La Conferencia Nacional de Gobernadores, la Conago, se va a pique.

Abandonan el barco: Javier Corral, gobernador de Chihuahua; Enrique Alfaro, de Jalisco; José Rosas Aispuro, de Durango; Francisco Cabeza de Vaca, de Tamaulipas; Jaime Rodríguez, de Nuevo León; José Ignacio Peralta, de Colima; Miguel Ángel Riquelme, de Coahuila, Silvano Aureoles, de Michoacán; Martín Orozco, de Aguascalientes... y Diego Rodríguez, de Guanajuato. 10 gobernadores, 10. Se llevan con ellos la bandera de la 'Alianza Federalista.'

Que se van por que la Conago ya no defiende la soberanía de los estados ni ayuda en la interlocución con el gobierno federal.

En junio, miércoles 17, advertíamos aquí de la 'balcanización' de la Conago con la multiplicación de los estandartes partidarios y los intereses políticos particulares.

Recuperamos entonces el antecedente de la Anago, la Asociación Nacional de Gobernadores que se creó en 1999 a iniciativa del titular del Ejecutivo de Tlaxcala, Alfonso Sánchez Anaya.

La reunión primera del 10 de agosto de 2001, en Mazatlán, de 20 gobernadores del PRI, del PRD y algunos del PAN —incluido el de Guanajuato, Juan Carlos Romero Hiks.

Y la creación formal de la ‘Conferencia Nacional de Gobernadores’, la Conago, a iniciativa del bloque perredista que se reunió por vez primera en Tlaxcala, el 24 de agosto de 2002.

Antes, durante y después de la Conago, los reclamos de los gobernadores al poder federal —sea quien sea el primer mandatario-, matices de ocasión aparte, son los mismos: las alternativas hacendarias, la redistribución de los dineros y el federalismo.

Hoy, ayer y antes de ayer: impulsar una reforma hacendaria que otorgue nuevas facultades tributarias a estados y municipios.

Suena bien como discurso —aunque una y otra vez los propios gobernadores se retraen de esa responsabilidad, vencidos por el costo político que implica o, como en Guanajuato, comprometen la retribución directa al sector que gravan.

Quienes echan mano de los botes salvavidas son opositores al gobierno de Andrés Manuel López Obrador: cinco de ellos los blanquiazules de Chihuahua, Durango, Tamaulipas, Aguascalientes y Guanajuato; del PRI se lanzan al agua los gobernadores de Colima y Coahuila; el perredista de Michoacán; el de Nuevo León, sedicente independiente; y el de Jalisco, de Movimiento Ciudadano.

Javier Corral, de Chihuahua, quien con Enrique Alfaro, de Jalisco, llevan la voz cantante de la 'Alianza Federalista', dice que dejan esa instancia “con el propósito de construir un espacio de diálogo efectivo, de colaboración efectiva no solamente con los gobernadores, con el gobierno federal, los Poderes de la Unión, los niveles de gobierno...”

Se infiere entonces que la Conago ya no sirve para eso, una condición que es de la responsabilidad absoluta... de los gobernadores.

La Conago emerge en el sexenio panista del ínclito Vicente Fox y Quesada; navega el siguiente, también azul, de Felipe Caderón Hinojosa —simpático, que ninguno de los dos presidentes de la República salidos del PAN milite ya en esas filas-; y la administración priista de Enrique Peña Nieto, más dos años de ejercicio del mandatario federal en funciones, el morenista Andrés Manuel López Obrador.

A duras penas, 18 años. Será que no, que los gobernadores mexicanos no saben mandarse solos.

Al fondo bikini

El gobernador de Guanajuato, Diego Rodríguez, fue a twitter a explicar. Escribió ahí que el propósito es construir un nuevo espacio de colaboración efectiva, diálogo y contrapeso, entre las entidades y los poderes del Estado. Y en un hilo de cinco, lo siguiente:

• Reforzar nuestra capacidad de diagnóstico y atención oportuna de pacientes —de 'Covid19.'
• Crear la agencia de promoción de inversiones 'Invest in Mexico', para atraer capitales a nuestras entidades.
• Garantizar combustibles y energías más accesibles y fortalecer una política energética sustentable.
• Liberar los recursos de fondos como el Minero, comprometidos para proyectos ya autorizados.
• Protocolo para el regreso a clases, tomando en cuenta la modalidad presencial, cuando sea conveniente.

La Conago, pues, le ha parecido insuficiente a la 'Alianza Federalista' —a Diego Rodríguez, despojado del gafete de la Conago, le queda, todavía el de la propia Alianza y el de la GOAN.

El punto es que a sus apuros no les mueve el fortalecimiento de lo construido, que reúne ya a todos los gobernadores y tuvo un origen independiente al poder central, sino comenzar de nuevo —y erigirse en iniciantes, claro-, así sea con las mismas viejísimas demandas, aderezada la comida del día con el reparto de culpas por las consecuencias de la pandemia.

En el caso de Guanajuato, el gobernador cambió de opinión en unos cuantos días —todavía el jueves pasado se pronunció por que la 'Alianza Federalista' no saliera de la Conago: “Mi opinión personal es que no deberíamos de abandonar la Conago, porque la Conago va más allá de una reunión con el presidente (...) no es lo más prudente.”

—Buenos días, presidente. Nada rapidísimo, conocer su postura sobre la salida de los gobernadores de la Conago, inquiere en 'la mañanera' la reportera de 'Reforma' —que todos los días soporta estoica los exabruptos de Amlo contra el diario en el que ella firma.

—Pues están en libertad, no veo yo nada extraño, creo que es una asociación de los gobernadores y no es obligatorio.

—Lo están acusando a usted de poner en riesgo la democracia y de polarizar al país.

—De eso me acusa 'el Reforma' y todos los días, los medios de información, los que pertenecen al agrupamiento conservador...

—Pero, ¿a los gobernadores qué les dice sobre esa acusación en particular?

—Pues que están en su derecho, que se garantiza en México el derecho a disentir, que hay libertades, y que eso es la democracia.

(A) La Jaula

El gobierno de León.

En los primeros siete días de septiembre, la semana del Quinto Informe del alcalde Héctor Germán René, asesinaron a 20 personas en León. ¿Algo que agregar?

 

Correspondencia: [email protected]

Twitter: TigresDePapel