GUÍA DE LECTURA 434
‘Carta sobre los ciegos para uso de los que ven’, de Denis Diderot • Jaime Panqueva
Jaime Panqueva

Por el año de 1747, André François le Breton, heredero del negocio editorial fundado por su abuelo, impresor del rey, ofreció a Jean Le Rond d'Alembert y a Denis Diderot la traducción al francés de un proyecto abandonado por John Mills, un inglés residente en Francia, y por el abate Jean-Paul de Gua de Malves, la traducción de Cyclopædia: or, An Universal Dictionary of Arts and Sciences, del inglés Ephraim Chambers. Diderot, que había realizado traducciones de tratados de historia y hasta un diccionario médico, convenció al editor de ampliar el espectro y crear algo nuevo que con el tiempo se conocería como la Enciclopedia o Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios.
El tamaño de la obra fue colosal para la época, pues involucraría a más de 140 colaboradores, entre los cuales se contarían Voltaire y Rousseau. Como era de esperarse, la empresa sufrió mil vicisitudes. Una de los primeras se debió a esta carta dedicada a Madeleine de Puisieux, publicada por Diderot en Londres en 1749, durante el periodo de planeación y redacción de los artículos de la Enciclopedia.
Aunque su contenido está dedicado a la discusión de temas metafísicos, filosóficos y hasta matemáticos en torno a la ceguera, así como el uso de los sentidos para adquirir conocimiento, la escena de la muerte de Nicholas Saunderson causó revuelo en estamentos religiosos. Ciego desde el primer año de vida, Saunderson fue a comienzos del siglo XVIII un excepcional profesor de Cambridge, miembro de la Royal Society y uno de los mejores matemáticos de la época. Su agonía, esbozada en la publicación póstuma de los 10 tomos de sus obras completas, Elements of Algebra, le sirve a Diderot para presentar una falsa traducción donde asevera la inexistencia de dios: “Fui condenado a pasar mi vida en las tinieblas y usted me cita prodigios que apenas entiendo y que sólo son pruebas para usted y para quienes ven como usted. Si usted pretende que yo crea en Dios, es preciso que me lo haga tocar.”
El texto movilizó a la censura, Diderot pasó tres meses y diez días preso en la Bastilla, de los cuales 29 días se le mantuvo incomunicado, sin libros, lectura ni luz y sometido a apremiantes interrogatorios. Por fortuna, el trabajo atrasado de la Enciclopedia hizo que sus valedores exigieran a las autoridades dejarlo en libertad. Sin embargo, no sería el único problema con la censura que tendría que librar…
Finalmente, la Enciclopedia se publicó con sus 28 volúmenes; unas 18.000 páginas de texto; 71.818 artículos, de los cuales Diderot escribió entre cinco y seis mil; y 3.129 ilustraciones. Los primeros diecisiete volúmenes fueron publicados entre 1751 y 1765 y los once volúmenes de láminas se terminaron en 1772. Fue un éxito absoluto de ventas; dicen que Le Breton murió más como un banquero que como un editor.
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