POESÍA
Tachas 489 • días • Josué Vega López
Josué Vega López

dejar pasar la furia
la temperatura del día, del reposado y mocho
y escama día
no sé si me queda rabia
o se gastó ya en puras monedas
no sé si el sombrero tenga cabeza dentro para pensar
en cuántas cosas se han perdido
o cuántos asteroides caen en la vereda de la campana
su sonido esperpento
su chillido, remero
palabras y frases que se repiten como el lodo
¿has visto cuánto polvo se duplica cada noche,
cada desvelo o recuestamiento en la nata de la oscuridad?
hay momentos de escribir la casa vacía
las ojeras cansadas y casadas con la vehemencia
con la injuria
pequeños pedazos de bastardos hermosos
en la hermosa frente.
no hayas ido todavía a verte en ese espejo
porque aún podrías borrarte del miedo
del pudor por debajo de la bragueta
figura tan fingida para el circo, lo que escribes
lo que escribo
con el miedo de no poder con la casona
de esquizarme tu manera de abrirte de arterias como para ser una pista de aterrizaje
para un pequeño avión que no despliega sus alas todavía
ni alterna con el aire un empujón o una balada
entre labios
o entre siquiera pubis
y yo que pensaba en mi furia disminuida
condensada en una piedra de miedo de mi estanque
ya no la vaguedad
libertad, envergadura de que me siento
de que me la deja caer completita
y alburéame, raspadura, que te quiero aquí en la rodilla
desata y abofetea la cara de pudor de tu hijo
mirando sus dedos como si de ellos nacieras
porque escupes en la cara, rebordeas los bordes,
patada en la espinilla
esperpento de la pierna
y no
¿por qué siempre la dudo y termino por nonearte?
¿por qué prefiero siempre el frío, la capa caida?
¿por qué me ascuo en baños tan ridículamente vacíos de aguadera
o retortijón o dijeron los otros que siempre no, que me callara
porque duele
porque jodidamente duele?
¿por qué siempre fruto y empiezo por cacharte
por qué entierro el matorral, el vuelo que no?
¿por qué me ausculto yo solo y me digo la receta y medico
mi arboladura con raíces de estornudaderas?
¿por qué el carajo
por qué "ya deja el lloriqueo y fluye en la furia"
si es lo más encabronadamente difícil de masticar
por átomo
por célula entre los dientes
por insignificante y cáncer también dentro del ojo?
sombras nada más para ver en cinescopio
y ¿ya se te acabó la furia?
¿de la mano izquierda?
¿del árbol podrido, tú que hablabas de árboles a menudo?
¿por qué siempre repito y encesto tus noneadores dedos?
¿por qué requiero la constancia, la sutura dicharacho,
por qué me rasco en ronchas tan carentes de agarradera?
como tú no haces más que moverte, hacerte viejo,
ramalón prostituto de los días, tamaño jijo
reencontrado entre las letras del greñero, despeine del día
a dónde vas sin un mapa que te diga
que puedes verte.
o quién mejor que yo para rayarme en el disco
ni jugar con tiempos o géneros o escusados de la palabra
¿te llevas tus canicas?
¿te riachuelas con la primera tronadera, río bravo?
qué aguante, qué retoño de agua, qué alberca
tal fierro
tal adjetivo poderoso
padre otra vez en el desierto
que corra
ya déjolo libre
de irle con qué haga o no
está contigo y harto
y debería saberlo
debería ver sus movimientos
déjolo en paz entre sus matorrales
como me dejo espinarme entre los míos.
tal es el qué
déjolo ir
que asesine su médico encima
su pata, su ramalaje oscuro que tanto amo.
no malgastar la furia
la temperatura del día, su conejo arrugado, su entierrada
perrez, su biberón tibio:
estará alimentándose de las raíces todo el tiempo
que quiera
estará brillando porque así lo quiere
***
Josué Vega López. Poeta y editor mexicano. Autor de una plaquette y un libro de poesía. Textos suyos forman parte de más de tres antologías. Fue becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes FECA Guanajuato 1997. Se ha desempeñado como coeditor de la sección cultural de El Universal, subdirector editorial de Ganar Salud y ARegional.com. Actualmente, es director editorial de Oz Magazine.