Me extraña araña que siendo
Marquesa el abanico no sepas
tejer, ya no digamos moverlo
como anoche te escuché que con
temblorosa voz agitada te
oponías a postura tan extraña
en cuatro de tu familia.

Tan escandalosa eres que provocas
esos bochornos al ponerte tan
abajo con tu nombre y apellido.
¡No lo permitas marquesa!
Abanícate y defiende el
orgullo y el linaje, los finos
hilos que tejen la red de tu dinastía.

Encájale bien el colmillo a
las lenguas viperinas que te
buscan someter
demuéstrales tu
fiereza y de esa casta que
tienes enséñales tú Marquesa
qué tan alta y noble es ésta.

***
Yadira Moreno. León Guanajuato, 1982.

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