25 años del IEEG, 1

"...fue el culmen de un difícil proceso de reforma electoral que se adentraba en los novedosos territorios de la competitividad, la legalidad, la equidad y la transparencia..."

25 años del IEEG, 1

El próximo miércoles 15 de enero se cumplirán 25 años de la fundación del Instituto Electoral del Estado de Guanajuato (IEEG). Muchos hemos afirmado que esa fecha marcó un antes y un después en el desarrollo político democrático de Guanajuato, ya que fue el culmen de un difícil proceso de reforma electoral que se adentraba en los novedosos territorios de la competitividad, la legalidad, la equidad y la transparencia, apoyados en la autonomía que estrenaba el nuevo órgano profesional.

El nuevo instituto fue el producto final de una reforma política que tomó más de dos años de intensos debates entre la clase política de la entidad. Hay que recordar que el entono político guanajuatense se vio seriamente afectado por las inesperadas consecuencias de las elecciones de gobernador del estado realizadas del 18 de agosto de 1991. Los conflictos postelectorales fueron “resueltos” mediante la elección de un gobernador interino panista, quien asumió como compromiso impulsar una reforma política de avanzada. Para ello, los poderes ejecutivo y legislativo acordaron establecer la Comisión para la Reforma Política del Estado de Guanajuato (CORPEG), nacida el 14 de noviembre de 1992. El acuerdo rezaba que el proceso de reforma política local estaría encaminado a garantizar “condiciones que propicien la celebración de procesos electorales caracterizados por su confiabilidad, transparencia, limpieza, equilibrio e imparcialidad, de forma que merezcan el calificativo de procesos ejemplares”. Sonaba bien, pero los intereses partidistas impidieron su avance sistemático.

A fines de 1994 la LVI Legislatura local, tripartidista, logró destrabar las negociaciones y en dos semanas generó un proyecto de reformas a la constitución local. Gran parte de las propuestas originales de la CORPEG fueron aceptadas íntegramente o con modificaciones, y el gran punto de desacuerdo, la conformación de la cámara, fue resuelta con una alternativa intermedia: sí se aumentarían los distritos y las correspondientes curules de mayoría de 18 a 22, pero las diputaciones de representación proporcional no serían paritarias a las anteriores, fijándose un máximo de 14.

En el proyecto CORPEG se buscaba un organismo electoral sin dependencia de los poderes del estado, mediante la reforma al artículo 31 de la constitución estatal. Se trataba de un auténtico cuarto poder —el modelo Costa Rica—, que tendría facultades jurisdiccionales y capacidad de calificación de la elección. La iniciativa consensada no contradecía a la iniciativa CORPEG en este punto, aunque ya no era tan evidente la consagración de ese cuarto poder. La instancia organizadora de las elecciones se definió autónoma e independiente, al paralelo de un tribunal especializado. Se retomó la propuesta orgánica original con órganos de dirección y vigilancia, y se ciudadanizó a fondo el consejo general, superando las reformas consagradas a nivel federal. El presidente del naciente IEEG ya no sería el secretario de Gobierno, ni un funcionario designado por el gobernador, sino uno de los consejeros ciudadanos electo por sus compañeros.

Las reformas constitucionales fueron, en términos generales, ampliamente positivas para la democracia guanajuatense. Su expresión en el nuevo código electoral ubicó a Guanajuato en la vanguardia nacional en cuanto a su equidad electoral, en particular gracias a la completa ciudadanización de los órganos electorales, que a nivel federal se alcanzaría hasta dos años después.

Continuaremos el tema la próxima semana…

 

 (*) Antropólogo social. Consejero electoral del Instituto Electoral del Estado de Guanajuato. Profesor ad honorem de la Universidad de Guanajuato. [email protected] – www.luis.rionda.net - rionda.blogspot.com – Twitter: @riondal