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Un bicho en el ordenador: escribir y vivir (homenaje a los 300 de Tachas)

Javier Morales i García

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Javier Morales i García
Un bicho en el ordenador: escribir y vivir (homenaje a los 300 de Tachas)

Me lleva pasando las últimas semanas y no deja de sorprenderme de una forma extraña y agradable.

Es a última hora de la noche, cuando enciendo el ordenador portátil y la hoja en blanco me hace recapacitar sobre lo que ha pasado durante el día. Entonces, en esa pantalla en blanco, brillante y acogedora, por una de las esquinas, aparece un bicho, un pequeño bicho subiendo pantalla arriba, como una especie de bolita negra que empieza a subir y a subir, contra viento y marea, atraída por el calor y el brillo. O simplemente despierta por el calor del ordenador, y allá va. Luchando en la inmensidad blanca y luminosa, hacia arriba, con un destino claro, quién sabe si escapando o volviendo a casa o dándose un paseo por su mundo, inmenso y lleno de adversidades a superar.

Puede ser que el bicho salga de su casa durante el día y esté buscando otro lugar o puede que este huyendo de algo que ni él sabe lo que es, pero lo hace, como los salmones van rio arriba.

Lo cierto es que el bichito se cruza toda la pantalla hasta desaparecer no se sabe dónde, creo que extiende sus pequeñas alas y sale volando, y así hasta el día siguiente, que vuelve a aparecer en la pantalla, tal vez buscando dónde están los suyos o puede que toda una familia de bichos viva en mi ordenador, cómodamente, y que viva de lo que allí encuentre.

Y cada día, por la noche a última hora, allá va el bicho, casi como saludándome, aunque le tengo que parecer un monstruo de otro mundo, de otra dimensión, y mis dedos son como cazadores.

He llegado a pensar que ese bicho solo está en mi cabeza y que es como una especie de alucinación...

Pero no, no es así, la gata Michelle también lo vio, y una noche se subió a la mesa donde está el ordenador e intentó jugar con el bicho, que subió por la pantalla más rápido que otras veces, hasta desaparecer de mi vista y de la de ella.

Puede que esta sea una aparición común en muchos ordenadores o puede ser que esté tomando demasiado café y que la vista me engañe.

Pero allá va, ahora mismo, una vez más, un pequeño insecto, como una bolita entre negro y marrón, muy seguro de sí mismo, sin perder el tiempo, se nota que tiene un destino y poco tiempo.

Creo que ya le cogido cariño y su aparición la celebro parando de escribir y dándole unas caladas a un cigarro, echando el humo para otro lado para que no le moleste.

Y así, una noche si y otra también. Aunque, hay veces que desaparece y no le veo más, a lo mejor está ahí, pero yo no lo veo y eso forma parte del misterio y de la magia. Otras veces, la luz y el calor atraen a una de esas pesadas moscas que aparecen cuando va a llover, pero no es el caso: este bicho tiene toda la pinta de ser uno de esos bichos educados y nada molestos, y si quiere vivir en mi ordenador pues que lo haga, no hay problema, todo lo contrario. La próxima vez que aparezca nos saludaremos y nos preguntaremos como nos ha ido el día.

No deja de ser una presencia agradable, mágica y extraña, aunque sea un bicho, incluso aunque se estuviera comiendo el ordenador por dentro y un buen día explote y se acabó.

Un bicho en el ordenador. Espero que sea de los que no pica, ni hace daño ni piratee mis archivos.

Espero que disfrute con la música que suena y con el tecleo mientras escribo y espero que aparezca, una vez más, otra noche más…

Así no le echaré de menos.





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Javier Morales i García
(Tenerife, España) es editor del fanzine Ecos de Sociedad, la publicación mod más longeva en Europa. Desde inicios de los 80, escribe, reseña y edita; hoy, Ecos puede leerse en ecos-de-sociedad.blogspot.com.es. Es obseso de la música y el cine.

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