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Mitchell Leisen [II]

Javier Morales i García

Mitchell Leisen [II]

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Y… ¡mis películas favoritas de Leisen!


Death takes a holiday (1934)

Cansada de su mala fama entre los mortales, la Muerte se materializa en la tierra para investigar por qué la temen tanto. Permanece tres días de vacaciones en la casa de campo de una familia italiana y durante ese tiempo nadie morirá en el mundo.

Es muy melancólica la primera aparición de la Muerte encarnada en un elegante y refinado caballero otoñal, representado por Frederic March. Hermosísima y extraña comedia romántico-sobrenatural basada en una popular obra de teatro de Maxwell Anderson, cuya atmósfera de irreal tristeza y sutilísimo sentido del humor justifica el prestigio de este gran cineasta como realizador exquisito de todo tipo de argumentos.

En España se llamó La muerte de vacaciones y dicen que es favorita de Jardiel Poncela…


Four hours to kill (1935)

En la Paramount. Conocida en España como Compás de espera, es un memorable melodrama de intriga con el guion de Norman Krasna, en el que un delincuente refugiado en un teatro sirve como el pretexto indicado para mostrar una serie de historias paralelas. Maravillosa fotografía de Theodor Sparkuhl. Todo funciona a la perfección: el aspecto de estricto suspense con una graduación de intensidad dramática pocas veces conseguida y toda la envoltura melodramática hacen de la película un reloj cinematográfico. Estupendo reparto de actores: Richard Barthelmess, Gertrude Michael, Ray Milland, Joe Morrison, Helen Mack y Roscoe Karns... Leisen y su manejo de actores es insuperable.


Hand across the table (1935)

Paramount Pictures. Candidata a millonaria en España. Memorable comedia que demuestra cómo con los mínimos elementos se pueden alcanzar los máximos resultados. Un arquetípico y socorrido argumento es la base de un juego sutil e inteligente, en el que la brillantez no resulta gratuita. Carole Lombard es una manicura dedicada por completo a casarse con un hombre rico a toda costa, que es Fred McMurray. Pobres hombres.


I wanted wings (1941)

Los destinos de tres hombres alistados en las Fuerzas Aéreas como base. Y Veronica Lake, claro. La gran espectacularidad de las escenas aéreas le hizo ganar un Oscar que también debería haberse llevado la fotografía de Leo Tover y la bonita música de Victor Young. Paramount Pictures.
 


Hold back the dawn (1941)

Llamada en España Si no amaneciera. Con guion de Charles Brackett y Billy Wilder, este melodrama clásico es uno de los momentos cumbres de Leisen. La perfecta dosificación de sus elementos desde los estrictamente coyunturales hasta los emotivos la convierten en uno de los títulos más destacados del cine norteamericano de los años 40. Punto de conexión con ese título mítico, Casablanca, y para mí que gana Leisen.


Dream girl (1948)

Adaptación de una obra teatral de Elmer Rice, es una versión en femenino de aquel título de Danny Kaye, La vida secreta de Water Mitty. Leisen le saca todo el encanto a un material de infinitas posibilidades y a Betty Hutton, rubia platino. El guion de Arthur Sheekman funciona, pero es Leisen el que lo convierte en una ensoñación. En la música repite Victor Young, que aparece en varios de estos títulos.


Easy living (1937)

Una chica afortunada en España, en donde se estrenó en 1945, prohibida por la dictadura. Según un argumento de Preston Sturges y una comedia sublime, mal que le pese a Billy Wilder. Obra maestra que explota la fórmula Alta Comedia + Slapstick inventada por Leisen y no por algún otro. Reparto único: Jean Arthur, Ray Milland, William Demarest, Franklin Pangborn, Edward Arnold. La leyenda dice que fue una idea de la escritora Vera Caspary. Leisen se toma la libertad de situar el diálogo entre Jean Arthur (comediante sublime) y Ray Milland no en una puerta, sino en uno de esos Automát, para crear la secuencia magistral que ha hecho inolvidable a esta película. Una ingeniosa, espléndida construcción donde una disparatada y enrevesada intriga se desplegó con la más impecable de las lógicas y tanto los excesos del capitalismo como la ingenuidad del proletariado -no olvidemos que estamos en la América de la Depresión-, se ponen en solfa entre situaciones y diálogos de supremo ingenio. La fotografía de Ted Tetzlaff y la música de Boris Morros completan el círculo. Ejemplos de la maestría de Leisen: La escena de amor con Arthur y Milland yacentes en un enorme sofá, solo que tumbados en sentido opuesto con las cabezas juntas en el centro. Según Leisen, era el único medio de filmar la escena sin que la cortase la censura. Lubitsch, amigo de Leisen, no desaprobaría esa pequeña estratagema. Una película sentimental y enloquecida.


Golden earrings (1947)

En España, En las rayas de la mano. Una adaptación de una novela de Yolanda Foldes que plantea una intriga de espionaje casi imposible, de atmósfera insensata. El guion es de Abraham Polonsky, Frank Butler y Helen Deutsch y la fotografía es de Daniel L. Fapp. Pero sobre todo es la pareja protagonista la que destaca: Marlene Dietrich, como la gitana Lydia, y Ray Milland. Solo por ellos y sus diálogos vale la pena.


Captain Carey, U.S.A. (1950)

Un melodrama de intriga con una extraña magia y nostalgia. Terminada la guerra, un militar norteamericano regresa a Italia para descubrir al delator que provocó una matanza nazi. La canción de la película ganó un Oscar. Era "Mona Lisa", que Nat King Cole hizo famosa. Los secundarios de la película son increíbles: Wanda Hendrix, Joseph Calleia, Francis Lederer, Celia Lovsky, Russ Tamblyn, Alan Alda...


The mating season (1951)

Una comedia estimable basada en una celebrada obra teatral de Caesar Dunn que cuenta con un guion preciso y un gran reparto en el que cada intérprete está en su papel. Hagámosle un monumento a la gran Thelma Ritter, esa llamada secundaria que se comía a los principales.


Take a letter darling (1942)

La guerra de los sexos en una comedia agradable que aún hoy en día es moderna en varios aspectos. Rosalind Russell hace una interpretación estupenda y, al lado de ella, ese secundario extraño: Robert Benchley. Destaca la foto de John L. Mescall. Todas las oficinas del mundo deberían de ser como las que salen en esta película y de la música se encarga Victor Young.

F I N

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Javier Morales i García
(Tenerife, España) es editor del fanzine Ecos de Sociedad, la publicación mod más longeva en Europa. Desde inicios de los 80, escribe, reseña y edita; hoy, Ecos puede leerse en ecos-de-sociedad.blogspot.com.es. Es obseso de la música y el cine.

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