La yema de los dedos contiene un códice único
la yema de mis dedos se pierde cada año, muda su piel,
y se surca 
pero esencialmente trasciende.

Tengo en la yema de estos dedos
un portal inestable de energías 
un imán, un misterio

Los del final del pie reconocen la punta del agua
y al diente la piedra
pero estos de las manos me padecen,
son la pared de mi alma 
cáscara al centro de mi huevo más blando

Cada frontera de mi fluye a mis dedos
y así cualquier filo que me toca se hunde en ellos
y tengo las yemas llenas de estigmas

-Vienen del mar, vienen del tiempo 
Sangran el oído, tiembla el adentro-

Yo solo me arrimo al enigma 
y escribo por ósmosis.

***
Jessica Pérez Quesada (La Habana, 1989). Licenciada en Derecho.
 

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