...siempre que tengamos como parangón a los funcionarios del Instituto Cutural de León. No es broma, ni sarcasmo. Es una llana definición frente a lo que ocurre adentro de dicha institución paramunicipal.

En la última reunión de consejo, la cual escuché grabada, me encuentro con algunas situaciones suspicaces: Por ejemplo, el madruguete que hace Beatriz Manrique al impulsar y forzar una votación para que el Licenciado Carlos Zaragoza se convierta en director de Planeación. Durante la reunión hace dos intentos para votar esa dirección basada en la nada, y en la tercera ocasión, logra que el consejo vote. Sin embargo, lo que se vota es estudiar dicha posibilidad. Uno de los consejeros pide que quede en acta esto. Hasta aquí la cosa parece legal, pero el susodicho Licenciado ha llevado su propuesta (fundamentada en un estudio realizado al vapor y justificado en el hecho de que él realizó el copy-paste del nuevo reglamento interno) al cabildo. Es decir, en un truco de magia y llevado por los pases prodigiosos de su madrina política, en pocos días se votará su nuevo puesto en la presidencia municipal. Si uno se pregunta qué ha realizado este personaje tan oscuro, la respuesta es obvia: nada. El reglamento es una copia de diversos reglamentos de diferentes entidades; ni siquiera cambió la redacción (tan sencillo como tomar alguno de los artículos y ponerlos en el buscador de google y te marca de dónde fueron tomados).

Zaragoza se ha dedicado al acoso laboral a todo el personal de la ESAP; ahora se le ocurrió una nueva puntada para dicha escuela: sólo podrán entrar los alumnos, maestros y personal con su credencial; el guardia podrá abrir las bolsas y mochilas a discreción, y negar el paso si lo considera apropiado.

Es de conocimiento público que la ESAP fue asaltada, no en una, sino varias ocasiones. Y lo que se le ocurre al personaje en cuestión es violar los derechos humanos del personal, profesores y alumnos. No estaría de más recordarle al funcionario impuesto por Beatriz Manrique que hay un tratado firmado por el Gobierno Federal con la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA que le impide hacer este tipo de… ¿cómo llamarlo? ¿Idioteces? ¿Manifiesta oligofrenia? ¿Acto violento? En verdad no encuentro la manera correcta de nombrar lo que quiere hacer este hombre. Es un derecho del libre tránsito por lugares públicos, siempre y cuando no comprometa la información o la vida de terceros o genere faltas o delitos. Supongo que eso de ser licenciado es un mero mote, pues sus acciones demuestran lo contrario. Ensucia el trabajo de los abogados al usar dicho papel de la manera más ignorante y con tanta ignominia. Lo único que lo ha hecho fuerte es que la hoy diputada local Beatriz Manrique lo ha protegido, como se nota en su preocupación excesiva porque se le dé el puesto durante la reunión.

Como ciudadano, se me ocurrió pedirle una entrevista para saber cómo y en base en qué él debería ser director de planeación en el ICL. El señor no se encuentra nunca en su lugar de trabajo. Lo cual acrecienta la sensación de que estamos frente a un aviador.

Si en verdad fuera lo que dice que es, en sus actos se demostraría. Mas ocurre lo contrario. Esto se explica en el hecho de que es un abogado externo el que lleva el caso de las chicas que demandaron y no se les ha pagado su liquidación y sueldos caídos, y que además tienen embargado al ICL por esa causa.

Según la Junta Local de Conciliación y Arbitraje en León: si fuera cierto lo que se publicó en Zona Franca el 30 de agosto de 2015, dicho abogado externo tendría tratos ilegales con la Junta para que se pudiera realizar las cosas como se afirman en el texto, y eso no es creíble ni sostenible como argumento.

Ante todo esto, los consejeros quedaron bastante mal. Ya sea por omisión, aceptación o seguimiento de las acciones realizadas por la dirección general y sus demás directivos. Los cuales nunca les han dado datos reales, les informan a medias y sin sentido, fuera de cualquier protocolo. Vamos, el prestigio de cada uno de ellos ha quedado bastante mal y son personalidades públicas a quienes bastante trabajo les ha costado obtener el espacio que representan, desde rectores de universidades como La Salle, el director del Fórum Cultural, contadores, regidores y diversas personalidades que representan a los ciudadanos de León. El trato que se les ha dado es un insulto a la inteligencia de quienes representan. Hoy los han saltado para obtener un puesto directamente en presidencia municipal.

En caso de que esto llegue a suceder, sólo sería la demostración contundente de que esta administración ha trabajado siguiendo intereses personales, desde la ilegalidad y bajo el compromiso para encubrir a políticos y sus tratos poco éticos. Todos sabemos que a la llegada de una nueva administración, todas las direcciones cambiarán. Con lo cual, al ser despedido Carlos Zaragoza, se iría con una liquidación de director por un puesto inventado por Luis Castrejón y Beatriz Manrique: tan innecesario como irreal.

Es entendible que Manrique quiera tener alguien que la proteja después de todas las denuncias y procedimientos que se llevan a cabo desde la contraloría municipal a la paramunicipal, de las que tampoco se ha enterado al consejo, del que se burló al renunciar el mismo día que les hizo la chicanada de votar una dirección que durará menos de un mes.

Personas tan inteligentes como Arturo Joel Padilla (que no asistió y con ello aceptó el acto) o Rodolfo Horner, quien ha tratado de defender los manejos turbios de Castrejón, y hasta el médico pediatra y director del Instituto Estatal de Cultura, Juan Alcocer, quedan expuestos por estas artimañas. Ellos pusieron su prestigio en juego y las acciones ilegales han sido constantes, y ahora se burlan en sus caras al saltarse su autoridad moral con el sólo hecho de presentar algo que consta en acta que no votaron.

Y pensar que, como diría Raúl –el serio; no alucinemos-, Aún hay más.