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DISFRUTES COTIDIANOS

Disfrutes Cotidianos • Libros 2021 [I] • Fernando Cuevas

Fernando Cuevas

Tomás Nevinson (Alfaguara, 2021)
Tomás Nevinson (Alfaguara, 2021)
Disfrutes Cotidianos • Libros 2021 [I] • Fernando Cuevas


Un breve paseo por algunas de las páginas que se publicaron en español durante el año que se fue. Dado que resulta imposible hablar de los “mejores libros”, acá solamente compartimos sucintos apuntes al respecto de las lecturas realizadas e incluso de las que siguen en proceso, ya sea por el enfoque –obras de consulta- o su amplia dimensión, aunque ya con el suficiente avance como para poder comentarlas.

Del Nobel: descubrimiento y confirmación

Esta vez el Nobel de literatura cumplió con una de sus principales funciones: poner en el radar la obra de un brillante autor poco conocido más allá del círculo de especialistas. Fue el caso del tanzano Abdulrazak Gurnah, premiado por este galardón en el 2021 y gracias a lo cual se empezaron a traducir sus obras, como el caso de Paraíso (1994; Salamandra, 2021), una de sus novelas más reconocidas en las que se advierte una orientación narrativa que pasa más por la sutileza descriptiva, así como por la construcción a la vez pausada y fluida de personajes y situaciones: un niño de 12 años es entregado por su padre a un supuesto tío, a manera de empeño por una deuda, y a partir de su mirada en pleno proceso de cambio personal, viajaremos por África poco antes de la I Guerra Mundial, con todas las contradicciones y riesgos que implica la lógica colonialista, cada vez más lejos de ese pretendido edén perdido.

El otro premio Nobel que publicó en este año por primera vez después de recibir el galardón en el 2017, fue Kazuo Ishiguro, regresando a los terrenos de la ciencia ficción, como lo hiciera en la melancólica Nunca me abandones (2005), desde un enfoque íntimamente humanista: Klara y el Sol (Anagrama, 2021) coloca como narradora a la Klara del título, una muy atenta AA (Amiga Artificial) que toma su energía del sol, diseñada para el cuidado de los niños y que está en espera de ser comprada por alguna familia en la tienda, desde donde observa el comportamiento de las personas, tratando de comprenderlo con mayor profundidad; así, el brillante autor anglo-japonés desmenuza con delicadeza grandes temas como el amor, el lugar en el mundo y el sentido de la existencia, ahondado en ellos a partir de reflexiones asequibles y al mismo tiempo trascendentes, proporcionadas por un ser no-humano.

La caballada española

Javier Marías desplegó su enorme capacidad descriptiva en la prolongada y muy elaborada Tomás Nevinson (Alfaguara, 2021), esposo de la protagonista mencionado en su anterior novela, Berta Isla (2017), ahora posicionándose en el papel principal para salir de su retiro como espía para descubrir a la mujer terrorista ligada al IRA y a ETA, entre un trío de sospechosas. Entre apuntes históricos, análisis temáticos a través de monólogos y múltiples dilemas relacionados justamente con el acto de matar a otro ser humano para evitar un genocidio, por ejemplo (ahí están las reflexiones sobre Hitler), el gigante de la novela en nuestro idioma construye un fresco que desentraña algunos mecanismos del mal y en cómo la vida, en realidad, puede seguir deparando experiencias transformadoras, sobre todo cuando se piensa que todo está dicho o hecho.

Y si el madrileño se sumergió en el mundo del espionaje con John le Carré como referente, Javier Cercas continuó su serie llamada Terra Alta, en la que el detective Melchor Marín es encargado de indagar el caso de chantaje con un video sexual, dirigido hacia la alcaldesa de Barcelona. Independencia (Tusquets, 2020) se entromete con intensidad en los oscuros vínculos de los poderes político y económico con la habitual habilidad del originario de Cáceres para la creación de personajes y situaciones de tensión física y sicológica, expuestas desde el arranque mismo de la historia. Y justo en los márgenes de la ciudad catalana, Kiko Amat ubica su sexta novela, Venganza (Anagrama, 2021), en la que dos personajes van confluyendo entre violencia por todas partes: skinheads, bandas futboleras extremas, cobros de cuentas, narcotráfico, pederastia y todo un ecosistema delincuencial, expuesto con el nervio narrativo a la altura del objeto del vértigo de los acontecimientos, secuestro, redada y botín extraviados incluidos, con todo y secretos personales que acentúan la coraza de los protagonistas.

Otros dos reconocidos autores españoles, compartieron sendas reflexiones sobre el paso del tiempo y el trayecto vital con Madrid como epicentro. Antonio Muñoz Molina coloca a su narrador en un balcón desde el que, a partir de junio del 2020, comparte su mirada en tiempos de virus y nuevas normalidades, mientras nos inunda de recuerdos cuyo caudal busca orientarse a partir del título, Volver a dónde (Seix Barral, 2021), cual diario retrospectivo que parte de la infancia rural y que termina entroncando con una época incierta. Por su parte, Luis Landero plasma con notable cercanía acontecimientos y perspectivas personales sobre su vida en El huerto de Emerson (Tusquets, 2021), que de pronto toma la forma de memorias o de ensayo e incluso de novela: lo acompañamos desde la infancia en su pueblo y por su juventud en la capital, con una fascinante diversidad de familiares y conocidos, así como temáticas vinculadas como el amor y los vericuetos de la escritura.

Un par de propuestas que se sumaron a esta vertiente del regreso a la infancia o al lugar de partida. Por una parte, Gonzalo Hidalgo Bayal se pone en plan evocativo y rememora su paso por un internado a través de trece relatos contenidos en Hervaciana (Tusquets, 2021), escritos con vívida memoria para trasladarnos a los años de crecimiento con sus expectativas rotas a la distancia, descubrimientos plausibles, adversidades y decepciones, contextualizados en un omnipresente franquismo. Por la otra, la de Jesús Carrasco, desplegada con sensibilidad en Llévame a casa (Seix Barral, 2021), en la que el protagonista, después de haberse ido a otro país hace tiempo, regresa a su pueblo por la muerte de su padre, donde se reencuentra con su casi desconocida madre y su hermana, ya cansada de encargarse de sus progenitores: el destino entonces se vuelve el origen y el vínculo entre padres e hijos se coloca como una constante, más allá de las distancias o cercanías físicas y emocionales.

En plena crisis con todo y anuncio de suicidio a ejecutarse dentro de un año, un profesor de preparatoria va analizando diferentes episodios de su vida, como tratando de esclarecer de qué manera fue que llegó hasta ahí, siempre desde una perspectiva autocrítica: Fernando Aramburu, tras la monumental Patria (2016), entrega Los vencejos (Tusquets, 2021), otra gran obra que se mueve del retrato íntimo al humor y de ahí a la exploración de las dificultades inherentes al hecho de mantenerse más o menos vivo. El año del Búfalo (Anagrama, 2021), en tanto, es un imaginativo y muy disfrutable artefacto textual que juega con lances metaliterarios, entre la hilarante presencia de cuatro artistas venidos a menos que se encuentran encerrados en un garaje hasta que reciben una misteriosa visita, e irrupciones de apuntes históricos, nombrados como psicofonías, sobre cultura pop, revoluciones, dictaduras y magnicidios del siglo XX, con el consecuente aderezo de 36 notas que muestran el traspatio de este peculiar libro ganador del Premio Herralde de Novela escrito por Javier Pérez Andújar.


 

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