Se esperaba un enfrentamiento de muchos puntos y equilibradoa lo largo de los 60 minutos de juego efectivo; ataques con gran elusividad que pondrían en duda aquella vieja frase de que las ofensivas ganan partidos y las defensivas, campeonatos. Así fue. El Súper Tazón LVII resultó ser un partido emocionante, de ida y vuelta en las zonas de anotación; con jugadas complicadas para los jueces, en general bien resueltas; un par de mariscales de campo con gran solvencia y entrega; receptores con alcances malabaristas y un ajedrecista despliegue estratégico por parte de los entrenadores, sobre todo cuando se trataba de avanzar a la meta contraria.

Se enfrentaron los equipos líderes en sus respectivas conferencias. Las Águilas de Filadelfia, ganadoras de tres campeonatos y un Súper Tazón, ante Los Jefes de Kansas City, que llegaron con dos títulos en sus vitrinas. La primera posesión de cada uno de los conjuntos parecía marcar tendencia: primero los de Pensilvania llegaron a zona definitiva con acarreo de Hurts y después los de Misuri hicieron lo propio para emparejar el marcador, vía atrapada de Kelce: ambos recorrieron 75 yardas. Después de un despeje de los de verde y un gol de campo fallada por parte de los Jefes, volvieron a tomar la pelota las Águilas y en la primera jugada del segundo cuarto anotaron a través de un pase largo de Hurts para Brown, mostrando alta capacidad de vuelo.

Tras despejar la pelota en su siguiente posesión, fue la defensa de los de rojo la que consiguió el empate, tras forzar un balón suelto y llevarlo hasta la zona final. Pero el resto del segundo cuarto fue todo para Filadelfia: respondieron con una ofensiva imparable que concluyó con otra anotación terrestre de Hurts y,después de detener al rival, lograron avanzar nuevamente para anotar otros tres puntos al filo del término del reloj, dejar el marcador al medio tiempo 24-14 en su favor y abrir el escenario para que Rhianna volara en alguna plataforma con lucidora coreografía y actitud convencida, cantando sus piezas más conocidas que habrá escuchado su segundo hijo ya en camino.

Sigue el camino amarillo

La primera ofensiva del tercer cuarto era vital para los del tomahawk, sobre todo porque estaban diez puntos abajo y una distancia mayor ya sería difícil de alcanzar. Lo consiguieron: avanzaron tres cuartos de campo para que Pacheco coronara una muy buena participación y acercara a su equipo a tres de diferencia. Respondió Filadelfia con otro vuelo que se quedó en tres puntos, lo que le dio la oportunidad a Mahomes y su tribu de tomar la pelota y darle la vuelta al marcador por primera vez en el partido, tras un sólido avance que terminó con atrapada de Toney, ya entrados en el último episodio.

No consiguieron puntos las Águilas en su siguiente posesión y fueron los Jefes quienes, ya enrachados a la ofensiva, alcanzaron una vez más la zona clave con recepción solitaria de Moore, después de un formidable regreso de patada que se convertiría en una de las jugadas definitorias del partido: ocho puntos de ventaja y el juego entrando en el terreno de la alta tensión.Mostrando gran temple, Hurts condujo una ofensiva que él mismo se encargó de coronar con una anotación de seis y, por si fuera poco, convertir la conversión de dos puntos para emparejar el marcador a 35 puntos.

Pero dejaron tiempo en el reloj para que los Jefes montaran inteligente ataque con McKinnon arrodillándose para consumir tiempo ya cerca de la anotación; Mahomes hizo lo propio y.Butker se reivindicó para sentenciar el emocionante partido con gol de campo cercano, cuando quedaban ocho segundos por jugarse. Los Jefes se coronan tras una temporada no exenta de dificultades y Andy Reid, quien dirigió a sus ahora rivales durante muchos años, entra al grupo de entrenadores memorables que consiguen su segundo anillo, al menos, en el juego decisivo. Por su parte, las Águilas tienen un futuro abierto y promisorio si logran darle continuidad al plantel y al cuerpo técnico. Gran partido nos regalaron estos dos cuadros.