lunes. 23.06.2025
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Tachas 615 • Comunidad: redes de un hilo invisible • Jeanne Karen

Jeanne Karen

Imagen generada por IA
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Tachas 615 • Comunidad: redes de un hilo invisible • Jeanne Karen

Cada vez es para mí más frecuente el deseo de desconectarme. Quiero volver al asombro, al estupor, al descubrimiento. Necesito encontrar la maravilla de cada día, lo único, lo auténtico, hasta lo extraño, pero no en la red, no en la computadora ni en el celular, quiero encontrar la fuente de las rarezas sobre una banqueta al cruzar la calle, o en medio de la misma calle, o en una azotea mientras miro el horizonte. 

Antes solía caminar por largas horas, la ciudad era un sitio para explorar, miraba jardines, plazas recién hechas, estudiantes que escapaban de las tediosas horas del mediodía, madres que iban tarde al trabajo, repartidores entregando sueños, dulces, bebidas, con miradas melancólicas, pensando en el tiempo, en los valiosos minutos entre una descarga y otra.

Luego la vida se volvió el instante, el presente, lo que leemos y luego se va, se borra de la pantalla, después de dejarnos una estela de incertidumbre y a veces también de mucho dolor, pero también historias impresionantes, literatura moderna, poesía del ahora, películas, y una infinidad de creación.

La realidad ahora me pesa el doble, quizá por los años, ya no soporto la intensa luz del día, ni las palabras como: conflicto, guerra, hambre, que comienzan a calar cada vez más hondo.

Por eso busco los días en que puedo volver a mi vieja vida, a la vida lenta: leer, tratar de escribir, buscar un verso como la única verdad, cocinar, dibujar. Ir despacio, respirar pausadamente, olvidarme de mis archivos de Word que ya no funcionan, que no puedo abrir, y regresar a los cuadernos para escribir sin miedo, sin complicaciones, solamente con el compromiso de dejar lo mejor de mí. 

Ojalá que de vez en cuando tengan la oportunidad de olvidar la tecnología por unas horas, unos días, y hacer todo lo que han dejado de hacer o que ahora es diferente, porque siempre es bueno rememorar, saber de dónde venimos, quiénes fuimos, cómo fue que antes hacíamos comunidad y no era tan complicado.

Si alguien tenía un problema, había una mano para ayudar, las respuestas llegaban pronto. Comunidad como un hilo invisible y resistente que no se rompía, comunidad era compartir en la fiesta y repartir el peso de la tragedia, lo que necesitamos hacer, lo que necesitamos recordar ahora. Con redes sociales o sin redes, hay que reestablecer nuestras comunidades para no dejar de ser humanos.




 

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Jeanne Karen 
(San Luis Potosí, México, 14 mayo 1975). Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Temas como la muerte, la introspección y la complejidad semántica en la comunicación en relación con el autismo y las ciencias exactas como las matemáticas y la física, influyen su trabajo en un debate casi ético. Premio estatal de poesía Viene la muerte cantando (1998) Premio de Poesía Salvador Gallardo Dávalos (1999), de Poesía Manuel José Othón (2002 y 2006) Premio de Periodismo Francisco de la Maza por Publicación o Programa de Difusión Cultural (2009).

Ha publicado los libros: Simulación dinámica (Bitácora de Vuelos, 2015), Cementerio de elefantes (Múltiples editoriales). Hollywood (Ponciano Arriaga), Menta (Ponciano Arriaga).


 

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