EXPERIMENTAL
Tachas 598 • Descripción De Las Bellezas • Jeanne Karen
Jeanne Karen
Quisiera detenerme en la belleza que percibí estos días, los últimos instantes en que recuerdo que algo del mundo me sacudió: leí una pequeña nota en una red social sobre la vida frágil de algunas luciérnagas, que de tan poquitas, tan pequeñas y luminosas, están a punto de la desaparición. Recuerdo que en los días de infancia, -cuando bajo el lienzo más oscuro-, refulgían a lo lejos miles de luces, miles de esperanzas lumínicas, corría para atraparlas y mis manos quedaban vacías y yo quieta, de tan quieta que parecía una estatua en medio del campo. Ahora al parecer las luciérnagas se agotan, y aunque la noticia me produjo mucha tristeza, también me dio un momento poético, un viaje al pasado en un abrir y cerrar de ojos.
Así que pienso que para eso sirve la poesía, la palabra poética, para atarla con todas nuestras fuerzas a la memoria y que nos deslumbre cuando en realidad la vida es dura, es difícil, es la compañera innegable de la muerte. Por eso hablo de la belleza o de las bellezas, porque ahora necesito nombrarlas en plural, porque son en su unidad y en su conjunto, las bellezas que acuden a nuestros ojos, a las palmas de nuestras manos, a nuestros deseos.
Ha sido un año turbio, demasiada sangre, parece que palidecemos, somos rostros que delatan la pérdida, el sórdido instante en que sucedemos, en que estamos obligados a mirar. La calle es nuestro espejo, el eco es la voz que callamos.
Tuve en pocos días un golpe de ideas, una tras otra como los vagones descarrilados de un tren, quise controlarme, hacerme de un silencio particular; comencé a buscar entre mis libros, luego hallé uno de Emily Dickinson, lo abrí bajo la zozobra, bajo la sombra de la duda y el murmullo de una casa perdida en la urbe. Por fin llegué al poema que necesitaba, cuyos versos tendrán que acompañarme durante días: El cuerpo crece/ sin encontrar el camino más conveniente. Debo detenerme entre los dos versos, respirar un poco, construir una historia para mí, después de transcribirlos, después de volver a pensar en las bellezas, en los poemas, en su utilidad en un mundo moderno donde la inteligencia artificial también poetiza y la existencia es una gran pregunta.
Entre el cuerpo que crece, para contener un alma, -de eso nos habla la poeta-; ¿cómo se puede aspirar a un alma en estos tiempos, a un cuerpo que la contenga, que la haga germinar como en el mejor de los campos?
Hay días en que solamente pienso en escribir, en llegar hasta aquí, luego llegar a cada persona que lee, a veces quiero escribir porque siento la presión, la prisa, el impulso, la adrenalina tremenda: una llama, una palabra a la que nunca alcanzo a tocar, pero que me arrebata de todo lo demás. A veces solamente es la hora, el momento de decirles algo, de decirlo todo.
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Jeanne Karen (San Luis Potosí, México, 14 mayo 1975). Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Temas como la muerte, la introspección y la complejidad semántica en la comunicación en relación con el autismo y las ciencias exactas como las matemáticas y la física, influyen su trabajo en un debate casi ético. Premio estatal de poesía Viene la muerte cantando (1998) Premio de Poesía Salvador Gallardo Dávalos (1999), de Poesía Manuel José Othón (2002 y 2006) Premio de Periodismo Francisco de la Maza por Publicación o Programa de Difusión Cultural (2009).
Ha publicado los libros: Simulación dinámica (Bitácora de Vuelos, 2015), Cementerio de elefantes (Múltiples editoriales). Hollywood (Ponciano Arriaga), Menta (Ponciano Arriaga).