lunes. 23.06.2025
El Tiempo
Es lo Cotidiano

CUENTO POR ENTREGAS

Antigua emoción (6)

Antigua emoción (6)

Los años pasaron. Los ochenta quedaron atrás. Llegaron los noventa con el olor a espíritu adolescente y la sinfonía agridulce. Los dosmiles con el auge internet y de las redes sociales. Con el nuevo milenio, me convertí en lo que se convierten muchos seres humanos: un fantasma, una leyenda.

Me gustaba ser un poltergeist que vagaba por la Plaza San Miguel, centro comercial que con el paso de los años quedó abandonado. Era divertido ser un fantasma. En ocasiones flotaba hasta un cibercafé y usaba el streaming para ver alguna película de la Cannon Films o un capítulo en Youtube de La Hora Marcada. También jugaba en línea “Castlevania”. Veía “USA Invasion”, sobre unos terroristas que invaden Estados Unidos y Chuck Norris, como de costumbre, salva al mundo. Vi episodios de “La hora marcada” dirigidos por Alejandro González Iñárritu, en ese entonces un artista en ciernes. El dueño del cibercafé se sorprendía al ver las computadoras encendidas, y se lo atribuía a un virus. Llamaba a un técnico pero nunca encontraba una respuesta satisfactoria a lo que le pasaba a su equipo.

-Yo creo que es un fantasma, don –le decía el técnico-. Llame mejor a un exorcista.

No me costó adaptarme al siglo XXI.

Una noche llegó al centro comercial el mismo muchacho al que asusté hacía unos días. Llevaba cinco ratones en una jaula y un cuchillo. Se dirigió a la parte central de la plaza, donde se encontraba el kiosco, o mejor dicho, lo que quedaba de él: una pérgola derruida, con tubos y cristales rotos.

Mató a los animales con una saña que me sorprendió incluso a mí.

-¡Cruz! –gritó-. ¡Ya sé que estás aquí! ¡Hazte presente!

No pude evitar obedecerlo. Por lo general las personas se aterran al verme, pero él no sólo me estaba retando sino que además, me daba órdenes. Vaya, estos millenials le hacen los mandados a la generación X. Son más osados, atrevidos, valientes y hábiles.

El muchacho me miró fijamente. No le importó tener delante a una entidad brillante y traslúcida.

-Encontré información sobre ti en la deep web. Eres Josué Cruz, el creador de “Antigua emoción”. Fuiste una leyenda en los ochenta. A mí me gusta mucho esa década, por las películas de John Hughes.

-Qué quieres –dije, sin expresar tono de pregunta, tan cortante como pude.

-Quiero seguir tu legado. Ahorita las series están pegando mucho. Ya ves que regresaron “Los Expedientes Secretos X”. Bueno, no creo que sepas porque ya no te tocó, pero me doy a entender: quiero hacer una nueva temporada de “Antigua emoción”. Con nuevos actores, nuevas historias. Estoy dispuesto a pagar.

Sonreí.

–Mira, hay un demonio de nombre Bazphemir. Mi primo me enseñó a invocarlo. La cosa está así…

Comencé a explicar.

No cabe duda que todos buscamos trascender, dejar un legado y continuar la obra de teatro de nuestras vidas.

[Ir a Antigua emoción (5)]

[Ir a Antigua emoción (4)]

[Ir a Antigua emoción (3)]

[Ir a Antigua emoción (2)]

[Ir a Antigua emoción (1)]