Ahora que ya te has ido, nuestros cuerpos han hablado
han dicho, por fin, lo que por tanto tiempo callamos
para no herirnos demasiado.

Alejados de la responsabilidad que siempre es el otro,
nuestros cuerpos han roto el silencio
que se anudaba en la profunda oscuridad del pensamiento.

Recuerdas, que cuando estábamos juntos 
solíamos pasarnos horas callados, en profundo silencio, 
como anhelando ese espacio de libertad 
que nos deja toda ausencia.

Ahora que cada cual ha tomado un nuevo rumbo, 
Tenemos voces nuevas
que hablan desde lo más profundo del corazón
en este presente promisorio, 
lleno de coloridas ilusiones fundadas en el paisaje
por donde corre el aire fresco 
de nuestra recobrada libertad.

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