el mero Guanajuato. 25 “vivas” a los héroes y de chile y de manteca. “A’i” te encargo a mi pueblo”, dijo a su relevo. El zócalo coreó ¡Claudia! ¡Claudia!, en anticipo de los seis años que vendrán.

Correspondencia: [email protected]

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