Avanzaron los cuatro primeros lugares de la tabla con cierta tranquilidad, salvo en el caso de una llave que se mantuvo al filo hasta el final. No faltó la polémica arbitral, provocada sobre todo por el mal uso del VAR, y los partidos de la siguiente fase se presentan equilibrados.

Resolviendo con goles

Primeros minutos de cierto acomodo en la cancha y de manera paulatina, el cuadro capitalino empezó a empujar al frente, adueñándose de la pelota y generando llegadas cada vez más frecuentes y peligrosas. Como en el partido anterior, otra vez cayó un gol americanista aunque fue bien anulado por posición adelantada. Una plancha de Zendejas pudo haber sido de roja pero se quedó en amarilla. Era cuestión de tiempo dada la presión ejercida por el América y la palpable sensación de riesgo para el arco del Puebla: la apertura del marcador finalmente llegó cerca del fin de la parte inicial, gracias a cabezazo de Martin de cara a la portería. De manera inesperada y lucidora, justo cuando ya todo mundo se preparaba para irse al vestidor, Reyes aprovechó una pelota recentrada para aventarse una chilena a bocajarro y emparejar el marcador.

Después de diez minutos de iniciado el segundo tiempo, el VAR se hizo presente: le avisó al árbitro sobre un penal a favor del local, que fue corroborado por Guerrero; cobró Diego Valdés y el portero Silva detuvo en gran forma pero el mismo VAR volvió a llamar absurdamente al juez central para indicarle que el arquero se movió antes, situación inexplicablemente avalada en el campo: Valdés ahora no falló y su equipo se fue al frente de una manera que, suponemos, ni a ellos les habrá gustado después de ver la repetición. Tuvo un  par de opciones el delantero venezolano del equipo de la franja, una bien desviada por Ochoa, pero tras algunas opciones, cayó el tercero por conducto de Zendejas y ya sobre la hora, el propio Aristeguieta acortó distancias vía penal. La nota del partido, desafortunadamente, la dieron el VAR y el aval del árbitro. El Puebla dice adiós luchando y mostrando cierto pundonor después del bajón de juego que tuvo en el torneo.

Al inicio fue el Pachuca quien propuso hacia el frente, buscando un gol tempranero que diera más tranquilidad a la causa tuza; generaron llegadas con cierto peligro pero no consiguieron reflejarlo cuantitativamente. A partir del 25’, el Atlético San Luis se empezó a involucrar más en la toma de decisiones del partido, intentando tener la pelota y levantando la cabeza hacia el frente, si bien los de casa tuvieron una clara en los pies de Avilés, desviada con autoridad por Barovero. En el arranque de la segunda mitad, un centro venenoso al área fue desviado rumbo a la propia portería y tras una salvada provisional del portero, Ibáñez remató muy cerca para mandar al frente a los suyos y así obligar al rival a buscar dos goles.

Poco después, a balón parado, Chávez se encontró en absoluta soledad en el centro del área para rematar picado y emparejar los cartones, sellando un trepidante inicio que vio cómo volvían a llegar los de la Bella airosa con peligro. Y entonces la visita empezó a incomodar y acorralar al líder de la competencia; justo cuando más posibilidad se veía de una inesperada voltereta, llegó un tiro de esquina para los Tuzos y con doble cabezazo vencieron la portería potosina vía Cabral. Los poco más de 20 minutos restantes, fueron testigos de un penal fallado, un remate que echó a un lado Sambueza y ya sobre la hora, un esperanzador gol de Hernández pero una rápida respuesta en el mismo sentido, a través del goleador Ibáñez. Digna despedida del equipo revelación del certamen que siempre estuvo abajo pero nunca se dio por vencido.

Resolviendo con estrategia

El saldo a los 20 minutos era de adormecimiento de los de casa y apenas de una llegada por equipo: un tiro de Furch, detenido por el portero de Chivas, y disparo de Alvarado al travesaño que le dio una relativa esperanza a los aficionados del Guadalajara. El juego se fue desarrollando sin demasiadas emociones en las porterías, controlado por el equipo del Atlas, que después de mandar un aviso serio de Quiñones, se fueron al frente en tiempo de reposición gracias al tanto de Chalá, bien habilitado por Rocha y provocando el júbilo entre una afición que tiene el recuerdo fresco del título conseguido después de muchos años, pero también la terrible experiencia vivida en el estadio La Corregidora de Querétaro.

El campeón salió en el segundo tiempo a finiquitar el trámite, lanzando un par de punzantes ataques que no encontraron feliz destino pero que enviaron un mensaje claro: el zorro no se iba a encerrar en su madriguera, sino que a pesar de la ventaja, seguiría merodeando la cabaña chiva. Por su parte, el Rebaño trataba de acortar distancias pero no generaba el volumen suficiente de llegada para romper la defensa del rival, a pesar de variar sus estrategias: por momentos les faltaba convicción y disposición al riesgo, incluso cuando se quedaron en superioridad numérica con aproximadamente veinte minutos por jugarse. Demasiado tarde llegó el gol de los visitantes, gracias a una media vuelta de Macías tras controlar la pelota en el área. Así se despide el equipo más popular del país, llegando más lejos de lo esperado pero decepcionando en esta instancia.

Al inicio, el Cruz Azul mostró un rostro muy distinto al que nos presentó en su casa, mientras que la UANL parecía esperar para analizar la postura del rival y actuar en consecuencia. Tras algunos arribos, Tabó mandó adelante a la visita tras concretar una pelota disputada por Giménez en la zona baja de los Tigres, quienes reaccionaron bien ante la desventaja y mantuvieron la amenaza al frente, lejos de solo dedicarse a cuidar el empate global que les favorecía. Al cierre de este primer periodo, Aquino salió expulsado como para confirmar que no fue su noche, dejando al equipo con 10, como en el partido anterior, pero ahora para todo el complemento.

En la segunda parte, el cuadro azul puso rápidamente una pelota en el poste por conducto de Giménez, respondido por una aproximación inmediata de los de amarillo, brindando un gran esfuerzo para que no pesara la ausencia de un hombre, sobre todo de parte de los delanteros en plan de sacrificio pero también inquietando al frente. La Máquina perdió imaginación al frente, si bien dejaron una pelota en el poste ante un mal despeje defensivo: no lograron manifestar la superioridad numérica en oportunidades continuas de gol, sino que tuvieron un par y ya sobre el final, resueltas en última instancia por el portero Guzmán. Por su parte, los Tigres mantuvieron en todo momento hombres al frente y cerca estuvieron también de anotar. El Cruz Azul se despide de esta forma, por debajo de lo que se esperaba.