Tigres de Papel • Ricchi e poveri • Francisco Javier Mares
La caravana del juego de las cúpulas, trajo a la aldea la comunión de las candidaturas del oficialismo estatal puntero y de la rabiosa oposición federal sin remedio.
En León, a turnos, encuentros de Libia y Xóchitl con los patrones en el Poliforum, y con los obreros a rayo del sol en la plaza.
En el Centro de Convenciones de León –Otra vez, no del Poliforum, que se edificó con dinero público e inauguró Vicente Fox, presidente, en estos ‘dosmiles’ del Señor-, festejan su 45 aniversario. La sede gustó al Consejo Coordinador Empresarial de la ciudad para citar a sus agremiados, más los de Celaya, Irapuato, Salamanca y San Miguel Allende, a escuchar a Xóchitl Gálvez, la candidata presidencial de la coalición ‘Fuerza y Corazón por México’, seudónimo electoral 2024 del PRI, el PRD y el PAN -Unas dos mil sillas insuficientes en un salón de clima inventado. Riquísimo aquello.
Como quien se encuentra en el ‘brunch’ dominical –botellitas de agua a falta de mimosas-, los abrazos con palmadas a la espalda al filo del priismo cuaternario –en ellas, los besos amenazan las mejillas sin tocarlas-, los asiduos a las páginas de la grilla y de sociales, rememoran las tertulias del fin de semana y se comprometen a las del próximo.
Allí, cómoda en el overol de campaña, Libia Dennise García Muñoz Ledo, candidata a gobernadora en esa coalición versión Guanajuato, equivoca el tono y el discurso. No es ‘echaleganismo’ lo que quieren escuchar los inversionistas y apostadores de campaña -presidencial o distrital, no importa, porque lo que cuenta es la buena voluntad y el amor a la democracia-, que ofrecen dinero y los votos de sus trabajadores y parentela que suponen en sus alforjas -por ahí, sonrientes, Carlos Medina y Jorge Videgaray, codo a codo en el ejemplo.
Libia les habla de defender la libertad de México y su democracia. “Soy una mujer guanajuatense, una mujer valiente que no le teme a hablar de frente y a decir las cosas como son”-bisnes, bisnes, musita la concurrencia.
La candidata arriesga una promesa complicada -“Xóchitl, Guanajuato te va a dar el triunfo, en esta tierra de gente trabajadora reconocemos tu liderazgo”-. En realidad, la carrera presidencial está sentenciada. A un mes de la elección, Claudia Sheinbaum sigue 30 puntos encima de Xóchitl Gálvez, en números del Barómetro Electoral Bloomberg: 59 a 29, y 12 para Álvarez Máynez, de MC. En Guanajuato también ganaría Claudia, y cualquier punto menor a la diferencia con la que AMLO perdió acá en 2018 sería una derrota de la imagen azul estatal -Libia, en cambio, camina adelante 50 - 44 sobre Alma Alcaraz, en estadística de Polls Mx, al seis de mayo.
Antes, Roberto Novoa Toscano, jefe formal del CCEL y presidente nominal del ‘Club Empresarial Guanajuatense de Odiadores de AMLO’, se permitió comprometer el color del empresariado del estado. Sostuvo que el desvío de recursos que han mostrado su inviabilidad, amenaza llevar el país a un callejón sin salida de ingobernabilidad. Que en los últimos años se ha promovido la polarización y se ha perdido la paz y seguridad, y se han dinamitado los contrapesos de los abusos del poder. Zaz. Su hacedor de discursos, cierto es, lo ha colgado de los reflectores.
Xóchitl -a su entrada, su séquito intenta un ¡presidenta! ¡presidenta!, que nadie corea-, más trucha, borda sobre el Estado de Derecho –que sí está a favor de la reducción de la jornada laboral –votos, votos, votos-, pero que revisará la situación fiscal de los empleadores que la haga redituable. Que quienes ganen menos de 15 mil pesos no pagarán ISR. Que una ‘agencia’, impulsará el emprendedurismo. Que con el programa SISI –contracara de los ‘Ninis’-, los jóvenes adquirirán habilidades para el empleo.
Habla como la tía a la sobrina a la que convence de lo bueno que es la castidad. Nada desencaminada, Xóchitl, ubica en la extorsión la alerta mayor de la violencia criminal en México: “Los extorsionadores le cobran piso a los aguacateros de Michoacán; a los limoneros de Morelos; a los piñeros de Oaxaca; a los azucareros de Veracruz; a los distribuidores de pollo en el Estado de México–“, y la razón le asiste.
Si acaso, tropieza en su catálogo de ciudades hundidas en la violencia -Zacatecas, Colima, la más peligrosa del mundo-, en el que olvida citar a León, donde un par de jornadas atrás, el sábado, se cometieron ¡16 asesinatos impunes en 24 horas! –mientras ‘Ale’, en busca de la reelección, promete el paraíso.
Xóchitl termina a las dos y veintisiete, alguien organiza algunas preguntas –en los vapores de la ‘oruga’ hace un calor de los mil demonios.
Cuidados paliativos
En la recta final de la senda a la jornada electoral, Xóchitl Gálvez ha llegado a León en busca de cuidados paliativos.
Ya son las cinco de la tarde y las siglas batallan al juntar gente para la marcha breve, de la Calzada de los Héroes a la Plaza Principal, por esa tripita que es la avenida Madero. La convocatoria del ‘8 de marzo’ desternilla de risa. Las escenas de prosélitos que descienden del ‘acarreo’, esta vez de camiones del SIT, membrete útil para toda ocasión, son arrancadas de una película de Arau, sin respeto a los derechos de autor. Las brigadas ofrecen calcas a los automovilistas en tránsito. Pocos aceptan. El llamado ni siquiera acerca parroquianos a la ‘Destilería 18’. Todo muy triste.
A los azules se suman puñitos de banderas tricolores; del PRD, desencaminadas hacia un ‘Oro Pumas’; algunas en rosa Liverpool con el nombre de Xóchitl; otras ¡de la CTM! La gente rumora –y no es canción-, que ni Xóchitl ni Libia llegan al Arco. Hay desencanto. Poquito.
Xóchitl decidió no marchar. Como que la campaña le cansa. En los reportes oficiales de agenda al INE consta que cerrará con actos de campaña en un número tres veces inferior al de los protagonizados por la morenista Claudia Sheinbaum -Llega en su camionetota hasta Hermanos Aldama y Madero, la vieja esquina de ‘Novias y Sedas’, para caminar ya nomás sobre el adoquín hasta la fachada de la Presidencia Municipal ¿Así cómo?
En la calzada y en la plaza sus porristas buscan sombra. Sin invitación, e impedido para el ‘cover’ del Poliforum, aquí está el vecindario de sueños de un bonito color rosa tarjeta. Los matrimonios cargan a los críos. Las rebanadas de pizza animan a las filas de espera. Ese de arriba ha de ser un sol zapatista. En el redondel del cachondeo que circunda al kiosko se estrenan playeras como quien ya fue campeón. ‘Vamos con todo’, imprimieron en las casacas azules y blancas.
Una hora de retraso es nada. Bueno, sí, segunda llamada. En el inicio de la campaña, a Libia se le complicó sembrar seguidores en esa plancha. De nuevo, el gentío fracasa en su intento de abarrotarla. Se puede deambular entre la muchedumbre sin mayor problema. Dos movilizaciones fallidas presagiarían tragedia en la jornada de las urnas –en la que, además, será de lo más divertido vigilar la demanda de los taxistas en la plataforma oficial del gobierno del estado.
Xóchitl y Libia dejan abajo del tapanco a ‘Ale’. Ni modo de invitar también a Hilda Zukeyli López, del PRI y Karla Gisela Lira, del PRD –hm, la coalición es federal y estatal, pero en León hasta en las siglas hay clases, dirían los blanquiazules locales –mejor, espérenos muchachas.
De pasadita, Gálvez suelta un rasguño a Sheinbaum, a la que acusa de rebasar los gastos de campaña ‘por la cantidad de anuncios espectaculares que tiene’ –lo que tampoco es exacto: los gastos de campaña de Xóchitl son muy, muy superiores a los de Claudia en las cifras del INE.
Libia Dennise, aquí sí, arenga que a ella ‘no le va a temblar la mano’ a la hora de traer paz a Guanajuato, que éste es un estado bastión panista de México, y que “estamos listos para dar una nueva batalla contra la corrupción e improvisación: ¡Que salga este gobierno federal que le quedó chiquito a México!” –Esos aplausos no los tiene ni Memo Ríos.
El mitin acaba en lo oscurito de las ocho de la noche. En la primera de Juárez, un par de soldados preguntan a un policía municipal por allí dónde hay tortas –baratas, se entiende.
(A)La Jaula
En la Recta
En fin de semana Guanajuato tuvo también a Claudia Sheinbaum, la candidata de Morena a presidenta de México. En Celaya, discurso obligado en torno al asesinato a Gisela Gaytán, quien fuera su candidata a la Alcaldía. El compromiso de ganar esas elecciones, como homenaje póstumo. Xóchitl Gálvez, reviraría que fue Morena la que abandonó a su candidata. Convertirla en bandera no ayuda, ni a una ni a la otra. Son una pena.
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