IR DE MUSEOS
Exposiciones en el Museo de Arte e Historia de Guanajuato
Gabriela Mosqueda
En los primeros días del año tuve la oportunidad de visitar un recinto al que le tengo mucho cariño: el Museo de Arte e Historia de Guanajuato en el Forum Cultural Guanajuato, un espacio al que vuelvo con frecuencia porque los museos hay que visitarlos muchas veces, todas las veces posibles. Es esa la intención de las exposiciones temporales.
En esta ocasión me encontré cuatro de diferente naturaleza que me sorprendieron gratamente. La primera, Arte/Sano ÷ Artistas 4.0, se trata de la muestra de los participantes en una bienal que convoca el Museo de Arte Popular, que sale de gira a varias diferentes sedes del país y cuya misión es desdibujar las fronteras entre el trabajo artístico y el artesanal. El resultado de la muestra es un tanto desigual, como suele serlo en las bienales en las que hay un poco de todo, pero tiene varias grandes piezas que vale la pena ver.
La exposición dedicada al trabajo escultórico de Federico Silva. Confluencias, ocupa una de las pequeñas salas temporales del museo y un gran espacio abierto de la Calzada de las Artes, y quizá porque la obra tiene una temática de simetría y ritmo, es quizá la menos atractiva de las cuatro muestras.
Las dos siguientes exposiciones fueron trabajadas en conjunto con obra que proviene de galerías, una apuesta arriesgada, porque las instituciones de cultura suelen no intentar mezclarse demasiado con el mercado del arte: las implicaciones de legitimación de obra que quizá no esté consolidada son el principal temor, pero en este caso se presenta el trabajo de un consagrado, Rafael Coronel, para el que no hace falta demasiada justificación: su obra y su tradición familiar -Coronel es yerno de Diego Rivera- son suficientes para otorgarle el espacio en un museo. La obra en la muestra tal vez peca de repetitiva, y aunque se podría culpar al artista mismo, también –mayormente- a la curaduría.
La última, y que me ha parecido notable –por su gestión, tanto como por su resultado- es L’eco della Cenere o El eco de la Ceniza, del italiano Aron Demetz. Ésta es la primera exposición en México o en Latinoamérica del artista, que es una figura conocida principalmente en Italia y en unos cuantos otros países de Europa. La gestión fue un trabajo en conjunto con la galería Terreno Baldío, quienes están encargados también de artistas como Javier Marín (cuya obra se puede ver en el Jardín de las Esculturas del MAHG). Esto, que podría despertar algunas pequeñas suspicacias si uno le buscara el ángulo, termina siendo una exposición de las primeras en las que verdaderamente se puede apreciar un diálogo entre el trabajo de diferentes artistas. El Museo utilizó el espacio dedicado a las réplicas grecorromanas de El Canon Griego para que entablaran una discusión con la escultura contemporánea de Demetz, que intenta hacernos reflexionar sobre el paso del tiempo en los organismos vivos, utilizando principalmente la madera como metáfora del envejecimiento y la descomposición latente.
El conjunto de las exposiciones resulta en un paseo muy grato, y en lo que parece una intención de cierta renovación en las propuestas temporales del Museo.
Federico Silva. Confluencias
12 octubre 2016 – 22 enero 2017
Aaron Demetz. L’eco della Cenere
04 octubre 2016 – 22 de enero 2017
Rafael Coronel. Alegoría de la Razón
26 noviembre 2016 – 26 de febrero 2017
Arte/Sano ÷ Artistas 4.0
08 de diciembre 2016 – 26 de febrero 2017
MUSEO DE ARTE E HISTORIA DE GUANAJUATO
Calzada de los Héroes 908
La Martinica, León, Guanajuato.
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Gabriela Mosqueda (León, Guanajuato, 1986) es licenciada en Comunicación por la Universidad Iberoamericana León con Maestría en Museografía y Gestión de Exposiciones por el Instituto Superior de Arte de Madrid, España. Ha colaborado en museos estatales y federales, galerías y colecciones privadas, así como publicaciones de arte y diseño en Guanajuato y la Ciudad de México, donde actualmente vive y trabaja.