Atrincherado en la envidiosa sentencia aquella Quien esté libre de vacaciones que tire la primera piedra, Tachas 45 declara su aire retardado, pero rotundo y completo, para poner su pica en este Flandes de las permanencias, aunque con una estructura más bien desestructurada en esta entrega.

Para evidenciar la existencia iniciamos con Viernes de Dolores, una narración de Yara Ortega que necesariamente nos hará evocar –o sacar la vuelta; decida usted- las noches de luna llena.

Francisco Rangel, trabajador él también, saca de la hibernación un texto presentado ante bibliotecarios y promotores de la lectura, en defensa de un obligado sustento lúdico en esas tareas.

Leticia Ávila entrega un poema que puede ser abordado como rótulo de calle desde los vertiginosos barrotes de una lectura en movimiento.

El poeta colombiano Jaime Jaramillo aventura su reflexión sobre tan exigente e inasible oficio.

La poeta Rocío Cerón juega a ponerse En Capilla para ser entrevistada, electrocutando a su entrevistador a fuerza de respuestas. De ella también ofrecemos una muestra creativa, como acostumbra esta sección a cargo de Francisco Rangel.

Flor Bosco aporta un relato  como segunda entrega de su serie Sombrías nostalgias en Diantre de León, espacio que siempre irá enriquecido –juzgue usted- con manifestaciones de su obra plástica.

 Entrados en pasiones, el poeta Eduardo Luquin entrega un relato de familia, y Eduardo Padilla reseña el álbum de casi inescribible nombre, SND Y PRL RS, de Rex.

La función continúa.