lunes. 17.02.2025
El Tiempo

Medio ambiente y salud • Sujo, cine mexicano con propuesta • Maricruz Romero Ugalde

“Ojalá y la violencia contra las juventudes en sus diferentes contextos de todo el país fuera sólo una representación”
Sujo (Cortesía)
Sujo (Cortesía)
Medio ambiente y salud • Sujo, cine mexicano con propuesta • Maricruz Romero Ugalde

El número de entradas a las salas cinematográficas sigue siendo lo que determina el tiempo de exhibición. Por ello, las películas extranjeras con mejor mercadotecnia generan una tendencia en temas, géneros, públicos a quienes van dirigidas, historias, etc. Ante esto, el cine mexicano en nuestro propio país —si es que se logra producir– es un logro, y si recupera la inversión, un milagro.

Astrid Romero y Fernanda Valadez, directoras del filme, concluyen la cinta con una dedicatoria desgarradora “A los huérfanos de este país en llamas”, misma que contrastata con la escena final, cuando descubrimos por qué el protagonista se llama Sujo. El cruce de miradas, la voz del niño, nos remite a descubrir el amor de un padre a su hijo.

Sentimientos contradictorios donde la balanza se carga al sentido de vida -al más directo estilo de Víctor Frankl- donde la educación, esa que nos motiva preguntas, cuestiona realidades y promueve búsquedas auténticas para la acción trascendental. Esa educación que puede nacer, vivir, reproducirse desde la imitación o la ausencia, pero que indudablemente nace desde adentro. 

Sí, el tema es doloroso. ¿Qué opciones de crecimiento, desarrollo, bienestar o desenvolvimiento tienen los jóvenes de las pequeñas comunidades rurales cuando el narcotráfico ha permeado la vida social? Las directoras lograron crear una atmósfera en un ritmo pausado, donde el ensueño del cielo estrellado contrasta con las posibilidades de la noche para el descubrimiento del primer beso. O el semidesierto, con sus tonos pardos, envuelve la complicidad de la solidaridad familiar, invisibilidad que garantiza la protección, la esperanza ante la incertidumbre permanente sobre la fragilidad de la vida.

La película fue filmada en algunas locaciones de Guanajuato y apoyada por Turismo del Estado. Ojalá y la violencia contra las juventudes en sus diferentes contextos de todo el país fuera sólo una representación. Mientras no haya cambios en sensibilizarnos al respecto, sintiendo la complejidad de la crisis estructural que vivimos, puede ser una vía. Sugiero ver la película, porque la realidad mexicana, aunque triste, requiere ser transmitida; para ello hay que apoyar al cine de calidad y disfrutarlo a lo grande, en las salas que cuentan con el equipo adecuado. En este caso, el sonido estereofónico de la película le imprime una fuerza dramática que se pierde cuando accedes al film en pequeños dispositivos domésticos.

El problema de la comercialización del arte, al menos en cuanto a la exhibición del cine en esta cadena, es que de alguna manera existe el público cautivo de masas. Personas que siguen los estrenos de moda. Por ello, no se tiene el cuidado de hacer coincidir la cartelera disponible para los dispositivos con la que se exhibe en las plazas. Así, intentan promover o “engancharte” a que bajes su app, lo que a su vez discrimina a sectores de la población como a quienes no tienen ese acceso tecnológico, ya sea por costos, alfabetización tecnológica o edad. Si a esto le aunamos los precios de entrada y el de los productos que se ofrecen en la dulcería, la posibilidad de que una familia asista al cine es poco frecuente; de ahí la preferencia de ver películas en casa.