viernes. 19.04.2024
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Futbol • Copa América y Eurocopa [III]: en la plena coincidencia • Fernando Cuevas

"Después de la incertidumbre..."
Futbol • Copa América y Eurocopa [III]: en la plena coincidencia • Fernando Cuevas

TORNEOS CONTINENTALES (III)

Tercera entrega de este acompañamiento a los certámenes de América y Europa en plena coincidencia temporal.

EUROCOPA (III)

Triunfos de los favoritos pero con mayores dificultades de las que estaban presupuestadas en el tercer día de actividades en el viejo continente.

POR DEBAJO DE LA EXPECTATIVA

Con las ausencias de un par de importantes jugadores que lo llevó a la final del Mundial 2018, Croacia se presentó en el torneo continental frente a Inglaterra, jugando en su renovado campo sagrado y buscando un primer triunfo en su historia en el partido inicial del certamen. El tiempo de arranque resultó hosco, con los británicos un poco más decididos pero sin contundencia al momento de resolver los avances, algunos con su cuota de peligro como un disparo de Foden (con pelo teñido a lo Gascoigne) y un remate de Phillips bien sacado por el meta. Ambos equipos se mostraban por debajo del notable nivel que alcanzaron tres años antes en la justa futbolera global, sobre todo los ahora visitantes.

Para la segunda mitad, los croatas adelantaron un poco más la mirada y el trámite se empezó a desarrollar desde la equivalencia, hasta que una jugada bien tejida por parte de Phillips británicos terminó en gol, culminada convincentemente por Sterling al 57’, originario de un barrio cercano a Wembley, como si hubiera anotado en casa, literalmente. Vinieron las modificaciones y los balcánicos se dispusieron a buscar el empate, apoderándose de la pelota y lanzándose al frente: tuvieron un par de opciones que sin ser demasiado claras, denotaban la intención de encontrar la igualada, mientras que paulatinamente los de elegante blanco retrocedían para solidificar la zona baja. Un pequeña revancha inglesa de la semifinal mundialista de hace tres años.

BIENVENIDO DEBUT, ANHELADO TRIUNFO

La mayor parte de los austriacos de la selección juegan en Alemania, por lo que de rivales frecuentes pasaron a coequiperos, ya con el conocimiento que implica la convivencia en alguna liga local. En algunos pasajes del partido celebrado en Bucarest se mostró esa conjunción frente a Macedonia, presentándose por primer vez y con buena cara en una edición de la Eurocopa. Antes de llegar al 20’, Sabitzer lanzó buen centro a segundo palo rematado con clase por Lainier, su compañero en el Leipzig, para mandar al frente al equipo de Austria, alcanzado diez minutos después por un tanto del veterano Pandev, capitalizando un extraño rebote aunado a un mal control del arquero.

Con la confianza de haber conseguido el tanto del empate y un replanteamiento táctico orientado al frente, los macedonios salieron al segundo tiempo con talante propositivo que trataba de sobrevivir en un trámite que se volvió ríspido, en el que solo se presentaban esporádicos destellos. Par de cambios por bando, acertados los de los austriacos, y al entrar en la zona definitoria del partido, justamente los afectuosamente llamados Nuestros Chicos, volvieron a tomar el mando de las acciones y el ingresado Gregoritsch se anticipó bien al portero tras servicio de Alaba para anotar el de la diferencia al 78’. A pesar de nunca bajar los pies, los macedonios recibieron un tercero y definitivo, obra de Arnautovic después de recibir elusivo servicio cerca del final.

EMOCIÓN Y RESILIENCIA COLECTIVA

El colorido partido entre tonos intensos naranjas y azules, empezó con una llegada por bando cuando el segundero no había dado ni dos vueltas. Países Bajos, jugando en su casa de Ámsterdam, siguieron con esta vertiente, atacando por todas partes, mientras que Ucrania intentaba equilibrar por medio de preservar presencia al frente. El primer medio resultó ser un muy agradable y provisional empate a cero que anunciaba concreción en la parte complementaria, sobre todo viendo cómo los de casa generaron varias llegadas resueltas en última instancia por el arquero o por algún cruce salvador, además del par de aproximaciones de la visita con cierta sensación de peligro.

La segunda parte nos regaló cinco goles y grandes pinceladas: al 52’, los de casa se fueron arriba con la anotación de Wijnaldum, aprovechando una pelota que el portero dejó con vida, y para rematar, Weghorst empujó el segundo en trompicada jugada. Todo parecía escrito pero un soberbio gol de Yarmolenko a quince del final revivía las esperanzas ucranianas, confirmadas rápidamente con el empate conseguido por Yaremchuk vía remate de cabeza a balón parado, denotando el combativo espíritu de los representantes de este país que conoce de asedios en apariencia insuperables. Pero tanta fue su emoción, que no contaban con que el equipo de enfrente es uno de los grandes históricos del fútbol mundial: Dumfires volvió a poner adelante a los herederos de la naranja mecánica, ahora mucho más digitalizada, con un certero cabezazo. El partido de la Euro, al momento.

COPA AMÉRICA (I)

Arrancó el torneo de selecciones más longevo del planeta. Después de la incertidumbre vivida por el cambio de sede, finalmente rescatada por Brasil, se pudo organizar el encuentro de las naciones sudamericanas, ya sin México como participante dada la incapacidad para coordinar calendarios y pensar un poco más en el desarrollo del fútbol, más allá de la racionalidad económica. Las tribunas vacías, cual inequívoca señal de que esta pandemia no ha terminado, terminarán por ser silenciosas acompañantes de los partidos.

POLOS OPUESTOS

Los anfitriones se presentaron en el estadio Mané Garrincha frente a la Vinotinto, tradicionalmente la selección más débil de la región y ahora disminuida por ausencias importantes. los favoritos establecieron las condiciones desde el silbatazo inicial, teniendo la pelota y controlando los espacios. No parecía tardar mucho en caer el primer tanto de los verdeamarela, por fin verificado por conducto de Marquinhos al 22’, exhibiendo mucho equilibrio para empujar la pelota tras un remate en tiro de esquina. A pesar de que la diferencia solo era de un gol y faltaba mucho tiempo por jugar, la sensación era que el partido parecía decidido por el abismo entre ambos equipos, si bien reducido en relación con tiempos pasados.

Para la segunda mitad, la selección de Brasil funcionó como oficialía de partes, llevando el trámite sin mucho apuro y acusando recibo de lo que se le presentara, como la marcación de un penal con media hora por jugarse, bien cobrado por Neymar, paso pasito. Venezuela luchaba pero no alcanzaba a llegar a buen puerto, ni siquiera con algún atisbo de peligro, mientras que los brasileños conservaban el control y de vez en vez se animaban para construir alguna jugada al frente que mantuviera atenta a la afición televisiva. Ya hacia el final, una combinación entre Neymar y Sandro culminó con el gol de Gabi, metiendo el pecho al balón para empujarlo a la red y finiquitar el trámite.

POLOS EN FRICCIÓN

Ecuador arrancó con una mejor orientación en el campo, presionando desde arriba y teniendo los mejores arribos sobre la puerta de Colombia, todavía en convivencia con el fantasma de la goleada propinada por su rival en noviembre del 2020. Poco a poco los cafetaleros fueron igualando el desarrollo de un partido minado con escasa acción directa en las porterías y mucha labor en medio campo, poniendo obstáculos más que eliminándolos, hasta que en una jugada de pizarrón modificada en la práctica de laboratorio, Cardona mandó adelante a su equipo, celebrando abrazados con rodilla al suelo, tras la validación del VAR frente a la señalización de un inexistente fuera de lugar, difícil de identificar de entrada.

El tenor del partido se extendió a la segunda parte y a pesar de que los ecuatorianos lo intentaron con modificaciones de hombres y estrategias, sobre todo en los primeros veinte minutos del complemento, no lograron el empate, a pesar de ese tiro libre que desvió espectacularmente Ospina y de alguna otra llegada, insuficientes para considerarse como un volumen digno de generar una tendencia, apagándose de a poco conforme avanzaba el tiempo, jugando a favor de los cafetaleros. El fútbol abre espacios para las revanchas y depende de los equipos si las saben aprovechar, superando la derrota sufrida: Colombia supo mentalizarse y, ya con otro técnico, consiguió hacer válida la oportunidad.