Tigres de Papel • Viven su periodo • Francisco Javier Mares
La Legislatura 66 de Guanajuato entró a su segundo periodo del primer año de ejercicio con las mejores intenciones, como ha sido antes y como seguro será después.
Las escuadras parlamentarias de consideración, Morena y PAN, enfrentan a sus liderazgos en un duelo simpatiquísimo entre la academia y las artes de ‘la grilla’, en el folclor político mexicano con una ventaja obvia para las segundas fortalezas… -La chiquillada cobra por ver.
Así que allá fueron a la arena David Martínez Mendizábal y Jorge Espadas Galván.
El de guinda habló de violencia directa, estructural y cultural que retrata en acciones brutales en Guanajuato. Citó el asesinato del menor Mateo y el episodio de la muerte violenta de Milagros Montzerrat, cuyo homicida fue sentenciado a cincuenta años de cárcel; los homicidios impunes de Gisela Gaytán, candidata de Morena a alcaldesa de Celaya, y del pequeño migrante Javier Modesto. La violencia que acecha a las madres buscadoras y a los migrantes repatriados. Claro que refirió el proceso caótico de la nominación de Gerardo Vázquez Alatriste como nuevo fiscal del estado.
En su momento aquí observamos que el ‘pastor’ azul del Congreso, Jorge Espadas, había arrinconado con la mano en la cintura al morenista Martínez Mendizábal, a quien dieron la espalda incluso los legisladores ‘verdes’ y del PT, aliados de Morena en la elección presidencial, a propósito de esa designación; parece que David cayó en la cuenta.
Ahora estableció que el diálogo es la vía hacia los consensos –una llamadita entre las dirigencias nacionales tampoco estaría mal-, mientras sean de frente y no con prebendas como moneda de cambio -¡Zaz!
Morena puso su agenda legislativa sobre la mesa –tribuna, pues-: primero, ir en serio en la reforma al Poder Judicial estatal, en el ánimo de democratizarlo –y, de pasadita, separarlo un poquito de la manutención sin facturar del Poder Ejecutivo.
Apoyo a las reformas constitucionales que ya han sido confirmadas en otras entidades, en la agenda de la diversidad, como los derechos sexuales y reproductivos; que las mujeres puedan decidir sobre su cuerpo sin que sean criminalizadas; consolidar la tipificación del delito de feminicidio y reconocer el delito de transfeminicidio.
Por supuesto, la no reelección y el alto al nepotismo, que abandera la presidenta Claudia Sheinbaum; la reforma constitucional en materia de pueblos y comunidades indígenas y afromexicanos; la ley del sistema de cuidados; regular las acciones afirmativas en materia electoral; el derecho a un medio ambiente ‘desmercantilizado’ –cualquier cosa que ello signifique-; la seguridad social para periodistas y buscadoras; evaluación de la relación entre política social y pobreza. –Uuuf.
Guanajuato, dijo, vive un momento complicado. Llamó a sus pares políticos a estar a la altura de los hechos que identifican a Guanajuato: la violencia, la desigualdad, la pobreza, los salarios más bajos del país -como se difunde a nivel nacional.
David sostuvo que el modelo de desarrollo de su partido es ‘radicalmente distinto’ al modelo de desarrollo propuesto por el gobierno estatal –en subrayado a la línea de discurso salido de Palacio Nacional.
Con tinta azul
El azul Jorge Espadas Galván, presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso local, fue a la tribuna con el discurso políticamente correcto bajo el brazo, primero, doctrinal: el PAN pone al centro de las decisiones a las familias de Guanajuato y no a los partidos políticos –Oookei.
Atajó –también con líneas extraídas del manual- que ellos, los panistas, no buscan banderas políticas a partir del lucro con la vida de las personas. Que esa nunca será la visión de su grupo parlamentario. Todo lo contrario, la apuesta es por la construcción en un periodo legislativo “sumamente complejo para el estado”. Que hay reformas pendientes muy importantes para el país.
El panismo ha puesto plazo a la armonización de la reforma al Poder Judicial de la entidad: 14 de marzo. En vía de mientras, él mismo presentó ya una iniciativa de reforma constitucional que prohibiría a gobiernos y particulares financiar la promoción de todo candidato; a estos, “por sí o interpósita persona’ –una expresión genial-, la contratación de espacios en medios de comunicación de cualquier naturaleza. Obligaría a los partidos políticos y a los servidores públicos a abstenerse de posicionamientos y actos proselitistas o en contra de cualquier aspirante –algo así como una “veda judicial”.
En la agenda legislativa blanquiazul para este segundo periodo que inicia, apenas asomaron generalidades como seguridad, Medio Ambiente y ‘mejor calidad de vida de las personas’.
El primer periodo de sesiones de la 66 Legislatura de Guanajuato trajo de todo a su líder debutante, Jorge Espadas Galván, un político ducho en las labores de la trinchera que se descubre apenas habilidoso en las decisiones desde la cima.
Disciplinado a la estrategia de la jefa del Ejecutivo, su compañera de sector y de partido Libia Dennise García Muñoz Ledo, permitió sin embargo que se ‘escurriera’ una propuesta de exhorto para que entregue el sistema de salud estatal a los mandos nacionales, moción ante la que Libia mostró su desagrado el día del anuncio de las 21 mil viviendas federales a construir en Guanajuato.
El proceso de designación del fiscal estatal lo acercó al precipicio. Primero, resulta que al ‘elegido’ lo proponen el PRI, el Verde y ¡El PT!, que juntos suman una media docena de dedos al aire; luego, los azules no conceden voto alguno a su presunto delfín; enseguida las dos rondas de votación que imponen una Ley Orgánica a la Constitución del Estado, para que al final la prensa descubra que don Gerardo migra de empleo ‘sin papeles’. En lo suyo, la gobernadora se restringió a observar el procedimiento legislativo y proponer una terna como la Ley le ordena –ya qué.
Ah, en la primera sesión del pleno del segundo periodo se aprobó a la legisladora morenista Miriam Reyes Carmona como presidenta de la Mesa Directiva –su hermano Emmanuel es Senador de la República bajo los mismos colores. Bonita familia.
(A)La Jaula
Búsquedas
La gobernadora Libia García compromete revisar los protocolos de búsqueda de personas no localizadas. Ello ocurre tras la detención de un policía municipal, presunto feminicida de la paramédico Estefany Judith. En realidad le sobran los motivos. “Han sido días complejos en materia de seguridad, con pérdida de vidas que nos duelen muchísimo”. La familia de Estefany acusó que los protocolos para la búsqueda fueron lentos. Que los trabajos no siguieron de inmediato a la denuncia. La gobernadora aseguró que se revisarán los procesos. Cómo se pueden fortalecer. Hay protocolos claros para la Comisión de Búsqueda, haya o no denuncia por desaparición. Pues sí. Lo primero es reconocer que las buscadoras hacen el trabajo del gobierno. Es el gobierno el que está obligado a buscar a las personas ‘desaparecidas’. Sea una, diez, cien, mil. Ubicar su paradero es tarea del gobierno, no de los particulares. Las buscadoras van de aquí para allá movidas por la desesperación, por el amor a los suyos. Hay quienes llevan años así. Una tarde, una noche angustiada. Lo escribimos ya: los comités y demás son siglas que no sirven. Así murió en Celaya el reportero Alejandro Martínez Noguez. Decenas, cientos, miles. Las fosas que en el sexenio anterior negaban son prueba plena. La gobernadora muestra voluntad política. A ver, equipo.
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