El Evangelio según • Bupivacaína • Víctor Hugo Pérez Nieto
Ya éramos muchos y no sólo parió la abuela, el abuelo también embarazó a la sirvienta.
Y es que lejos de terminarse los contagios por COVID 19, se espera una nueva ola de la enfermedad, con un subtipo apodado cancerbero, pero ahora conviviendo con otra variante de influenza, la AH3, más agresiva que la influenza estacional.
Además, se ha escuchado, entre muchas noticias últimamente, algunos casos de meningitis aséptica en mujeres operadas de cesárea, aunque después está dejó de ser una constante y se presentaron casos en otros procedimientos quirúrgicos.
La meningitis es una enfermedad caracterizada por la inflamación de las capas que recubren el cerebro y la médula espinal llamadas meninges, y entre las cuales circula el líquido cefalorraquídeo que nutre y protege al cerebro (a grandes rasgos, porque la fisiología del sistema nervioso es más compleja que el mismo universo).
Al parecer el agente causante de este brote que se detectó en Durango y trae de cabeza a las autoridades sanitarias es el Aspergillus fumigatus, un hongo que rara vez ataca a pacientes sanos, aunque todavía no existe nada concluyente porque ha habido mucha opacidad en las investigaciones.
Hasta el momento se contabilizan 51 casos de hospitales privados de Durango (no porque los hospitales públicos no tengan casos, pero es frecuente que el Sector Salud oculte cifras por diversos motivos. Ya había platicado anteriormente que a un servidor, la misma jefa delegacional de epidemiología del IMSS de Guanajuato, lo quería hacer ir a trabajar con un contagio por covid 19).
Las autoridades de epidemiología del sector salud, comenzando por el Dr. Hugo López Gatell, han dejado mucho que desear y más cuentas que rendir.
Pero en las investigaciones hechas por los medios privados, hay dos constantes en este nuevo brote de meningitis aséptica: el uso de un medicamento anestésico llamado Bupivacaína pesada, de una marca y un lote que por el momento me reservo publicar hasta que la investigación concluya, y el segundo, que fue usado en una técnica llamada bloqueo subaracnideo.
Mi interés surgió, porque además de ser médico quirúrgico, mi esposa dio a luz por cesárea hace 30 días, e inmediatamente el miedo me obligó a leer todo sobre este caso, ya que ese lote de Bupivacaína pesada “sospechosa” fue distribuido en gran parte del país.
Ojalá que ahora sí la COFEPRIS esté al servicio de los mexicanos y no de las farmacéuticas, para que tome cartas en el asunto y de una vez por todas se esclarezca este extraño brote al parecer, por contaminación de un medicamento por hongos.
No debe cundir el pánico, pero todo paciente sometido a un bloqueo subaracnideo debe estar alerta de cualquier signo o síntoma neurológico durante los siguientes 40 días posteriores a su operación.
Por fortuna, hasta el momento, el problema sólo se ha detectado en un solo estado de la República Mexicana y al parecer el, o “los” lotes sospechosos ya fueron retirados.