Es lo Cotidiano

POESÍA

El amor de una naranja

Dahlia Ravikovitch

El amor de una naranja

Una naranja amó, sí,
Al hombre que la comió.
Un festín para los ojos
Es un buen alimento;
Su corazón capturó veloz
Su ávida mirada.

Una cidra reclamó, sí:
Soy más sabia que tú
Un cedro se condolió:
¡Tendrás que morir!
¿Y quién podría revivir
una rama marchita?

La cidra instó, sí:
Oh, tonto, sé prudente.
El cedro bramó, sí:
¡Calumnia y pecado!
Arrepiéntete de tus actos
Pues a un tonto, desprecio.

Una naranja amó, sí
Con vida y esencia
Al hombre que la comió
Al hombre que la desolló.

Una naranja amó, sí
Al hombre que la comió,
A su verdugo le dio
Carne para sus dientes.

Una naranja, consumida
Por el hombre que la comió,
Invadió su piel
Hasta la carne profunda.

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***
Dahlia Ravikovitch
(1936-2005) fue una poeta, traductora y activista israelí. Estudió en la Universidad Hebrea de Jerusalén y tradujo clásicos como Yeats, Eliot y Poe. Sus poemas son fundacionales en Israel para el estudio secular de la lengua hebrea.

La traducción es de Esteban Cisneros.

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