Es lo Cotidiano

Tres poemas vogones

Andrés Baldíos

Tres poemas vogones

Precaución: estos poemas fueron usados en estrategias de tortura que fueron seguidos por un pesadillesco especial de 42 horas seguidas de atentados visuales como Big Bang Theory mezclados con How I Met Your Mumma, todo esto capaz de deshabilitar agujeros negros y hacer que la propia Extinción haga facepalms y se retire a mejores cosas que llevarse a los torturados. Se sugiere discreción a toda costa.

Oda a los sentimientos humanos

Me ofuscas cuando cálias, porque estás camasutre,
y me ollas desde quajos y mi tos no te ronca.
Pareciera que los piojos se te hubieran vuelado,
y parnasso de un hueso que cercena la troca.

Como moscas las cosas están huevas de mi cosma,
enverjes de las roscas cremas de mama mía.
Claricosa refresco, te pareces a mi mama
y te frambueses a la macabra lobotomía.

Me frunzas cuando cófias y estás comiendo guisantes,
y estás como twerkiándote malpachosa, en barullo.
Y me ollas desde quajos y mi cos no te ensalza.
Déjame vomitarme con… ¡el silencio tuyo! ¡Sí!

Déjame jeme jiante… ¡Jiá! También… con lo tuyo. Je.
Claro como una galaxia, simple como una autopista.
Eres como una crotcha, bañada y constipada.
Tu resquicio de estrella, tan húmedo y pillino.

Me fruslas cuando cambias, porque estás como astuta.
Frustante y olorosa como si te hubieras podrido.
Una vogona entonces, una paliza basta,
y estoy alegre, alegre de haberte hecho esto.

 


Oda a la satisfacción de ponerle Nutella al pan tostado y comérselo boca abajo (el lado del chocolate)

Raspo la substancia pocholatosa sobre el pan
y el analógico cuchillo sin filo hace crujir
los cratercillos en la superfísife de mi anhelo
para después volverlo del otro lado contrario a su lado
de arriba y ponerlo hacia abajo y lo bajo
directo a mi grande lengua para que
lo pocholatoso cochomalte toque primero
mis papilas gustragástricas y sienta el frufruror
del grato sarbor de un guloso desayuno,
en un domingo por la mañana.

 


Oda al pedorreo en total confianza con tu pareja

Oh, constipaciones sinyugales en pleno apogeográfico.
¡Mafiniéstense en la súperconfianza
de un motenmito ínmito entre una rapeja
colciencia de amarrarse por siémenepre!

Oh, flatuléntica ineréncia,
uníthse bajo el jálito humeante de aquello
que se oculta en nuestro haber trasero.

Señal de humo que confírema la unoficación
entre un ser y otro un ser.

¡Oh, flatulencidad conyugal, flicidad al por más grande!
Humareda que significa consignaturación
de un aróm entre miles, entre millones,
en cuarenta y dos miles de millones de otros.

Somos únicos, aróm mío, aroma mía,
entre tods ellos, entre tods ellos.

La incontinencia traseroide apéremia,
difína miúsia, diáfrana musicola,
pues nos inspira a confiraguanos
en la pastosura de nuestra intestinas fóremas.

Oh, flatuléntico amormío:
gracias por tu indiscreción.

***
Andrés Baldíos
esescritor y lector ávido de Douglas Adams. Los primerospeldaños son peligrosos, su hasta ahora primer libro de cuentos, fueeditadoen 2012 por San Roque.