ICL: Diciembre me gustó pa’ que…
"No está de más enumerar todas y cada una de las corruptelas del ICL que los acompañan a cada paso..."
A los que te fallen, que los follen.
Y lo de siempre, a las que te follas,
que no te fallen.
Manuel González Rodríguez
Al nuevo presidente municipal le dejaron en el Instituto Cultural de León un espacio lleno de corrupción y nepotismo a tope. Entiendo que ya lo debe haber notado, pero yo sigo erre que erre. Él dijo que la cultura le importa, y me interesa recordárselo para que no se le olvide. A nosotros no se nos olvida, pues tenemos un ICL lleno a rebosar de corrupción y basura, y con unos pitufos intelectuales que tratan de quedarse en la siguiente administración.
No está de más enumerar todas y cada una de las corruptelas del ICL que los acompañan a cada paso. Por mucho que lo obviemos, olvidarlo es a lo que ellos aspiran. No dejemos que sean leyenda: que no queden libres, y que los podamos señalar con el dedo por la calle.
El aún presidente del consejo acaba de hacerle un acta al director de finanzas Fidel Valdivia, por la nadería de subir el sueldo de algunos empleados sin avisar a nadie. Y esta vez su socio de pillerías no lo protegió: Luis Castrejón lo dejó desprotegido y lo entregó para poder librarse de la mancha de la corrupción, culpando de todo al contador. Pero si vemos a quiénes les subieron el sueldo y después se los bajaron, veremos que son aquellos a quienes necesita callar Castrejón; son los que saben cuánto y cómo han tomado el dinero del instituto. Por esto, en otro acto de traición por parte del director general a su propio grupo, fue que le hicieron el acta a Fidel Valdivia.
También se observa que Beatriz Manrique quiere mantener su pequeño coto de poder dentro del ICL y está haciendo lo posible para quedarse con puestos dentro del Museo de las Identidades Leonesas: después de inventarle un puesto bajo el nombre de vinculación y planeación a Carlos Zaragoza, donde lo único que tenía qué hacer era pedir a todas las áreas sus informes y archivarlos, pues del tan cacareado nuevo reglamento, Zaragoza sólo hizo copy paste desde páginas web (eso fue lo que aprobaron los consejeros), pero jamás nadie lo vio trabajando, y así quería ganar un sueldo de director. Ahora lo enviaron al MIL, a hacer exactamente lo mismo y cuidar los intereses de su dueña, la nueva diputada plurinominal (nadie la eligió, es diputada porque todos nos tenemos qué joder) Beatriz Manrique. Cualquiera que llegue al puesto de director, debe tener en cuenta que mientras esté Zaragoza ahí, Manrique le estará respirando en la nuca y pasándole información al medio web que los ha apoyado desde su llegada.
Siguiendo con el MIL, ahora que desapareció la dirección de Identidad (aunque el directorio en la web dice que existe, ya sin director, y no hay nadie en el MIL como directora o similar. ¿Qué ocultarán con ello? ¿Será como cuando el director general quería aparecer en dos direcciones y humillar públicamente a Rafael Corvera, porque su hermana lo despidió en Querétaro?), aún no han abierto sin anunciar la exposición de lonas impresas y aparatos sin sentido y sin guía. La directora pagó por dicha exposición, espero que menos de veinte mil pesos, pues cualquier precio superior a ése es una estafa al erario. Se nota que ella nunca realizó trabajo curatorial de ninguna especie ni tiene el perfil para ostentar dicha dirección. Es casi imposible notar que entró de manera nepótica, que por los pasillos de la presidencia la relacionaban con el exdirector de Identidad, y que hubo lobbying de su amiga periodista para que le dieran su puesto actual. No es de nuestra incumbencia, pero su actual relación sentimental parece más una reciprocidad por conveniencia que otra cosa. Unos protegiéndose a otros. Lo bueno es que cobran por ser directores los dos. Esto, cuando las nuevas juntas de directivos se hacen ahora en el MIL y no en la oficina de dirección, bajo la excusa de haber perdido espacios en el edificio del ICL.
La dirección de desarrollo en las artes va de una pifia a otra de mayor envergadura. Todo lo que realiza da la sensación de ir a fondo perdido; sólo presentan gastos, pero jamás un resultado consistente. Ahora parece que Manuel Meza está tratando de negociar su permanencia usando cualquier cosa. En todo el tiempo que ha estado (desde que salió Lisette Ahedo), esa área no ha podido bajar recursos para nada. Siempre estando a las caiditas, llorando que son los otros, los subalternos, quienes no saben hacer su trabajo (por eso fue que Castrejón y Valdivia subieron sueldos sin avisar, para acallar las humillaciones recibidas por parte de Meza Cuervo a sus empleados). Pero hay qué recordar que ha sido él quien traicionó a quien lo llevó a ese puesto, y después mandó correos e hizo llamadas a consejeros para promoverse como director general, además de que la misma periodista web estuvo haciendo lobbying para que tal cosa sucediera. Se gastó más de ocho millones de pesos en la peor FeNaL de la historia, contribuyendo con ello a que Valdivia y Castrejón tomaran el dinero del fondo de ahorro de los empleados. La mayoría de los eventos que realiza (o dice que realiza) los paga León, Ciudad Histórica, pues esa área no tiene recursos; los pocos que hay los utilizan en un fondo común para desayunar y comer a expensas del erario público. Gracias a esa estulticia tan propia, ni INBA ni CONACULTA (de donde lo corrieron por ineptitud a diez meses de trabajar, primero como director del área de comunicación hasta que lo fueron degradando) creen que él pueda manejar dinero. Le dicen que lo apoyan con objetos o manejando ellos los recursos. En ningún otro espacio confían en su trabajo, o que puede realizar alguno. No solamente se canceló el FIAC por su culpa, sino cuando en Presidencia Municipal pidió el recurso para no suprimirlo, se dieron cuenta que no había proyecto; eso sí, había contratado los servicios de un diseñador para cambiar la imagen del festival. Con todo esto, aún desea quedarse como director de desarrollo en las artes.
La dirección de comunicación tampoco va muy bien. Aunque Luis Meza haya publicado una carta donde se deslinda de su revista Índice, hay varias facturas por pago de publicidad en la publicación; la última es un convenio entre Forum Cultural, León, Ciudad histórica e ICL, por publicidad para el Festival Cervantino, donde la beneficiaria del pago es la esposa del director de comunicación. Esto sólo fue lo más reciente, pues dicha revista ha recibido contratos por publicidad constantemente mientras ha sido director Luis Meza. Antes de eso, había convenios comerciales sin pago entre el ICL e Índice. Por mucho que llore en las redes sociales, afirmando ser mejor persona que periodista cultural o burócrata, sus acciones lo delatan. Lo preocupante es saber quién lo está protegiendo desde las otras instituciones para lograr cosas así.
Todo esto trae a cuestas Luis Castrejón; así dejará el Instituto Cultural de León. Por mucho que insista llevando de un lado a otro el proyecto que le realizó Rodolfo Horner, para tratar de quedarse o vendérselo a quien quede para que su grupo subsista. Este director mostró que siendo incompetente en todo, se puede llegar a tener un puesto como el suyo. Por ello, el presidente municipal recibe cartas de citas para platicar de cosas interesantes tomando café; la mayoría de las direcciones no son capaces de ser agentes de diálogo con la comunidad.
Luis Castrejón creyó que no era necesario trabajar y ni siquiera aparentarlo. Supuso que aunque se hiciera pública su corrupta manera de actuar, no pasaría nada. Conjeturó que su principal agente de negociación en la Presidencia, Pedro Rafael Corvera, le salvaría el trasero una y otra vez. Lo que nunca esperó fueque se supiera que es su pareja sentimental, que cada vez que tienen problemas suele llorar y contar todas las terribles humillaciones que le hace pasar. Muchas de las cosas que aquí he publicado han sido gracias a Corvera y sus pleitos con Castrejón. Siempre que alguien me ha dicho o dado alguna información resulta que salió de la boca del director académico; después sólo hay que ir a comprobarlo. Lo más gracioso de todo esto, es que quienes me han dado la información ni siquiera trabajan en el instituto; han sido diferentes personas que han escuchado a este funcionario quejarse de su pareja en alguna mesa de café o barra de bar. Es así como toda la comunidad artística de la ciudad y de Querétaro se han enterado de los tejes y manejes de este par. El epítome del nepotismo sin paragón.
A mí me importa una baba de perico con quién desean fornicar las personas; mientras no lo hagan en la calle y frente a mis ojos, que hagan lo que quieran. Pero esto es lo que obtenemos por 39 millones de pesos. Ése es el valor de la telenovela llamada ICL.
Es difícil aceptar que desde esa institución ya no se habla de cultura o arte, que hablamos de enjuagues amorosos, de chismes y corrupción como única situación en su interior. Eso nos lleva a la cuestión seria e interna de todo esto ¿Los que pagamos impuestos merecemos esto? ¿Cuánto debemos esperar y saber que estos personajes siguen cobrando? ¿El director general le dirá a López Santillana, como le dijo a Villasana Delfín: Usted es tan culpable de esto como nosotros?
Esperemos que cumpla el presidente municipal su palabra, y sea en diciembre el cambio. Pero debe cambiar toda la planta directiva. Bueno, quien haya servido, que se quede.