martes. 16.04.2024
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Tachas 510 • Ocho tropiezos de la modernidad en México • Omar de Felipe

Omar de Felipe

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Tachas 510 • Ocho tropiezos de la modernidad en México • Omar de Felipe

Marshal Berman recuerda, en “Todo lo sólido se desvanece en el aire”, la cirugía arquitectónica a la que se vio sometida Nueva York bajo la autoría intelectual de Robert Moses. Tanto la creación de nuevos espacios públicos (pensados para la gente, pero no para los individuos, parafraseando a Moses) como la destrucción de los mismos, fueron realizados con la lógica de la modernización. Ocurría que los habitantes de Nueva York se encontraban, cada vez con más frecuencia, fuera de la ecuación: la ciudad estrella de la modernización prefería olvidar a sus sujetos modernos

Desde una mirada que privilegia lo humano en la arquitectura, Georgina Cebey emprende una revisión de algunos sitios clave en la Ciudad de México en “Arquitectura del Fracaso”. La autora explora, a lo largo de ocho Críticas, la curiosa travesía de la modernidad en algunos espacios emblemáticos de la Ciudad de México: el Museo de Arte Moderno en Chapultepec, la Torre Latinoamericana, Insurgentes 300, entre otras. Al explorar la historia de estos sitios, Cebey también elabora una crítica de ellos, tanto sea de la depredatoria razón mercantil en las bienes raíces, ya sea una aguda observación de lo esencial en el nacimiento de un barrio. Así, la autora ofrece una perspectiva que deviene en una re-significación de estos lugares.

Uno de los componentes clave que Cebey rescata de estas construcciones, como sucede con el Metro Insurgentes, es la institucionalización de la historia. Arundathi Roy señala un patrón similar en “Mi corazón sedicioso”: el gobierno naciente de la India utiliza el mito del “pueblo hindú”, tribu (presuntamente) ancestral ubicada en el territorio ahora gobernado, para homogeneizar este mismo territorio por lo demás apabullante en diversidad, tanto de lenguas como de creencias. De igual manera, Cebey sugiere que el gobierno mexicano intenta regresar a “sus raíces” prehispánicas en el fulgor de la modernidad, y consolida esta historia en los pasillos del metro Insurgentes. Esta es su respuesta: una conciencia nacional que condicione la experiencia moderna.

Unido a la institucionalización de la historia, la autora opone a esta última la memoria y su desplazamiento hacia la subjetividad: una tiende hacia al archivo, lo estático; la otra, hacia el que recuerda, al testimonio que da sentido. Con esto en mente, se vuelve intuitiva la crítica que Cebey lanza contra El Memorial a las Víctimas de la Violencia en México, construido durante el final de la presidencia de Calderón. Un monumento que fue propuesto y ejecutado sin involucrar a los afectados, una gran piedra que oficializa las más sinceras disculpas por los “daños colaterales” en la guerra contra el narco. Como anota Cebey irónicamente, sin nada más que estadísticas, este memorial “no recuerda a nadie”.

Finalmente, la autora también observa el componente humano en el propio habitar de los espacios urbanos. Ya sea en los suburbios precarizados del Valle de México o en el decadente Insurgentes 300, los habitantes se enfrascan en un habitar as struggle: la construcción de unidades habitacionales, o complejos como el de Insurgentes, no toman en cuenta que para habitar hace falta más que un material y una propuesta estilística. Son indispensables “memoria colectiva, arraigo generacional, sentido de pertenencia” como señala Cebey. Difícilmente se tejerá una comunidad en suburbios periféricos, donde las casas cumplen más bien una función solipsista, de barrera, para proporcionar el descanso a una clase precarizada. Es esta crítica, a la especulación de la vivienda, de las más necesarias en el ambiente opresivo que se vive en las urbes de México.


Arquitectura del Fracaso, Georgina Cebey, Festina Publicaciones, primera edición 2022







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