Sí que ha causado revuelo la absoluta falta de tacto político de la flamante delegada de la Secretaría de Desarrollo Social en Guanajuato, la irapuatense Claudia Navarrete Aldaco.

A mitad de la polémica nacional por el aprovechamiento de los recursos de los programas sociales, para fines electorales en Veracruz, que denunció el CEN del PAN, se fue a su municipio a iniciar ella solita la “Cruzada contra el Hambre”.

Llegó a la comunidad de Tomelópez con los gerentes regionales de Diconsa y Liconsa, por supuesto, sin convocar a su par estatal, Éctor Jaime Ramírez Barba o alguna otra autoridad estatal.

Para más señas, Claudia Navarrete ha sido secretaria general del Comité Directivo Municipal del PRI en Irapuato; regidora en el Ayuntamiento de Irapuato; diputada local por el distrito XII, de Irapuato; y quiere ser Presidenta Municipal de Irapuato.

Éctor Jaime confirmó que no lo invitaron, aunque la delegada, dijo que sí. Claridoso que es, Ramírez Barba se lamentó: “Es tan poco el amor y gastarlo en celos…”.

Guanajuato y el Gobierno federal ni siquiera han firmado el convenio de operación de la Cruzada Contra el Hambre, porque el estado pretende que no sean nueve, sino los 46 municipios los atendidos por el programa.

Los desplantes y la voracidad de la delegada Claudia Navarrete incluso obligan a coincidir con el dirigente estatal del PAN, Gerardo Trujillo, en su condena.

Más allá de los calificativos a los que es tan proclive, el panista Trujillo señala un punto delicado: Tomelópez ni siquiera cumple con los requisitos mínimos que exige el Gobierno federal para la aplicación de la “Cruzada…” Ahí, ni cómo regatearle el crédito esta vez, a Gerardo.

Aunque usted no lo crea –Ripley dixit-, Gerardo Trujillo llama a la prudencia y a la atención del Gobierno federal para que “cumpla con las reglas de operación, conforme a la ley, y sobre todo con respeto al Gobierno estatal y a la gente”. No, pues sí

EL PAN: ¿SE VA O SE QUEDA?

En más de esta diferencia, pero en “las grandes ligas”, hoy lunes la Comisión Política del CEN del Partido Acción Nacional que jefatura Gustavo Madero Muñoz, decide si siguen o no su participación en el “Pacto por México”, que tan buenos dividendos le ha redituado al presidente Enrique Peña Nieto.

Le recuerdo que el rompimiento se originó con la denuncia que presentó el mencionado Gustavo Madero, apoyado en horas de grabaciones en las que quedaría de manifiesto la utilización de los recursos de la Cruzada contra el Hambre con fines electorales en Veracruz, estado que tiene elecciones este año.

Madero exigió el cese de la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, y juicio político al Gobernador de Veracruz, Javier Duarte Ochoa.

El “menosprecio” de Peña Nieto a las denuncias panistas, según juicio que hace el propio Madero, lo animó a retirarse de la agenda del Pacto por México y poner en manos de la Comisión Política del PAN nacional la decisión de continuar o no, dentro de ese acuerdo político federal.

El PAN: ¿se va o se queda? Hagan sus apuestas… aunque creo que están 10 a 1.

LADY PROFECO

“Pésimo servicio, no tienen educación. No volvería Nunca”, escribió Andy Benítez @AndyBenitez, en su cuenta de twitter.

Pero eso fue después.

Tras los enormes anteojos oscuros de Andy Benítez se adivina el reflejo de la línea punteada que divide los carriles de la carretera. A su espalda, en perspectiva desde el medallón de la camioneta, la arboleda a los costados y más atrás, los cerros. Ella va sentada en el lugar del copiloto. Ignora el cinturón de seguridad. El pelo negro, lacio, cae sobre sus hombros. La palma de su mano izquierda cuelga desde la muñeca vencida, casi a la altura del cuello. Un enorme anillo naranja en el dedo anular. Lleva las uñas cortas, con un esmalte oscuro. Tiene puestos los audífonos blancos del iPhone. Luce ausente con los labios entreabiertos. Linda en su foto de Face, como una Paris Hilton, región 4.

Andy es hija de Humberto Benítez Treviño, el director general de la Procuraduría Federal del Consumidor, la Profeco, como le dice el pueblo.

Ella llegó el viernes al restaurante Maximo Bistró, en la Colonia Roma de la Ciudad de México. Se molestó por la demora en asignarle mesa. No tenía reservación. Le pidieron que esperara un poco y respondió con amenazas. Le ofrecieron una mesa en el interior. Ella exigía la terraza. La molestia se convirtió en ira. Estalló. Llamaría a su papá, el Procurador. A ver a quién le creen.

Y sí. Un rato después, llegaron tres inspectores de la Profeco. Colocaron sellos de clausura. Irregularidades en el sistema de reservaciones y en el mezcal que expenden. Los inspectores hostigaban a los comensales. Todos protestaron. Aquello se volvió alboroto. Empleados y clientes impidieron que los inspectores se marcharan. Se presentaron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal. Los inspectores se habían encerrado en su camioneta. Así aguardaron al personal del área jurídica de la Profeco. Cuatro horas después levantaron un acta y se marcharon.

El affaire de #ladyprofeco sería anecdótico, si la serie interminable no fuera una plaga que azota a México.

De José López Portillo, quien se refería a su hijo José Ramón como el “orgullo de mi nepotismo”; o Ernesto Zedillo Jr., al que debemos la ausencia de Bono y U2 durante diez años, luego de la golpiza que sus guaruras le dieron al equipo de seguridad de los irlandeses; a Jorge Emilio González, el “Niño Verde”, remitido ebrio al “Torito”, donde se cambió el nombre y sus escoltas amenazaron a los elementos con “destituirlos” si no lo dejaban ir… los años pasan pero México no avanza.

La hija del presidente Peña Nieto les dice “proles” a los que se burlan de su papá en las redes sociales; las Lady’s de Polanco, Azalia “Big Brother” Ojeda y Vanesa “Señorita Puebla” Polo, insultan y le gritan “asalariado” al policía que intenta remitirlas, por ebriedad; a Laura Zapata la atienden personalmente el Procurador de Justicia y el Secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, porque su hijito tuvo un percance vial…

Andrea Benítez llevará en el “Lady Profeco” la condena popular, nada más esa, porque en ciertas esferas de este país, parece que nada alcanza para más.

LOS PERIODISTAS MARCHAN

A un año del asesinato de Regina Martínez, corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, los periodistas se movilizaron en varias ciudades del país para exigir el fin de los homicidios a reporteros y de la impunidad.

Los medios reportaron ayer marchas, manifestaciones y pronunciamientos de reporteros, camarógrafos y fotógrafos en al menos 14 ciudades, lo mismo en Chihuahua que en Chiapas.

Hace un año, Regina Martínez apareció sin vida en el baño de su casa de Xalapa, después de haber sido golpeada y estrangulada. La fiscalía afirma que el móvil del ataque fue robo. Y Julio Scherer, líder de Proceso, sembró para siempre el: “No les creemos…”

En Xalapa, el escritor Juan Villoro encabezó las protestas. Periodistas y organizaciones marcharon alrededor del Palacio de Gobierno y pasaron lista a los colegas asesinados. En la Ciudad de México, periodistas y fotógrafos apagaron sus cámaras y las depositaron sobre el suelo en señal de protesta, frente a la Secretaría de Gobernación.

Los periodistas somos un gremio dividido, pero somos un gremio.

Comentarios y quejas: [email protected] y @FPacomares

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