Convertidos en algo más que amores y odios
en más
precisos imprecisos
de belleza indecible
cálida
luminosa
la que nace del centro
Retornar del odio
bruma que nubla los sentidos
semilla que germina con la misma energía para amar
una decisión
un camino
para andarlo
volarlo
respirarlo
o lanzarle fuego por los ojos... morirlo
Salir a tientas de ahí
con el cuerpo en dirección contraria
domar el odio
sentarse frente a él
mirarle a los ojos y preguntarle
¿Qué estás haciendo aquí?
y dejarle decir
y acariciarle
cantarle una canción
y cuando el sol
que juegue en la terraza serpientes y escaleras
tendido al cielo
que descubra no sólo un camino sino muchos
todos
los que quiera
que invente
que construya
que hilvane caminos
que se canse para darle respiración boca a boca
hablarle al oído para que el viento no escuche y se lleve las palabras
darle té y una sopa
un pretexto y ducha caliente con caricias
lunas
soles
poros que germinen
lunas
soles
caricias precisas
inviernos cálidos
sólo entonces
que el odio se vaya cuando quiera.

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