Es lo Cotidiano

Aquella Europa marchita en los ramos de novia

Ana Sosa Novo

Aquella Europa marchita en los ramos de novia

yo sólo quería plantar un mirto
en mi azotea en el rincón del viento
recoger esquejes de madera
semileñosa
qué es pregunté pero la respuesta
olía a pasto quemándose en la noche
lejos al otro lado del río o a los pies
de alguno de estos cerros sin nombre
cantalobos nadie quiere decirlo y se hunde el pronombre
yo sólo quería plantar un mirto o dos
es cierto que alguien lo llamó arrayán por creer
poseer en una palabra el aroma
escupo
en cada
letra
escrita
otrora
¿aquella europa marchita en los ramos de novia
es ésta?
me importa la verdad mucho más que la historia
es cierto que en Grecia la olvidada la enterrada
coronaba el mirto con sus ramas el sudor
brillando estéril sobre los cuerpos de los victoriosos
y en las verdes puntitas de sus hojas
clavaba agujas en el viento la agonía
pírrica de una mujer que nunca quiso
ser mirto

que el verbo llegue a mi boca
y yo frunza los labios abriendo hacia dentro
el pasado
no te confundas
nada queda bajo la sepultura de las palabras

esquejes de madera semileñosa
tierra oscura que cruje bajo las uñas
el verano pierde las ganas no hay verdad
para aquellos que ansían el laurel o la escarcha
aquí guardo
calor de sobra para enraizar un mirto
llamarlo myrsine ninfa o amaranta
ungir el tallo con la saliva de una polilla
permitirle crecer en el rincón del viento
es esto
la etimología de la palabra pírrica

***

Ana Sosa Novo. Nací en el 80, en un pueblo de Sevilla, a orillas del Guadalquivir. Aquí, quizá haya poco por decir; pero allá donde mire siempre encuentro palabras que no puedo evitar escribir. Mi primer poema fue a los 8 años, sin más ambición que burlar la muerte. No lo conseguí, obviamente, pero se podría decir que desde entonces me llevo mejor con ella. Tantos años, tantos versos, a escondidas, que da pudor desnudarse ahora.

[Volver a la portada de Tachas 135]