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Tachas 391 • Cambalache y otros relatos, de Mauricio Botero Caicedo

Cambalache y otros relatos, portada del libro
Cambalache y otros relatos, portada del libro
Tachas 391 • Cambalache y otros relatos, de Mauricio Botero Caicedo

Por alguna misteriosa razón uno regresa a los libros viejos cuyas historias lograron cautivarnos, o en el menor de los casos movieron algo en nuestro sistema afectivo. Calvino decía que los clásicos son libros que uno siempre relee, una forma efectiva de invitar a leerlos. Tengo algunos libros que no sé si llegarán algún día a clásicos, pero contienen algo en particular que me hacen volver a sus páginas. Uno de ellos es mi recomendación de esta semana. No sé si se haya vuelto a editar, si haya pasado ya al cementerio de los libros olvidados, pero Cambalache y otro relatos de Mauricio Botero Caicedo, editado por Villegas editores de Bogotá en el 2003, posee un encanto que me cuesta trabajo explicar, pues aunque contiene cuentos que pueden estar muy lejos de definirse como piezas maestras del género, presenta anécdotas que se mantienen vivas en la memoria, gracias quizá a un estilo irónico y elegante. Tal vez sea la Colombia contemporánea que retrata y critica con precisa agudeza, ese magneto particular que me hace revisitar sus historias.

Arrieros, por ejemplo, narra el viaje de dos comerciantes de ganado que preparan sendas recuas de bestias para venderlas en el mercado. Ambos grupos de animales, caballos unos, vacas otras, están en tan mal estado que ellos se valen de los trucos más aviesos para presentarlos como animales de primera calidad. Sus ayudantes presencian las mañas de los vendedores en búsqueda de un “marrano” o cliente fácilmente engañable. El cuento avanza a cucharadas mediante breves estampas para retratar la mentalidad transa y sus absurdos, aunque el final sea tan consecuente y lógico.

Las anécdotas de El patrón o El puente está quebrado se enfocan en dos ámbitos que han llenado miles de páginas de literatura colombiana de las últimas décadas, la guerrilla y las mafias locales. Pero lejos de la exaltación o el romanticismo su enfoque es esperpéntico colindante con el absurdo.

No sé si haya reediciones del libro, o si el autor haya publicado nuevas colecciones de cuentos. Mi búsqueda en internet me remite a algunos artículos de opinión sobre negocios o política de diversa calidad y acidez.

Lo repito, explicar ese encanto que pueden ejercer algunos relatos en cada individuo me rebasa, y por ello sigo leyendo o regreso a los libros ya leídos. Quizá haya pocas sensaciones más edificantes que dejarse envolver por el misterio.

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