viernes. 19.04.2024
El Tiempo

Sentimientos de la Nación

“¿Qué se espera del común de los mexicanos sin sentido común que hacen y replican lo que ven en su mesías..?”
Sentimientos de la Nación


Sentimientos de la Nación es el manifiesto escrito por el generalísimo José María Morelia y Pavón, el Siervo de la Nación, pero López Obrador ya le otorgó la autoría a Vicente Guerrero. Esto sería solamente un resbalón o error más que cualquier mexicano poco culto puede cometer, si no es porque este garrafal gazapo fue pronunciado por un personaje a quien muchos consideran un semidiós, capaz de cambiar los destinos del país con sólo ordenarlo desde el púlpito mañanero.

No es de mi interés la politiquería en temas que no conozco, pero sí puedo hablar ampliamente de medicina y administración de los sistemas de salud, ahí donde es difícil que me contradigan con argumentos ciertos, y no nada más con improperios, al explicarles los errores cometidos por la 4T en salud, comenzando por el pésimo manejo de la pandemia, continuando por la falta de medicamentos para niños con cáncer,  y terminando por la falta de empatía del presidente y su esposa con los que sufren, incluido el personal médico.

“Ah, pero es que los priistas suministraron agua a niños con cáncer” es la justificación de la 4T, que parece esgrimida por algún tartamudo intelectual, de esos que siempre le quieren encontrar la justificación a todo, como diciendo: si los otros han hecho cosas vergonzosas, ¿por qué la 4T no está en su divino derecho de repetirlas?”

 Y sí, es cierta esa premisa, y por ello afortunadamente Javier Duarte está encarcelado. Pero ¿también alguien de la 4T será juzgado en su momento por su negligencia homicida al maquillar cifras, esconder información, realizar adjudicaciones directas de equipos médicos, así como por el desabasto de insumos y medicinas que ha ocasionado un callado genocidio de médicos y enfermeras, cuyo contagio fue debido al mal manejo de la pandemia y sobre todo, por la falta de empatía de la clase política?

No uno ni dos: muchos compañeros médicos, apologistas de la 4T, no usan cubrebocas porque López Obrador y López-Gatell no lo hacen. ¿Qué se espera del común de los mexicanos sin sentido común que hacen y replican lo que ven en su mesías como el gorgoteo del guajolote ante el grito del amo?

“Porque no crean que yo vengo aquí ya con ideas analizadas. No, yo vengo aquí a hablarles de manera sincera, a decirles lo que es mi experiencia”.

Esas palabras retratan a su autor en lo más recóndito de su personalidad y su forma de gobernar tan negligente, al ensayo-error y culpa del pasado, de sus necedades homicidas.

El estadista que prometió ser, y al que 80% de los votantes elegimos en 2018, ha gobernado desde el inicio a base de puntadas y corazonadas.

Ahora sí que, como dijo la doñita del YouTube: “mátenme ese recuerdo de ese amargo amor”.

Por eso no le gusta que le pregunten de muertos, de niños con cáncer, de inseguridad ni de crecimiento, si para eso tiene detenido a Emilio Lozoya (que no está en la cárcel) y la rifa del avión presidencial (que sí es rifa, pero no del TP 01 José María Morelos y Pavón, que bien podría llamarse Vicente Guerrero, o cómo él quiera, si para eso es el presidente).

Ahora entiendo el porqué de la gravedad en la crisis de salud, con casi 60 mil muertos y contando, sin referirme a otros temas que no me atañen al no ser de mi entero conocimiento, como seguridad, economía o energía, pero que andan por el mismo tenor.

Por cierto, la libertad de expresión nunca ha estado tan expuesta, ni tan desnuda, como cuando desde el púlpito se señala no sólo al que critica, sino al que clama por empatía.