Este lunes la gobernadora Libia García presenta su plan sexenal de seguridad con el que promete abatir al crimen organizado en Guanajuato, el estado más violento de México. La exposición es en el parque Bicentenario, en Silao, a las diez de la mañana. 

La reportera Wendoline Adame adelantó en ‘X’ que la versión pública se centrará en la presentación de 10 mandos regionales, en un modelo de estrategia metropolitana de seguridad pública acordado con los municipios conurbados, vía adecuaciones normativas y convenios que ‘salven’ la autonomía que les otorga el artículo 115 constitucional.

La estrategia ha sido denominada ‘CONFÍA’, siglas de la ‘Coordinación Operativa de la Nueva Fuerza de Inteligencia’, en membrete denostado de inmediato por conocedores de la comunicación política y el marketing comercial y de gobierno que argumentan que el terminajo provoca rechazo en los ciudadanos –en fin.

De entrada, derrumbar los índices en las ‘ejecuciones’ y la extorsión aparecen como el objetivo central de la estrategia encabezada por Juan Mauro González, el nuevo secretario estatal de seguridad pública en este sexenio que se confiesa sin pena en coordinaciòn con los municipales y las fuerzas federales.

Por donde se le vea, es nadar contra la corriente.

Este noviembre conocimos el reporte “Hallazgos 2023: seguimiento y evaluación de la justicia penal en México”, de ‘México Evalúa’. Revela que el 92.4% de los asesinatos ocurridos en Guanajuato el año anterior sigue impune. Se cometieron 2 mil 581 homicidios dolosos, 195 se esclarecieron, 2 mil 386 no. Es decir, de cada 100 asesinatos, apenas ocho fueron ‘esclarecidos’, que tampoco es lo mismo que ‘resueltos’.

Y un mes antes la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, ENVIPE, del INEGI, puso sobre la mesa que el costo de la violencia en Guanajuato alcanza casi el presupuesto anual en salud. En 2023 el gasto a consecuencia de la inseguridad y el delito en hogares fue de 12.5 mil millones de pesos; el presupuesto para salud superó los 14 mil millones.

Los homicidios dolosos no son el único delito grave en el que Guanajuato registra un índice de impunidad en los cielos –sin inferencia alguna -, en el caso de las extorsiones es de 97.3% en números de ‘México Evalúa’.

De acuerdo con la ENVIPE 2023, en el renglón de las extorsiones la tasa fue de 4 mil 549 víctimas por cada 100 mil habitantes.

Así han seguido. En el primer cuatrimestre de 2024 Guanajuato registró la cuarta tasa más alta en el delito de extorsión, de acuerdo con el monitor de seguridad que presentó en mayo la Coparmex nacional. En ese orden, el Estado de México, Colima, Morelos, Guanajuato y Nuevo León.

Con estadística de ‘Data Coparmex’, el 54.5% de sus socios fueron víctimas de algún delito en 2023. La extorsión fue el segundo delito más frecuente, el 70% vía telefónica y el 30% como ‘derecho de piso’.

Estudio en mano, la Coparmex acusa que el estado de Guanajuato tiene a dos de las cinco ciudades con las tasas de extorsión más altas del país en este 2024: Salvatierra es la segunda; Cortazar está en el cuarto sitio –en un ‘Top 20’, Guanajuato agregaría a Celaya en el lugar 11; Salamanca en el 14; Guanajuato 18, y Silao, diecinueve.

Pero, no. Las ‘ejecuciones’ y la extorsión no son los únicos estigmas de la violencia criminal que se ostentan como cartas credenciales del estado. Acá, de 2021 a la fecha han asesinado a 13 personas de la diversidad sexual y tres más serían víctimas de desaparición, según el ‘Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBTIQ+’.

Y así seguiríamos con los feminicidios, la violencia intrafamiliar, los homicidios de niñas, niños y adolescentes, categoría en la que de enero a septiembre Guanajuato ocupó el primer lugar con 189 víctimas mortales, alerta la ‘Red por los Derechos de la Infancia en México’ -para revertir la tendencia es necesario romper la impunidad, dice la ‘Redim’, pero pus no, ¿verdad? 

Contraofensiva

Con ese plan, este lunes el secretario Juan Mauro González y municipales y federales, —dicen– se lanzan a la mar embravecida. De esto último hay pruebas todos los días…

El viernes pasado en León la violencia asesina fue demencial.

A las once de la mañana tres custodios de la cárcel de la ciudad que salían de turno fueron asesinados a balazos al circular en su auto rumbo a su comunidad en Silao. El vídeo de su muerte sería un escándalo nacional en una democracia. Se detuvieron a comprar unas cervezas, regresaron a su vehículo, otro paró a la par. Descendieron dos tipos con rifles de asalto. Los acribillaron. Enseguida, la saña. Un segundo automóvil se detuvo, un sicario más continuó la consigna con la frialdad de los tiros de su pistola. Respuesta policial nula, impunidad abosoluta. Miles y miles y miles de mirones digitales sin otra cosa qué hacer.

En nota al calce, Guanajuato es un estado letal para los policías. ‘Causa en Común’ ilustra que al primero de noviembre de este 2024 habían sido asesinados 257 policías en todo el país: Guanajuato a la punta con 49 guardianes sacrificados -agregados los tres custodios referidos-, detrás el Estado de México, Chiapas, Guerrero, y así.

De tarde, como a las seis en el ‘Día de Todos los Santos’, una balacera que dejó difuntitos abortó la celebración de ‘La Santa Muerte’. Una curandera, ‘La madrina Chayo’ o ‘La Chayito’, cayó muerta a mitad de las ráfagas inmisericordes. Con ella murieron otra mujer y un adolescente, presentes nomás, ni feligreses siquiera. Fueron heridas ocho personas más: tres mujeres, tres hombres y dos menores. Temprano ‘La Chayito’ fue amenazada, no hizo caso… y la mataron.

A tono, atrás del panteón de San Sebastián, vecino del Sapal, al sur atrasito del Torres Landa, encontraron a una mujer muerta. Eso fue al mediodía. Entre la maleza, comerciantes semifijos miraron un cuerpo tirado, medio tapado con una cobija negra. Había sido golpeada y le dieron de balazos, certificaron los paramédicos -hubo otro asesinado ese día, de quien los periódicos consignaron nada al sumar la estadística, seguro que por pudor.

‘México Evalúa’ acredita que en Guanajuato la impunidad en los delitos de homicidio doloso, extorsión y desaparición, aumentó entre el 2022 y el año anterior. En el asesinato, de 95.7% en 2022 a 96.86% en 2023. La desaparición creció en impunidad al ir del 96.5 a 99.51%. La extorsión pasó de 96.4% a 98.36%. Los asesinatos, la extorsión y las desapariciones identifican al estado. No son los únicos crímenes que lo hacen. Bueno, ahora al menos tendremos un plan.

(A)La Jaula

Martes Negro

Este martes 5 de noviembre, los EU tendrán su sexagésima elección presidencial. Definirán al sucesor del presidente Joe Biden. ¿Trump o Harris? Los primos decidirán si el expresidente y candidato republicano Donald Trump o la actual vicepresidenta, la demócrata Kamala Harris, se apoltronan en el mandato durante los próximos cuatro años. Difícil estimar cuál de ellos sería peor para México. Mientras, acá, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, SCJN, el mismo día, discutirán el proyecto del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, quien pretende invalidar ’la carnita’ de la reforma al Poder Judicial de la Federación, caray, vigente al 16 de septiembre. Modificar desde la Corte la Constitución. Un caro pasatiempo para sus majestades, y nada redituable para sus fanáticos enfebrecidos y esperanzados. Nada más.

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‘X’: TigresDePapel