Opinión • Un irapuatense a Hollywood • Jaime Panqueva
Marco Antonio Rizo requiere apoyo para estudiar la beca actoral del Lee Strasberg Institute

Israel Strasberg llegó en 1909 a los Estados Unidos proveniente de una lejana provincia del antiguo imperio austrohúngaro. Desde joven mostró interés por el teatro y la actuación a la que dedicaría toda su vida. En 1931 fundó el Group Theatre de Nueva York y años más tarde se unió al Actor’s Studio de esa ciudad, donde se convirtió en director artístico. Bajo su tutela se formaron actores como Marlon Brando, Paul Newman, Al Pacino, Marilyn Monroe, Jane Fonda, James Dean, Dustin Hoffman, Robert DeNiro, Jack Nicholson y Sally Field, entre muchos otros. A mediados de los años 60 formó una división estudio en Los Ángeles que se convertiría poco después en el Lee Strasberg Theatre Institute, considerado en la actualidad una de las más prestigiosas escuelas de actuación en el mundo desde donde se difunde el método desarrollado por Strasberg.
El instituto ofreció En marzo de este año en México su primer seminario internacional, con duración de 4 días, donde jóvenes de Latinoamérica tuvieron oportunidad de perfeccionar su oficio y aprender de algunos de los profesores de actuación más importantes del mundo. Entre los cuarenta actores participantes y doscientos observadores estaba un irapuatense, Marco Antonio Rizo. Explosivo, profundo u oscuro, con una gran versatilidad y energía, estoy seguro de que los formadores de la Lee Strasberg vieron al intérprete con un potencial digno de su beca Richard Boleslawski Beyond Borders, consistente en un año de clases en West Hollywood, estimados en unos US$ 25.000. La beca cubre la totalidad del costo de los estudios.

Sin embargo, la alegría tras obtener el galardón empezó a empañarse al descubrir los requisitos exigidos por la Embajada de los Estados Unidos para otorgarle la visa: Rizo debe dejar en garantía la suma mínima de 22.000 dólares con el fin de solventar sus gastos durante sus estudios, un monto que empezó a juntar desde finales de octubre, tras cumplir con sus compromisos en el Cervantino con la obra inmersiva El lado oscuro de Cervantes (que lo llevó hace unos años a España) y el entremés La cueva de Salamanca.
Rizo tiene una trayectoria de veinte años; quienes lo hayan visto alguna vez en escena lo reconocerán de inmediato. En el estado de Guanajuato es conocido por su compañía Voces en el ático, que ha escenificado teatro guiñol y de terror, además de producir teatro para ciegos y presentarse regularmente en las Noches de leyendas del Museo Salvador Almaraz. Como maestro comparte sus conocimientos con grupos de la tercera edad, con los que recientemente escenificó una obra de Jardiel Poncela; también imparte su taller de teatro en el IMCAR; y a instancias de la Secretaría de Cultura dirigió un taller con internos del CERESO Irapuato, con quienes montó su pastorela.
Hace una semana lo entrevistamos en La nave de Argos;[1] además de contar sus experiencias y proyectos a futuro, comentó las dificultades de reunir la cantidad exigida, para lo cual pide la colaboración de sus conciudadanos y público guanajuatense, a través de una cuenta donde puede recibir donativos:
Marco Antonio Rizo
CLABE 002222701629074314
Concepto: DONATIVO EVENTO 2025
Toda ayuda será útil para cumplir con los requisitos de la embajada y permitir que las ganas y talento de Rizo doten al estado de Guanajuato de un intérprete teatral de categoría mundial, y a la vez un formador de más talentos.
Además del donativo en metálico hay otra manera de contribuir: asistir a El grinch el 17 de diciembre en el Teatro de la Ciudad de Irapuato, en alguna de las funciones previstas, 6:00 y 8:00pm. Rizo, en colaboración con el director y dramaturgo Roberto Rivero Barquín, montaron esta comedia sobre el personaje inventado por el Dr. Seuss, con la complicidad del Conservatorio Mahler Irapuato y la compañía de danza del Instituto Irapuato. El público encontrará más de 50 intérpretes en escena. Los boletos están disponibles en Showticket.[2] El monto recaudado se destinará para apoyar a Rizo en su proyecto de formación.
Sus donaciones no serán solo un acto de generosidad, sino una inversión en el futuro del arte y la cultura.
Comentarios a mi correo electrónico: [email protected]