Tigres de papel | Glosa / Las luminarias
El Congreso local concluyó la glosa del primer Informe de Gobierno de Miguel Márquez. La despachó en cuatro sesiones, en dos días. Una reunión para cada eje temático, según fue presentada la información. Las mujeres y los hombres del gabinete del gobernador debían llegar con las respuestas a las preguntas de los diputados, formuladas previamente. Ni así. La fórmula parece agotada y no satisface a nadie.
Al secretario de Gobierno, Antonio Salvador García López, coordinador del Eje Guanajuato Seguro, le correspondió el último turno. Les habló de la seguridad pública, la procuración de justicia, la transparencia y la rendición de cuentas, además de las auditorías en curso en dependencias diversas.
Los diputados panistas simplemente dieron pie a que les presumieran resultados del Tribunal de lo Contencioso, de los programas de Techo Digno, Piso Firme y Mi Casa Diferente, y hasta de los operativos da seguridad conjuntos con los municipios.
Del bando priista, los más activos fueron el coordinador Francisco Javier Contreras, la irapuatense Yulma Rocha y Gerardo Zavala Procell. Preguntaron por el DIF, por el ISSEG y hurgaron en los presuntos malos manejos, durante la administración de Juan Manuel Oliva. Quisieron saber de los índices de narcomenudeo en el estado, de las concesiones de taxis, de los controles de evaluación y confianza, eventuales alternativas de empleo para los policías cesados; y cuánto costaron los viajes de Juan Manuel al extranjero.
El secretario de Gobierno llegó acompañado del procurador de Justicia, Carlos Zamarripa; el secretario de Seguridad, Álvar Cabeza de Vaca; la secretaria de Transparencia, Isabel Tinoco; y el director del ISSEG, Héctor Salgado Banda.
Luego de las respuestas prefabricadas, la priista Yulma Rocha se quejó duramente de la insuficiencia de los contenidos, y su coordinador, Francisco Javier Contreras, dijo que de plano no le veía objeto a continuar con el ejercicio si no se iba a responder debidamente a los legisladores, expresamente, en torno a los viajes de promoción del exgobernador Oliva, y sobre las campañas gubernamentales de difusión en medios impresos y electrónicos.
Y el diputado Zavala Procell consideró una grosería la ausencia del titular de la Secretaría de Finanzas, Ignacio Martín, quien mandó a uno de sus directores de área.
En la sesión de ayer del Congreso de Guanajuato, ya solo quedó tiempo para las conclusiones de la glosa y los posicionamientos particulares de las distintas fracciones.
Fueron a la tribuna, la diputada Georgina Miranda, coordinadora del grupo parlamentario del PRD, y los diputados Marco Antonio Miranda, de Nueva Alianza; Sergio Contreras, coordinador del grupo del PVEM; Francisco Javier Contreras, jefe de los diputados priistas, y Juventino López Ayala, el coordinador de los panistas.
Juventino se deshizo en elogios para el Informe y los logros que ahí aparecen, “logros y acciones cuyos reales y verdaderos artífices somos los ciudadanos…”.
Incluso se felicitó por el formato de la glosa porque, según él, les permitió no levantarse “sin antes haber agotado todas las dudas planteadas”.
En las cuentas de Juventino, la glosa fue un ejercicio productivo, que abona a la transparencia y a la rendición de cuentas, y pidió “no escatimar” reconocimiento a la paz social, a la prevención y a la procuración de justicia. Luego, emprendió un largo paseo por las cifras, índices y porcentajes favorables a la administración estatal.
Se pronunció por un Guanajuato con mejores oportunidades de vida; más educación; mejor salud; mayor protección al medio ambiente; con calles seguras; más igualitario; más justo; más democrático; participativo; incluyente; transparente; mejor rendición de cuentas; eficaz; eficiente; racional; austero; honesto y ético. Ufff.
Solo al final de su discurso, retomó el debate pendiente: este ejercicio no lo vemos como la manera de calumniar a exfuncionarios o la forma de levantar cortinas de humo para ver si generamos una opinión en contra del gobierno.
Señaló que no están ahí para obtener votos, ni en campaña política, y menos para la difamación de las personas…
En su turno, el priista Francisco Javier Contreras llegó con un largo, largo discurso, dispuesto a no dejar títere con cabeza… aunque comenzó elegante: “Disentimos responsablemente y criticamos propositivamente”.
Rescató que, efectivamente este fue un informe sui generis, compartido por los ejercicios de tres gobernadores, Juan Manuel Oliva, Héctor López Santillana y Miguel Márquez, “con numeralias inexactas y medias verdades de un año que fue el cierre de un sexenio adverso para los guanajuatenses”.
Para los priistas, las dudas no fueron despejadas y en el gabinete encontraron autocomplacencia, mediocridad, negligencia e indolencia.
Que el año pasado, culminó uno de los gobiernos más oscuros y corruptos de que tenga memoria el pueblo de Guanajuato. Eso, para Juan Manuel Oliva.
Luego le tocó a Héctor López: su sucesor poco o nada hizo para transparentar y corregir las distintas anomalías, omisiones e irregularidades. En las dependencias, se colocaron actores cercanos a los intereses de Oliva y su familia para cubrir las huellas de las pillerías.
Y a renglón seguido, Márquez: ante los platos rotos de Oliva, se vio obligado a proponer transparencia y rendición de cuentas. Sin embargo, su propósito hasta el momento ha resultado deficiente y fragmentado.
En las cifras, índices y porcentajes, Contreras caminó en sentido inverso el paseo de Juventino. Todo en el sexenio de Juan Manuel Oliva está mal. Bueno, palomita a la llegada de la UNAM y el Politécnico Nacional.
Para cerrar su participación, el priista propuso la creación de “una comisión especial plural para conocer, analizar con transparencia y dar seguimiento puntual y exhaustivo a los presuntos actos de corrupción y tráfico de influencias del exgobernador Juan Manuel Oliva Ramírez”.
Y fue todo. Concluyó el proceso de glosa del primer Informe de Gobierno de Miguel Márquez, con posiciones encontradas y absolutamente predecibles. Evidentemente, la imaginación no da para más.
LAS LUMINARIAS
De nueva cuenta, precisiones a cargo del gobernador Miguel Márquez: la polémica por el “Guanajuato Iluminado” está agotada; y solo existe un proyecto, que es de los alcaldes, porque únicamente depende de sus decisiones.
Una más: la gestión ante el Banco Mundial para costear los diagnósticos en los municipios fue un ofrecimiento del secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, sin distinción de colores de partidos. Ahí caben los 46 municipios de Guanajuato.
La versión primera señalaba que habían sido los alcaldes priistas los que habían logrado, para sus municipios, el patrocinio del Banco Mundial. El gobernador precisa que es para todos.
Es evidente que al gobernador Márquez le incomoda la insistencia en el tema y que se le ubique a él como el impulsor del “Guanajuato Iluminado”: hay que preguntar a los municipios, es un tema de los municipios.
Eso, por lo que respecta al gobernador, porque a contrapelo, la alcaldesa de León, Bárbara Botello, mantiene su invitación a integrar un bloque de alcaldes… incluidos, si se animan, algunos panistas.
LA JAULA
Malas noticias para el exsecretario de Seguridad Pública federal Genaro García Luna: la fracción priista en el Senado de la República pide que la Procuraduría investigue el desempeño del funcionario en el caso de la francesa Florence Cassez.
Solicitan que las autoridades actúen contra los exservidores públicos involucrados en el montaje televisivo, clave para la Suprema Corte de Justicia de la Nación para determinar que la acusada no tuvo acceso al debido proceso en materia penal.
La propuesta del PRI se registró justo después de que los senadores de ese partido bloquearon una solicitud de los panistas para que la PGR informe las acciones que se han llevado a cabo para atender a las víctimas del caso Florence Cassez.
Va a ser interesante conocer de cuál de los muchos grupos panistas saldrán los defensores oficiosos de García Luna, o si deciden escurrir el bulto y dejar que el gobierno federal se ocupe de él, sin trabas.
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