Los arquitectos ante Hábitat III [I]
"La participación ciudadana en el hacer ciudad no debe caer en el falso cliché de los gobiernos locales para obtener consensos requeridos o legitimar sus acciones, mediante la organización de grupos, consejos y comisiones con temas cerrados y convocados esporádicamente, o cuando mejor convenga"
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México ha sido tierra de arquitectos desde la época precolombina hasta el día de hoy.
Casi todas nuestras ciudades y muchos de nuestros pueblos poseen edificios notables, algunos de ellos de verdad, grandiosos… [1]
Octavio Paz
1. Arquitectura y ciudad
El proyecto más importante que tenemos en común los arquitectos es la consolidación de nuestra ciudad, la cual impactamos al ejercer nuestra profesión, puede ser responsable y virtuosa si es responsable ante las necesidades de su entorno o negativa al presentar ceguera ante las necesidades locales.
La relación de la arquitectura y la ciudad se ha consolidado de forma paralela a la historia de la humanidad, actualmente no se puede comprender la ciudad sin la colaboración de otras disciplinas de ámbitos diversos y complementarios como las ciencias sociales, ambientales, económicas, ingenierías, etc.
La arquitectura es la disciplina que al permitir conjuntar arte y ciencia crea los espacios que dan respuesta a las necesidades identificadas y propone la armonía de integración ante las condicionantes de su entorno, es la disciplina que permite concretar los espacios requeridos para realizar las actividades de la vida cotidiana y el adecuado desarrollo de una sociedad.
2. Hábitat III y la Nueva Agenda Urbana
La semana pasada, del 17 al 20 de octubre del 2016, se celebró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible, Hábitat III (H-III), evento internacional de referencia para los próximos 20 años, donde los gobiernos representados en ONU aprobaron una estrategia global para consolidar ciudades sustentables, la cual se materializa en la adopción de una Nueva Agenda Urbana (NAU), misma que se aprobó el 20 de octubre del 2016, dando por concluido dos años de negociaciones entre gobiernos y diversos sectores, proceso que dio inició en abril de 2014 en el marco del World Urban Forum 7 celebrado en Medellín.
La NAU, fue elaborada bajo la coordinación del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, con la Dirección General de Joan Clos, quién inicio funciones en octubre de 2010 y estableció un antecedente relevante en el Reporte Mundial de las Ciudades 2012/2013, en el que manifestó el concepto rector denominado “Prosperidad Urbana”, propuesta que integra y organiza teórica y metodológicamente la identificación de conceptos urbanos de valor y tendencias urbanísticas, la cual permitía hacer una evaluación integral, articulada y actualizada, considerando características y condiciones fundamentales para establecer un modelo urbano sustentable, mediante un proceso homologable y flexible para evaluar la calidad del desarrollo urbano de ciudades a nivel mundial, en la primera versión, estableció 5 ejes que agrupaban diversas variables para su medición. (1.- Sostenibilidad ambiental, 2.- Equidad e inclusión social, 3.- Calidad de vida, 4.- Infraestructura y 5.- Productividad).
La metodología de medición ha evolucionado, se ha calibrado y actualizado en los últimos tres años en base a la revisión metodológica internacional, integración de nuevas variables de medición y la adaptación en base a la información disponible en cada país, actualmente el CPI-City Prosperty Index (Índice de Prosperidad Urbana) es la metodología reconocida por Naciones Unidas para la medición de la prosperidad urbana de las ciudades a nivel mundial, en la actualidad se conforma por 6 ejes fundamentales, los cuales han sido la base para formular la NAU, el nuevo eje adicional a la versión original 2013, se otorga a favor de la “Gobernanza urbana, legislación urbana y el financiamiento requerido para el desarrollo urbano.”
La representación de México en Hábitat III, presentó de forma relevante los resultados obtenidos en la implementación de la metodología CPI para las ciudades mexicanas, medición realizada para 152 municipios del país, las cuales generan en conjunto el Índice de Prosperidad Urbana de las ciudades mexicanas 2016, presentando un valor de 54.3[2], en una escala del 0 al 100, considerando a las ciudades mexicanas en una clasificación de “moderablemente débil”, escala que de acuerdo al CPI requiere del fortalecimiento de políticas urbanas, el resultado refleja un reto enorme a vencer en los siguientes años para orientar el desarrollo urbano sustentable, además representa la línea base de medición, para iniciar una nueva generación para entender la evolución y la eficiencia del desarrollo urbano sustentable en México de forma medible y no sujeta al discurso político lleno de conceptos y calificaciones positivas, pero incongruente a la realidad urbana observada.
A partir de este momento se tiene esta referencia básica de medición, sin embargo las variables aún pueden ampliarse y/o precisarse, con posibilidad de realizar una evaluación más detallada a nivel local, proceso próximo que deberá fomentarse y realizarse en escalas locales (estatales, metropolitanas y municipales.), la nueva generación de medición superará al Índice Básico presentado para el 2016, se deberá realizar la evaluación de un Índice Extendido y de un Índice Contextual, los cuales representarán versiones más avanzadas del Índice Básico, mismos que incluirán información específica de cada ciudad. A pesar de ello, México presenta un avance internacional al contar con un Índice de Prosperidad Urbana realizado bajo la metodología CPI, lo cual es un ejemplo a seguir para diversas naciones que aún no cuentan con dicho Índice de medición urbanística, pero debe entenderse que la evaluación obtenida de 54.3 nos posiciona en una situación que obliga a redoblar esfuerzos para orientar el incremento de este Índice de Prosperidad Urbana en los próximos años, teniendo los arquitectos en conjunto un rol fundamental para replantear y fortalecer las políticas y modelos urbanos requeridos.
La NAU aprobada en Hábitat III establece compromisos políticos globales ante una agenda renovada ante la urbanización de las próximas dos décadas. Los estados miembros de las Naciones Unidades que participaron, reconocen la necesaria colaboración de todos los sectores de la sociedad en el diseño y aplicación de políticas urbanas que permitan consolidar el desarrollo urbano sostenible requerido.
A pesar de dicho reconocimiento sobre una nueva cultura de gobernanza urbana, diversos actores del ámbito de estudios para el hábitat humano, los cuales no son representantes oficiales de los gobiernos asociados ante Naciones Unidas, han manifestado iniciativas y posturas paralelas y complementarias de gran interés, una iniciativa identificada que amerita su reconocimiento corresponde al evento convocado por especialistas, organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales, organismos de cooperación internacional, universidades (entre ellos el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad PUEC de la UNAM), el Colegio de Arquitectos de Ecuador, entre otros, quienes decidieron realizar de manera paralela y complementaria a la reunión de Hábitat III oficial, el evento denominado “Hábitat 3 Alternativo”, en el cual participaron más de 140 expositores de 32 países, organizaciones de todos los continentes, entre otros eventos asociados de gran interés, todos ellos comprometidos en la promoción del Derecho a la Ciudad y el debate sobre el Hábitat que todos deseamos.
Jordi Borja, Saskia Sassen, David Harvey, Fernando Carrión y diversos actores contemporáneos y con gran trayectoria y reconocimiento internacional sobre el estudio de la ciudad, expusieron cuestionamientos razonados, que permitieron enriquecer una reflexión amplia a nivel internacional, en común compartían el siguiente cuestionamiento inicial: ¿Quién hace las ciudades? Las respuestas no se limitaban a los profesionistas, reconocían a los diversos sectores y actores, en especial a los ciudadanos. Motivo por el cual manifestaban la inquietud de que Hábitat III y su agenda orientada a definir modelos de ciudades para el futuro se aprueba con el enfoque exclusivo de los gobiernos de las diversas naciones, ni siquiera de los gobiernos locales, por lo tanto los que validan la NAU es un sector que no representa la diversidad de sectores y actores que realmente hacen ciudad a diario.
Una crítica directa sobre el contenido de la NAU, se centra en la falta de reconocimiento de los agentes que han causado el crecimiento irresponsable e insostenible de las ciudades, representado en ocasiones por intereses mercantiles de promotores inmobiliarios, desarrolladores, constructores, propietarios de suelo, instituciones financieras e incluso de profesionistas que buscan exclusivamente un beneficio monetario, por encima del interés público y de las necesidades urbanísticas establecidas en los instrumentos de planeación para orientar el desarrollo urbano sostenible y compacto en el territorio.
Hábitat III no dice nada sobre los problemas urbanos causados por agentes irresponsables, por lo tanto sin las medidas requeridas para el control de estos agentes irresponsables se corre el riesgo de mantener la especulación, la presión urbana en zonas no aptas sobre el territorio, los cambios de uso de suelo desvinculados de los instrumentos de planeación territorial y urbano, la instalación de industria dispersa y desordenada en el territorio, la gentrificación, la falta de inclusión y accesibilidad, entre otras problemáticas, mientras los problemas y los agentes que las causan no se reconozcan seguirán estando presentes y no se revertirán los modelos de crecimiento urbano de los últimos años.
Es por ello que se observa la necesidad de reforzar a nivel local la cultura de una adecuada gobernanza urbana, la cual permita de forma conjunta con los diversos sectores que hacen ciudad, (profesionistas, ciudadanos, académicos, inversionistas responsables, etc.) orientar el diseño de políticas urbanas requeridas y colaborar conjuntamente con los gobiernos locales en su diseño, proceso que establecerá una plataforma de diálogo respetuoso y de colaboración conjunta entre sectores y gobiernos locales, esencia requerida para consolidar el derecho a la ciudad que todos tenemos al ser ciudadanos. Jordi Borja comenta que todos los sectores podemos opinar sobre nuestro Hábitat, no es un tema exclusivo de gobiernos.
El derecho a la ciudad reconocido de forma teórico no es de utilidad, si nuestras ciudades padecen de INJUSTICIA ESPACIAL[3] (espacios urbanos que representan una realidad del territorio olvidado) simplemente el derecho a la ciudad no ha logrado su principal objeto, otorgar la justicia espacial para todos los ciudadanos.
La participación ciudadana en el hacer ciudad no debe caer en el falso cliché de los gobiernos locales para obtener consensos requeridos o legitimar sus acciones, mediante la organización de grupos, consejos y comisiones con temas cerrados y convocados esporádicamente, o cuando mejor convenga. Todo órgano colegiado que cuente con participación ciudadana en procesos de planeación, diseño, construcción, supervisión, medición y gestión de la ciudad debe tener reglas claras, transparencia de información, programas de trabajo, tablero de acuerdos, seguimiento de resultados y valuación de su eficiencia.
Las alcaldesas de Barcelona y Madrid participaron como otros invitados, tanto en Hábitat III oficial y en Hábitat 3 alternativo, Manuela Carmena alcaldesa de Madrid, enfatizó la necesidad de no dejar de participar en los pocos espacios que se abren en foros oficiales, probablemente aún no se tenga incidencia directa en los acuerdos, pero forma parte responsable para promover una gobernanza urbana, la cual necesita fortalecerse, motivo por el cual los actores interesados tienen el derecho y la obligación de manifestar sus posturas en todos los foros posibles, ya se oficial y/o alternos, con la finalidad de incidir en el diseño de las nuevas políticas urbanas futuras, en la cultura urbana requerida y en la consolidación del objeto principal de las ciudades, las cuales ayuden a transformar vidas de sus habitantes.
Las reflexiones complementarias para Hábitat III son de gran utilidad a nivel local, en donde se puede prevenir ajustes complementarios que permitan atender las omisiones identificadas en la NAU.
Arq. Rodolfo Fabián Ozuna Espinosa
Secretario de Acción Urbana
XXIV Consejo Directivo
Colegio de Arquitectos de León
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Bibliografía
Borja, Jordi. (2016) Manifiesto Hábitat Alternativo. España. Jordi Borja. Recuperado de http://jordiborja.cat/category/articulos/
González de León, Teodoro. (1996). Retrato de Arquitecto con Ciudad (1ª. Edición). México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, El Colegio Nacional y Las Artes de México.
ONU HÁBITAT (2016). Índice de prosperidad urbana en la República Mexicana, City Prosperity Index, CPI. Reporte Nacional de Tendencia de la Prosperidad Urbana en México, Septiembre de 2016. ONU HÁBITAT, Representación para México.
Secretaría de Desarrollo Social (1999). México 2020, Un enfoque territorial del desarrollo; vertiente urbana. Síntesis ejecutiva. Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México, A.C., Instituto de Investigaciones Económicas UNAM.
United Nations Human Settlements Programme, (2013). State of the world’s cities 2012/2013, Prosperity of Cities. UN HÁBITAT . USA – Canadá, Routledge, Taylor & Francis Group.
Links asociados y de interés:
o https://habitat3.org/the-new-urban-agenda
o https://www.flacso.edu.ec/habitat/
o http://h3mx.com/index.php/reporte-del-estado-de-las-ciudades-de-mexico-2016
o http://www.uia.archi/en#.WBLk4fkrKUl
o http://www.un.org/es/events/citiesday/
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[1] Fragmento inicial del Prólogo denominado “El azar y la memoria: Teodoro González de León”, escrito por Octavio Paz, para el libro Retrato de Arquitecto con ciudad, autoría de Teodoro González de León.
[2] Valor promedio total del CPI para México, registrado en el Reporte del Estado de las Ciudades México 2016. Consulta digital disponible en http://h3mx.com/index.php/reporte-del-estado-de-las-ciudades-de-mexico-2016
[3] La injusticia espacial refleja el espacio excluido de la ciudad, el no planeado, el no diseñado, el olvidado, presente en las periferias en las zonas de mayor pobreza urbana, espacios no integrados a la ciudad. Ver obra de Bernardo Secchi, La ciudad de los ricos y la ciudad de los pobres. (2013 en italiano, 2015 en español).