lunes. 23.06.2025
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GUÍA DE LECTURA

Palinuro de México, de Fernando del Paso

Jaime Panqueva

Palinuro de México, de Fernando del Paso


Esta semana me operaron un pterigión en mi ojo izquierdo, un proceso sencillo que no traería a colación de no ser por Fernando del Paso. Voy por partes. La semana pasada, el escritor mexicano obtuvo el premio Cervantes, que sumó a una lista de prestigiosos galardones a lo largo de casi cincuenta años de carrera literaria. Recuerdo que la primera vez que me lo recomendaron como lectura, un buen amigo mexicano me señaló un fragmento de Palinuro de México relacionado con un ojo en apuros. Valga decir que el ojo literario de Palinuro, protagonista que da nombre a la novela, no sufría de tejidos en las conjuntivas sino un problema más relacionado con la geografía. Mientras el joven estudiante de medicina es afeitado por su amigo Molkas, un gran Ojo Universal aparece incrustado en su cavidad anal. Por ello decidí aprovechar el premio Cervantes, el ojo y todo lo demás para recomendarlo en este espacio, y no irme por la opción más habitual: Noticias del imperio.

Palinuro de México se cuenta como la segunda novela de del Paso; la escribió en el extranjero, mientras trabajaba en Londres. La publicó en 1977 y obtuvo cinco años después el premio Rómulo Gallegos (tanto se tardaron en apreciarla). La edición de bolsillo de Punto de Lectura consta de más de 900 páginas, llenas de humor, irreverencia y erudición. Habrá qué decir que tantas digresiones, referencias bibliográficas y culturales, escatología e ironía, quizá no sean del gusto de lectores primerizos. Pero le aseguro a quien desee entrarle al toro por los cuernos, que no se arrepentirá y descubrirá un del Paso lúdico que intenta alegremente abarcarlo todo e invita al lector a ser su cómplice en la aventura juvenil de su alter ego. 

La edición del Fondo de Cultura Económica de 2013 está más condensada y está disponible por poco más de 200 pesos. Si desea hojearla, está disponible aquí.

Y confiando en que la convalescencia traiga de vuelta mi ojo sano, les dejo este guiño (de ojo y literario):

–¿Qué te recuerda?

–Me recuerda a sir John Taylor, que llamó al ojo Proteo de las Pasiones. Me recuerda el ojo temible de Califa Vatek, comendador de los creyentes, que fulminaba a quien lo veía cuando estaba enojado. Y el ojo en llamas que Ixora tenía en la frente y con el cual redujo a cenizas a Canteven, cuando osó engañarlo con su esposa Paramasceri...

–No entiendo la comparación. Mi ojo no es de los que hacen ceniza a nadie...

–Pero tu ojo, Palinuro, es de los que hacen caca a quien se atreve a mirarlo, que es casi lo mismo...

"Qué voy a hacer, qué voy a hacer", lloró Palinuro (por arriba), me guiñó el ojo (por abajo), eructó (por arriba), suspiró (por abajo) y me suplicó (por arriba) que acabara yo de afeitarlo (por abajo).

 

;)

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